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» LA FP, FAMILIARES Y COMPAÑEROS DEL RECONOCIDO POLÍTICO LE EXPRESAN TRIBUTO

El Presidente Luis Abinader da el pésame a Ernesto, hijo de Domingo. El expresidente, Leonel Fernández, en guardia de honor. Leonel pronunció el panegírico en los actos fúnebres.

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Un último adiós al dirigente de la Fuerza del Pueblo, Domingo Jiménez, en el cementerio. En el centro, Leonel Fernández junto a familiares y amigos que asistieron al Jardín Memorial.

Leonel: «Domingo era la mejor expresión del pueblo dominicano»

Fuerza del Pueblo, familiares y compañeros entrañables del reconocido político y comunicador rindieron tributo durante las honras fúnebres en el fin de semana

MÁXIMO JIMÉNEZ @máximojimenezrd

El duelo por la muerte de Domingo Jiménez sobrecogió a la Fuerza del Pueblo, el partido al que contribuyó para su fundación, el jueves 28 cuando se produjo su deceso en Estados Unidos. Antonio Florián –Peñita–, secretario general de la organización, dijo que «en momentos difíciles en el escenario político fue de los valientes que apostó por la democracia».

Ese mismo día, el expresidente de la República y amigo cercano, Leonel Fernández, expresó en un tuit el dolor que sintió tras conocer la noticia. Los restos del miembro de la dirección política de la Fuerza del Pueblo llegaron al país la tarde del jueves 4 de agosto en un vuelo desde New York y las honras fúnebres iniciaron al día siguiente a las 9:00 a.m., en la Funeraria Blandino. El velatorio se extendió hasta las 10:00 p.m. El sábado el cuerpo sin vida de quien fuera dirigente político y sindical, se trasladará al ayuntamiento de Santo Domingo Este a las 9:00 de la mañana para recibir los honores de lugar, como exregidor.

A las 11:30 a.m. la caravana fúnebre llegó a la Casa del Pueblo Johnny Ventura, donde recibió los honores de sus compañeros La sepultura se produjo en el cementerio Jardín Memorial de la Jacobo Majluta. Jiménez falleció el jueves 30 de julio, en la ciudad de New York, tras varios meses aquejado de situaciones de salud. Fue un abogado, académico, dirigente sindical y político.

Las muestras de admiración y respeto por su destacada labor política fue recordada por Fernández: «Yo calificaría el legado de Domingo Jiménez como de inmenso, es un legado realmente extraordinario, porque él es la mejor expresión del pueblo dominicano. La gente lo veía como uno suyo, pero uno suyo que se había preparado, que había estudiado, que era disciplinado, que se había integrado a los movimientos estudiantil, sindical y revolucionario».

El presidente de Fuerza del Pueblo recordó que «Domingo fue un hombre de múltiples dimensiones, es un abogado, es un comunicador, es un dirigente político, es un dirigente sindical, un dirigente estudiantil. Un gran comunicador, un hombre afable, cordial, amigable, un hombre leal a la causa, a sus principios y a sus convicciones».

Con muestras de dolor emocional que dejó esta partida, Leonel dijo: «Es con gran tristeza que despedimos a Domingo, muy a destiempo, tenía mucho que dar todavía, víctima de un cáncer. Trató de luchar contra esto para combatirlo, siempre con un espíritu de luchador, alguien que no se replegó, que no se amilanó. Lo hizo con gran valentía. Insisto, el pueblo dominicano, la Fuerza del Pueblo, nuestro partido pierde una gloria, un hombre de valores y de principios. Leal a la causa y salido de las entrañas del pueblo dominicano».

Además del Presidente de la República Luis Abinader, por la Funeraria Blandino de la Abraham Lincoln pasaron personalidades y amigos cercanos tanto de Domingo como de sus familiares. Allí asistieron el presidente del Senado, Eduardo Estrella; el ex alcalde del Distrito Nacional, Roberto Salcedo; el

Desde la izquierda, Hmberto Salazar, Radhamés Segura y Melanio Paredes, políticos que hicieron guardia de honor en la funeraria. Julián Roa (a la derecha), fue otro de los grandes amigos que cultivó Domingo Jiménez en vida, que hicieron guardia de honor junto a otras personalidades.

Los hijos de Domingo Jiménez dan un último adiós minutos antes de su sepultura en el cementerio Jardín Memorial.

ex miembro de la JCE y dirigente del Partido Revolucionario Moderno, Eddy Olivares; y los miembros y el presidente de la Confederación Nacional de Unidad Sindical, Rafael (Pepe) Abreu; el presidente de la Central Institucional de Trabajadores Autónomos (CITA), Rafael Castillo; el vicepresidente de la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD), Silvio Ureña y el presidente de la Federación Hotelera Justo Carmona.

Del Comité Político del Partido de la Liberación Dominicana, Radhamés Segura y Melaneo Paredes; además los ex diputados Luis Alberto Tejeda y José Cabrera. El exvicepresidente de la República, Rafael Alburquerque, Manolo Pichardo, Alexandra Peña, Franklin Labour, Franklin Almeyda, Juana Sánchez, Nélsida Marmolejos.

Ernesto Jiménez agradeció la solidaridad de diferentes personalidades del mundo político, empresarial y sindical para con su familia que sin bandería política expresaron su gesto solidario.

Con la asistencia del alcalde de Santo Domingo Este, Ma-

Leonel Fernández, visiblemente apenado, conversa en la funeraria con Ernesto Jiménez, hijo de Domingo.

nuel Jiménez y Santo Domingo Norte, Carlos Guzmán y una representación de ediles y legisladores se le rindió homenaje el sábado en el Palacio Municipal. Antonio Florián dijo en el acto celebrado en la Fuerza del Pueblo que «lacera el alma de la Patria y la Fuerza del Pueblo la partida de Domingo Jiménez, elevando la bandera de lucha por alcanzar un pueblo de bienestar. Continuaremos librando la lucha por el bienestar de nuestro pueblo transfiriendo el dolor el dolor en Fuerza».

Alexandra Peña, una de las más cercanas colaboradoras de Domingo Jiménez, leyó la semblanza.

SOBRE SU VIDA

Domingo Jiménez nació en la provincia de La Romana, un 27 de septiembre de 1964. A los 7 años de edad se trasladó junto a su fa milia al sector Los Mina Viejo. Fue procreado por el señor Baudilio Jiménez (Chachá) y la señora Josefa Medina Castro (doña Fefita), ambos fallecidos, siendo el segundo de cinco hijos. Sus hermanos son Jorge, Felipe, Martha Verónica y Baudilio (hijo), mientras que procreó a Ernesto Aurelio, Violeta Charey y Jesús David. Con tan solo 17 años, Domingo Jiménez impartió docencia de economía política y ciencias sociales en el Centro de Estudios Secundarios Liceo Fabio Amable Mota. Sus estudios superiores los cursó en la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde recibió el título de Doctor en Derecho en el año 1995. Realizó diversos estudios sobre los procesos de integración económica, globalización, derechos humanos, seguridad social, derechos fundamentales del trabajo, políticas sociales, derecho laboral, economía política, libre comercio y otros, en países tales como Alemania, Bruselas, Costa Rica, Chile, Argentina, El Salvador, Estados Unidos y Brasil.

Su paso por el sector sindical

Domingo Jiménez, como trabajador social comprometido con el desarrollo humano, la solidaridad y la justicia social, se destacó en su rol como dirigente de la clase trabajadora, llegando a ocupar la presidencia de la el año 1997, la de Confederación de Trabajadores Unitaria (CTU), desde donde contribuyó a alcanzar trascendentales conquistas para los trabajadores del país e impulsó el surgimiento de la Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), siendo el primer presidente de dicha organización. Para el año 1998 llegó a representar a todo el movimiento laboral de la República Dominicana ante la edición número 86 de la Conferencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en Ginebra, Suiza.

Militancia política

En el 1983 pasa a acompañar al profesor al prof. Juan Bosch, y junto a él, jugó papeles destacados, dentro las cuales se resaltan que fue miembro de su Comité Central del PLD, responsable del fortalecimiento del sector laboral desde la Secretaría Asuntos Laborales en 1990, regidor del Ayuntamiento del Distrito Nacional, 1994-2002 y del municipio Santo Domingo Este, 2002-2006, asumiendo un arduo rol de vocero de su entonces partido en ambos gobiernos locales. En sus funciones políticas hay que resaltar su condición de vocero del presidente Leonel Fernández, durante las elecciones 2004 y 2008, así como miembro del Comité Nacional de Campaña. Como seguidor inclaudicable del liderazgo del presidente Fernández y la excelente relación con los medios de comunicación y los periodistas, fungió como coordinador general de los voceros del presidente Fernández desde el 2017, y en 2019, le acompañó en la fundación del nuevo partido Fuerza del Pueblo.

Paso por la administración pública

Fue miembro del Consejo Directivo de la Corporación Dominicana de Electricidad (CDE) en el gobierno, 1996-2000, subsecretario de Interior y Policía, 2006-2008, ocupando en ese mismo periodo la presidencia ex oficio de la Liga Municipal Dominicana (LMD). Mientras estuvo en la LMD, acumuló todos los viáticos emitidos por esta entidad a su persona y los donó, para la remodelación de la Escuela Primaria Elvira de Mendoza en Santo Domingo Este, donde había estudiado sus primeros años de escolaridad. Su última función pública fue la desde el 2008 al 2012, donde ejerció como Ordenador Nacional de los Fondos, con rango de Secretario de Estado.

José Rafael Lantigua, exministro de Cultura, en una fotografía del 2018. El autor presentó el pasado sábado en Santiago sus libros más recientes.

JOSÉ RAFAEL LANTIGUA:

«DEMOCRACIA Y PANDEMIA»

Las páginas de uno de los libros más recientes del reconocido autor dominicano se asoman al abismo de la Era Trump, retratada en el doble calificativo de ejemplo de antidemocracia

FÉLIX GERÓNIMO Especial para País Político

Acabo de leer Democracia y pandemia (Santuario, 2021), un libro del reconocido escritor dominicano José Rafael Lantigua (Moca, 1948). Lo que fueron o debieron ser artículos periodísticos, reconvertidos en capítulos, penden del título del libro, que les otorga unidad. Nos obliga la sinopsis de la reseña, pero el aleph del libro se dilata y se renueva en múltiples fuentes e ideas.

El leitmotiv predominante del libro es la democracia, que el autor proclama en muchas formas. Junto a este, otro leitmotiv, la pandemia, ocupa la segunda parte de la obra.

Hay muchos temas en dos temas. La naturalidad del estilo acorta los párrafos, que muestran el interés reflexivo de un autor que con frecuencia monóloga. Cuando habla a un lector se está dirigiendo a su lector dominicano. Las páginas se asoman al abismo de la Era Trump, retratada en el doble calificativo de

Portada del libro Democracia y pandemia, de José Rafael Lantigua.

ejemplo de antidemocracia y de punta de lanza de una pandemia política. La era de la pandemia es también la de la posverdad.

Lantigua se fija en la democracia estadounidense y en otras democracias y antidemocracias, rastrea sus imperfecciones y ubica espacios de encuentro entre estas y los claroscuros de los procesos políticos dominicanos y latinoamericanos. Queda una voz de alerta que es discurso de esperanza: venga más democracia.

Cada capítulo de la primera parte del libro –no están fechados– tiene un contexto histórico. El autor necesitó en cada momento decir algo acerca de un suceso. Cada capítulo es un reportaje de un suceso que se desdibuja y cede apuntalado por una vocación de trascendencia. El autor busca las claves para explicar su tiempo en la Historia cercana y en historias paralelas. El texto sienta las bases de un análisis de la política dominicana por medio de estampas políticas nativas y globales. Se perfila un entramado de eventos que, en República Dominicana y en otras partes, posibilitaron la dinámica y permanente reconfiguración del mundo durante los momentos de escritura del libro. Dinámica en los términos del efecto mariposa.

Permanente en los términos de la dialéctica hegeliana. El aleteo de la mariposa no siempre potencia el caos: causa y efecto de algo anterior, produce la antítesis generadora del cambio.

Sin dejar de mirar más atrás, Lantigua tiene presente, a través de su mirada y de la de otros, a República Dominicana a partir de la década de 1960. Busca allí el germen de una democracia que no existía y que tenía que llegar a existir. Una democracia que asoma y desaparece como el conejo del prestidigitador. Quiere creer que el conejo, sacado del sombrero durante los años de gobierno de Leonel Fernández Reyna, seguirá libre. El éxito de la lectura del texto depende del compromiso del lector con la pulsión del autor y con la vocación democrática que transpira este libro.

«Creo firmemente en el imperio de la democracia», escribe Lantigua. La democracia consiste también en manifestaciones de poder y en manifestaciones en busca del poder. Un poder que se explica por medio de muchos ejemplos. El poder de una frase, de un discurso, de un ejemplo de vida, de una contienda; el poder de las redes sociales; el poder de una idea. El poder de lo que puede generar o detener un cambio está presente en las páginas del libro.

La primera parte de la obra, «Democracia y política: caminos y riesgos», trasciende los hechos sin impacientarse; la segunda, «Registro de la pandemia», apremia. Se origina en el desconcierto de los primeros meses de la pandemia del Covid-19. Los capítulos sobre la pandemia –fechados–, no siempre escapan a la tentación de las reflexiones con fondo político. Escribir sobre la enfermedad es un pretexto para escribir sobre otras cosas durante el estado de emergencia obligado por la enfermedad: pandemia y economía... y cultura... y humanidad. Cuaderno de bitácora. Lecturas en cuarentena. Libros, Literatura, el descubrimiento de viejas y nuevas lecturas. E historia de las pandemias.

OTRAS NOVEDADES

Choque de potencias en el gran Caribe

Federico Henríquez Gratereaux: «Este libro consolida la impronta de estadista de Pelegrín Castillo Semán. Orgulloso estoy de llamarlo amigo. Orgullo él para la nación dominicana. Este libro marca lo que Vocgelin llamaba ‘un salto en el ser’, de la conciencia antillana. Castillo piensa en antillano, y nos invita a todos los antillanos a hacer lo mismo. Ya va siendo hora que lo hagamos, Orlando Gutiérrez Boronat Afirmar que este nuevo libro del Dr. Pelegrín Castillo Semán es un texto excelente y muy importante no categoriza como debe ser lo que cl mismo significa para desentrañar el valor geopolítico y geoestratégico de la región caribeña y, por lo tanto, de la isla de Santo Domingo que ha sido y que es de forma irrenunciable el centro geográfico del Caribe insular, ‘frontera imperial’ como lo han llamado destacados tratadistas. José Miguel Soto Jiménez ‘Choque de potencias’ es un vademécum historiográfico indispensable para cualquier dirigente político que se proponga comprender el mundo en que vivimos».

Autor: Pelegrín Castillo Semán » Año: 2022 » Páginas: 500 Disponible: Cuesta Centro del Libro

La fuñenda. Glosario político criollo

José Miguel Soto Jiménez se proclama dominicano de «pura cepa» para reivindicar su derecho a realizar este estudio, atinente a lo dominicano. Pero ¿quién puede cuestionar el conocimiento de la idiosincrasia dominicana que ostenta Soto Jiménez? Su enfoque es dominicanista y la materia de estudio es la dominicanidad, particularizada en el habla coloquial, sin que interesen cuestiones fónicas o vicios de dicción, puesto que parte de una visión sociolingüística, lo cual incluye examinar las relaciones sociales a partir de la lengua. En este caso, conocer y dar a conocer a los dominicanos a partir de lo que hablamos. Soto expresa lo siguiente: «Fuera del embrujo de la nostalgia y los dictámenes apremiantes de la historia, solo recojo aquí aquellos vocablos, frases, dichos y voces, algunos de cierta antigüedad y otros de origen relativamente reciente que se siguen usando inalterados o renovados en sí mismos, en su forma o su interpretación».

Autor: José Miguel Soto Jiménez » Año: 2021 » Páginas: 267 » Disponible: Cuesta Centro del Libro

Breve historia de la igualdad

El camino hacia la igualdad es fruto de luchas y rebeliones contra la injusticia, y resultado de un proceso de aprendizaje de medidas institucionales y sistemas legales, sociales, fiscales y educativos que nos permitan hacer de la igualdad una realidad duradera. Desafortunadamente, este proceso a menudo se ve debilitado por la amnesia histórica, el nacionalismo intelectual y la compartimentación del conocimiento. Thomas Piketty, economista francés y especialista en desigualdad económica, se dirige a un amplio público y presenta una síntesis que trasciende las fronteras nacionales y disciplinarias. El autor destaca una dimensión optimista porque, tal y como argumenta, hay un movimiento profundamente arraigado que conduce a una mayor igualdad. Thomas Piketty (Clichy, Francia, 1971) es director de investigación en la École des Hautes Études en Sciences Sociales (EHESS), profesor en la Paris School of Economics, de la que fue su primer director, y co-director de la World Inequality Database (WID.world).

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