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La fina estampa femenina en el jazz

junto con el guitarrista y la vocalista Erika Lewis.

Tuba Skinny es una banda de jazz tradicional que se ha hecho muy popular en Nueva Orleans. Cohn, que toca el cornetín y el violín en la banda, también ha contribuido con muchas de sus composiciones originales.

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Además de su trabajo con esta compacta banda, Cohn ha tocado y grabado con otros músicos y bandas de jazz, incluyendo Meschiya Lake, Aurora Nealand y Tom McDermott.

En 2018 publicó su primer álbum en solitario, The Way We Love, en el que toca el piano y canta sus propias composiciones originales.

La música de este grupo es una mezcla de influencias de jazz, blues y folklórica, y su habilidad como compositora y arreglista le ha valido el reconocimiento de la crítica y de sus seguidores.

Cohn es una figura importante en la escena musical de Nueva Orleans y continúa viajando y tocando en festivales y clubes de todo el mundo.

La banda también está integrada con Todd Burdick (tuba), Barnabus Jones (trombón), Robin Rapuzzi (el washboard o tabla de lavar/percusión), Craig Flory (clarinete), Greg Sherman (guitarra y voz), Max Bien-Kahn ( guitarra y banjo tenor) y Erika Lewis (voz/bombo).

Si bien se han hecho conocidos como intérpretes de clase internacional en el jazz tradicional, a lo largo de los años se han diversificado en la música jug band, los espirituales, el cou- ntry blues, la música de bandas de cuerdas, el ragtime y el R&B de Nueva Orleans.

Pero el que hoy Shaye Cohn pueda liderear una banda de jazz se debió, sobre todo, al atrevimiento o arrojo de otras mujeres que lo hicieron antes, ya que al inicio este género musical era dominado por hombres, aunque la el toque femenino siempre ha sido importante.

Ellas en la historia del jazz

A principios del siglo XX, mujeres como Lil Hardin Armstrong y Mary Lou Williams tocaron un papel clave en la creación y desarrollo del jazz.

Sin embargo, durante la época dorada del jazz en los años 20 y 30, las mujeres solían ser relegadas a roles secundarios, como cantantes o instrumentistas y pianistas acompañantes.

Fue en la década de 1940 cuando las mujeres comenzaron a destacar más en el jazz, gracias a figuras como Billie Holiday y Ella Fitzgerald, quienes se convirtieron en iconos del género.

En las últimas décadas, la presencia femenina en el jazz ha seguido creciendo y evolucionando. Mujeres de la estirpe de Esperanza Spalding, Terri Lyne Carrington y Hiromi Uehara han ganado reconocimiento y admiración en la escena del jazz contemporáneo, demostrando que ellas son tan capaces y talentosas como los hombres en este género musical.

A pesar de los desafíos y prejuicios que han enfrentado, las

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