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El rol de la familia en la práctica del deporte de sus hijos y
El rol de la familia en la práctica del deporte de sus hijos,
y su vinculación con el profesor de educación física
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Por Mario Perez Roque
Desde hace unas décadas atrás hasta la actualidad, el deporte ha ido cobrando más relevancia en todos los hogares. La multitud de actividades extraescolares ofertadas por las diferentes organizaciones han hecho del deporte un ocio alternativo.
Atrás queda la falta de involucración de los padres y madres en la práctica deportiva de sus hijos, hoy en día el interés de los padres ha ido creciendo poco a poco, considerando al deporte como una práctica beneficiosa para del desarrollo corporal, social, de la salud de sus hijos, tomando así la práctica deportiva de cada miembro de la familia una importancia mucho mayor y ayudando a crear y fortalecer la sinergia familiar.
Esta práctica supone en muchos casos el compromiso y dedicación de la familia que se convierten en el principal medio de transporte para acudir a entrenamientos y competiciones.
Ellos ayudan a la recuperación física y psicológica en las lesiones y fomentar hábitos de vida saludables, la realización de uno o varios deportes en cada miembro de la familia genera un gasto económico y una organización familiar que va más allá de lo deportivo.
Que los padres y madres inviertan tanto tiempo y esfuerzo en el ejercicio físico de sus hijos e hijas no es tontería, y es que está comprobado que la práctica deportiva tiene innumerables beneficios: desde que cuida nuestra salud física (mejora la circulación, fortalece el corazón, forma valores y virtudes, ayuda a la convivencia social,

estimula al cerebro, la autoestima, etc), como explicamos en el artículo anterior.
Formas de participación en su entrenamiento El papel que los padres y madres deciden tomar en deporte de sus hijos. será fundamental para su posterior desarrollo en el mismo, de ahí la importancia de evaluar y valorar la implicación de ellos.
Hay también una tendencia de que padres y madres se involucren en ocasiones en la preparación de los niños sin conocer el sistema de entrenamiento como principio pedagógico, de igual modo, el rol del padre o madre no debe mezclarse con el del entrenador, ya que esto provocaría un conflicto intercontextual que afectaría en diferentes aspectos a la vida deportiva del niño. La coherencia y cooperación deben ser la piedra angular de la relación entre ambos por el propio bien de ellos.
Disfrutar del deporte, aprender con él y mejorar gracias a él, son premisas fundamentes en el deporte que no deben ser mezcladas con las de alta competición o rendimiento, términos que por desgracia hoy en día, están difusos en edades muy tempranas.
La implicación de que los padres y madres puedan dedicar a sus hijos e hijas en el deporte, deben fomentar la práctica del mismo y contribuir al buen funcionamiento psicológico y mental de estos, es por ello que tanto los padres de familia conozcan que sus hijos deben transitar por un orden lógico en el desarrollo de sus capacidades, tanto condicionales como coordinativas, y no querer que sus hijos violen las etapas del desarrollo y maduración de estas capacidades en función de un resultado prematuro.
El profesor de educación física juega un rol fundamental también, es el eslabón fundamental en esta cadena (Familia – Entrenador), tiene que tener un gran sentido de la responsabilidad ya que su asignatura independientemente de que cumple una función social y educativa, ayuda al desarrollo físico de sus alumnos, y es el encargado de encaminar su labor hacia la concientización de los beneficios de hacer deporte.
Este profesional, además de cualidades físicas, ha de tener conocimientos sobre todos los aspectos que giran en torno al deporte: nutrición, anatomía, fisiología, etc.
Es importante, por otra parte, que sepa diferenciar dentro del grupo o equipo a aquel alumno que posea aptitudes para un deporte en especial y orientar a la familia sobre cual debe ser practicado de forma organizada.



