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«Quiero que el Estado o alguna institución privada asuma la Escuelita de Música»

MARIVELL CONTRERAS

@MarivellC

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EDITORA DE ARTE Y CULTURA

Su historia es una de las más raras transiciones del país. Camilo Rijo Fulcar es tal vez –porque las categorizaciones nunca son buenas– uno de los pocos artistas dominicanos que pasa de metálico y rockero a instrumentista clásico y a maestro.

Esta presentación no le hace honor a la personalidad en que se ha convertido. Por elegir la música clásica y el conservatorio como manera de crecimiento personal, primero y luego por tomar como bandera la educación musical de los niños de la calle. Fundador de la Escuelita Musical del Conde, que es tal vez uno de los proyectos culturales más impactantes del país y encima sobreviviente de un necio cáncer que nunca le quitó ni el buen humor ni la ironía.

¿Cuál es el estado de la Escuelita de Música del Conde en estos momentos?

El estado actual de La Escuelita de Música del Parque Colón

La escuela recibe a los estudiantes en el Parque Colón de la Ciudad Colonial y tiene cerca de 200 alumnos y 15 profesores es un tanto complicado de explicar. Tenemos alrededor de 200 estudiantes, 15 profesores y decenas de equipos y materiales. Ya somos una fundación, pero aún carecemos de institucionalidad. No tenemos local propio para guardar los instrumentos y por ello se nos están maltratando. Tenemos un presupuesto de 600 dólares, tenemos una banda de rock, un grupo de bachata y varios solistas, pero perdimos nuestra gloriosa orquesta. Lo importante es que seguimos ayudando a varias personas, la gente está aprendiendo, seguimos formando jóvenes para su entrada al Conservatorio Na- cional de Música. La Escuelita sigue impactando poderosamente a la comunidad, pero en menor medida que antes. Estoy tratando de ver el vaso medio lleno y no medio vacío, estamos haciendo la obra y eso es lo que cuenta… Cada domingo de 10:00 am a 2:00 pm., se aprecia una gran cantidad de personas compartiendo sanamente en un ambiente artístico y familiar, donde grandes maestros enseñan a leer música, a tocar batería, guitarra, bajo, canto, piano, percusión, violín y violonchelo. Es algo que nos llena de esperanzas. Las autoridades deben prestarle más atención.

«Esto fue pensado para involucrar a la familia, los transeúntes y por ello estamos en la vía pública, para que este nuevo método de enseñanza motive a las personas».

¿Cómo llegamos hasta aquí?

Hemos llegado hasta aquí gracias a 8 años de trabajo ininterrumpido, haciendo acto de presencia para formar musicalmente a la comunidad, sobre todo a los más jóvenes y desposeídos, por puro amor al arte y con el único interés de servirle a la patria. Luego de 5 años trabajando, fuimos patrocinados a finales del 2020. Durante un año y medio estuvimos invirtiendo en La Escuelita alrededor de RD$282,000. Gracias a ello logramos contratar muchos profesores (en su gran mayoría grandes profesionales) para formar músicos de instrumentos como flauta traversa, clarinete, batería, trompeta, piano, bajo eléctrico, contrabajo, guitarra clásica y popular, canto, trompeta, percusión y varias materias teóricas. Con todos estos estudiantes y profesores formamos varias agrupaciones merengue, salsa, bachata, rock y música clásica, también preparamos varios estudiantes para su entrada al Conservatorio Nacional de Música. Teníamos incluso clases para personas con discapacidad visual, fuimos la primera escuela de música en incluir la «musicografía en Braille» o como le llamo yo «lectura musical para personas con discapacidad visual. Esto último es muy importante, ya que debemos fomentar la inclusión. Lamentablemente perdimos ese patrocinio y tuvimos un declive en picada. Es algo que para mí ha sido traumático, ha sido muy doloroso que la gente se quede sin sus clases, pero gracias al altruismo y filantropía de nuestros voluntarios nos mantenemos en pie y también gracias al apoyo del estado, el Ministerio de Cultura y Supérate nos subvencionan 8 de nuestras clases, lo cual debe ser reconocido, aplaudido y valorado. El apoyo de la comunidad y el amor que sentimos por esta es otra razón importantísima. Estamos muy agradecidos.

La escuelita es una especie de acontecimiento cultural de la Zona Colonial, ¿qué tanto atrae a los alumnos como los turistas y a la familia? ¿Esperabas algo así?

Les atrae bastante, nos encontramos en un lugar relevante para el sector turístico ofreciendo un entretenimiento sano y educativo. Claro que esperaba algo así, esto fue pensado para involucrar a la familia, los transeúntes y a la familia, por ello estamos en la vía pública, para que este nuevo método de enseñanza motive a las personas a estudiar música de manera profesional o de la manera en la que esta desee aprender. La Escuelita representa la libertad, la espontaneidad, fue creada para unir a las per-

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