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«El país estaba saludable, hoy está en cuidados intensivos»
El abogado y comunicador sale al ruedo como parte de la generación que encarna una nueva modalidad de hacer y ejercer la política
EURI CABRAL
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@euri_cabral
Especial para País Político
Yuri Enrique es un joven político que ha tomado muy en serio la decisión de trabajar para hacer realidad «los sueños y las aspiraciones de la gente». Es uno de los nuevos rostros del Partido de la Liberación Dominicana que muestra con creces, en su accionar diario, una nueva forma de hacer política y un liderazgo ajustado a los nuevos tiempos.
Es joven, tan solo 28 años de edad, pero su experiencia y su formación académica es amplia y muy sólida. Graduado como abogado en la PUCAMAIMA, realizó sendas maestrías en Francia y en Inglaterra. Por varios años dirigió el Modelo de Naciones Unidas para los Jóvenes en el Ministerio de Educación. En la actualidad es el coordinador del programa «El sol de los sábados» de Zol 106.5 FM y es uno de los principales comentaristas del noticiero de Telesistema, que conduce Roberto Cavada.
Enrique es uno de esos nuevos valores del ejercicio político que, de alguna manera, reivindica la imagen del PLD. Formado en una familia y en un ambiente peledeísta fue uno de los jóvenes que tuvo la valentía y el decoro de ir a la Plaza de la Bandera a defender al partido en febrero del 2020, cuando se suspendieron las elecciones municipales y se generó un ambiente de protesta en contra del gobierno encabezado en ese momento por Danilo Medina. Y fue más lejos aún: tuvo la osadía y el coraje de ir a un debate que organizaron quienes protestaban en la plaza de la bandera y en ese escenario hostil y complicado, defendió con gallardía sus posiciones en apoyo al PLD.
Es un analista y un comentarista político de gran calidad. Sumamente preparado, con una extraordinaria capacidad de análisis y un estilo de comunicar que sorprende y convence. Para él la política no es ni debe ser nunca un medio para lograr aspiraciones personales o buscar beneficios económicos. De su abuelo ya fallecido, Fernando Rodríguez Montán (Ninan), destacado dirigente obrero y un boschista ejemplar, aprendió a conjugar el verbo de la ayuda y la solidaridad en todos los tiempos. Y con ese ejemplo, también hizo suya aquella expresión del profesor Juan Bosch de que «quien no vive para servir, no sirve para vivir». Ha decido dar un paso al frente y aspirar a una diputación por el PLD en la circunscripción número uno del Distrito Nacional. El entiende que este tiempo es un momento crucial para que los jóvenes asuman un papel protagónico en el poder legislativo, de manera que puedan contribuir con la solución de muchos problemas nacionales y con la cualificación y modernización de la institucionalidad democrática que vive la nación.
«Este es un momento crucial para que los jóvenes asuman un papel protagónico en el Poder Legislativo, de manera que puedan contribuir con la solución de muchos problemas».
Enrique tiene muchas ideas y proyectos que aspira puedan ser implementados desde el congreso, y de todo eso conversamos con él para País Político
¿Yuri, por qué aspiras a diputado?

El Congreso de la República y sus miembros debemos convertirnos en los referentes sociales de nuestro país. Muy a pesar de la desafección que mucha gente siente hacia la política, esta sigue siendo la principal vía de transformación para un colectivo o sociedad determinada. En ese sentido, el Congreso y sus miembros, en su rol de primacía deben dejar de atender problemas coyunturales para abordar problemas estructurales. Es por eso que encabezo una candidatura de diálogo que procura generar espacios de consenso para posteriormente mostrar soluciones a la población que sean positivas tanto en su resultado como en su efecto.
¿Desde tu óptica, cuál debe ser el papel de la juventud en el ejercicio de la política de estos tiempos?
El papel de la juventud en la política es fundamental y puede tener un impacto significativo en el desarrollo y el futuro del país. Es importante que la juventud se involucre en la política de manera informada, crítica y constructiva. La participación política debe basarse en principios éticos y democráticos, promoviendo el bien común y la justicia social. Al empoderar a los jóvenes y brindarles oportunidades de participación significativa, la política dominicana puede beneficiarse de su energía, perspectivas frescas y compromiso con el cambio positivo