momento comienzan a constituirse muchas sociedades con el objetivo de explotar minas de oro. De 1933 a 1935, solamente, fueron creadas sociedades con capital netamente nacional, valuado en varios millones de soles, para la explotación del oro. Entre estas nuevas compañías figuraban Minera Alpacay, Minera Nacional, Saramarca, Buldibuyo, Parcy y otras de menor importancia. Posteriormente, se organizó la Sociedad Minera Suizo-Peruana Julcaní (1936). En general, las empresas mineras de oro iniciadas en la década de 1930 tuvieron un mayor éxito que las de la década de 1890. Esto fue posible gracias al desarrollo tecnológico que hizo más viable la producción de oro por el empleo del avión, el desarrollo de concentrados de flotación de pequeña escala que facilitó la producción de mineral de baja ley y las mejoras en la cianuración de minerales de oro. Sin embargo, el tamaño reducido de los yacimientos de oro, la constante presión sobre las ganancias durante la década de 1940 y la inflación interna
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que elevaba los costos, provocaron un decaimiento del dinamismo mostrado. El fin del boom del oro fue compensado por otras oportunidades que representaban el plomo y el zinc. Estos metales presentaron mayor estabilidad en sus precios durante la Gran Depresión en comparación con el cobre. De 1933 a 1937, se dictaron disposiciones complementarias o modificatorias de la Ley N° 7601. En 1940 se señaló un marcado interés para dar un mayor impulso a la industria aurífera, dictándose numerosas disposiciones con el fin de garantizar su ejercicio y de procurar su mayor incremento. La nueva legislación dio prioridad al capital nacional en los denuncios de minas y tuvo un efecto notable en el crecimiento del oro durante los años 1930-1939, el cual alcanzó un nivel máximo de 8.9 toneladas de oro fino en 1941. A partir de entonces empezó a decaer hasta 1948 (cuando la producción alcanzó solo 3.5 toneladas), para mantenerse estable después de 1950.
Esto produjo que el capital nacional se trasladara hacia los depósitos de zinc y plomo, incentivado por el alza de precios a partir de los primeros años de la década 1940-1949. Así, en los años cuarenta, destacaron tres nuevas empresas que venían de la década anterior: las Minas de Cercapuquio (1934), la Compañía Minera Atacocha (1936) y el Sindicato Minero Río Pallanga (1937). Todas eran de capital peruano y establecieron modernas y eficientes operaciones para la producción de concentrados de plomo y zinc, iniciando su producción en la primera mitad de la
década de 1940. La producción de minerales y concentrados de estos metales por parte de las empresas locales independientes aumentó considerablemente del 41% en 1935 a 67% en 1946 en el caso del plomo, y de 0 a 64% en el caso del zinc, en el mismo periodo. Al recuperarse aún más las cotizaciones, la Cerro de Pasco construyó su concentradora en Casapalca para tratar los minerales de plomo, plata y zinc y dio inicio a las operaciones de un horno de plomo en La Oroya.
En estos años se destaca el impulso que recibe la minería con la creación de instituciones gremiales y de fomento, y el cambio en el organigrama del Estado. En 1943 se crea el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú. En 1944 el Instituto Geológico del Perú se desprende del Cuerpo de Ingenieros de Minas. En 1949 la Dirección de Minas y Petróleo del Ministerio de Fomento y Obras Públicas se desdobla en la Dirección de Minas y Dirección de Petróleo.
En 1945, durante el gobierno de Bustamante y Rivero, se regularon legalmente las relaciones entre el capital y el trabajo en la minería. El Estado reglamentó los procedimientos para incorporar y, en particular, despedir trabajadores, asegurando además cierta compensación económica. En ese momento, la CPC empezó a estabilizar su fuerza de trabajo, terminando con el sistema de enganche. La dinámica de la producción minera metálica para el periodo 1929-1954 puede observarse en el gráfico 3-3.
Cuando se restableció la paz mundial en 1945, la industria minera se vio nuevamente favorecida por la tendencia alcista de los metales. Sin embargo, la producción minera no se expandió de manera significativa y la de oro y cobre se redujo. Finalizada la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) disminuyeron las exportaciones de productos peruanos, generando protestas por la falta de empleo, en especial en las haciendas de la sierra, lo que originó la organización campesina en la Federación Agraria Campesina (azucareros norteños) y la Confederación de
Gráfico 3-3 Minería metálica: índices de la producción de metales 1929-1950 (1954=100) 250 200 150 100 50 0 1929 1930 1931 1932 1933 1934 1935 1936 1937 1938 1939 1940 1941 1942 1943 1944 1945 1946 1947 1948 1949 1950 1951 1952 1953 1954
Trabajadores en la mina Schroder. Fuente: Biblioteca Nacional del Perú.
En 1941, durante el gobierno de Manuel Prado, se creó el Banco Minero del Perú para fomentar a la pequeña minería. Esta nueva institución de crédito tenía como objetivo fomentar la explotación y el beneficio de toda clase de minerales existentes en el país, mediante el crédito barato a los pequeños mineros locales, la operación de concentradoras especiales para el procesamiento de minerales de las minas pequeñas y medianas y, por último, el establecimiento de oficinas y agencias destinadas a la compra de minerales. Sin embargo, las actividades del banco se extendieron más allá de sus principales fines de financiamiento: tomó posesión del concentrador de Castrovirreyna y, durante la década de 1940, abrió otros en Sacracancha y Huachocolpa en la sierra central. También ayudó a las empresas mineras locales en la obtención de bienes de capital escaso en Estados Unidos y participó enérgicamente en la negociación de contratos de venta con el gobierno estadounidense durante la Segunda Guerra Mundial.
Oro
Plata
Cobre
Plomo
Zinc
Campesinos, generándose migración a las zonas costeñas. El gobierno elaboró medidas de asistencia, como el aumento de la burocracia estatal, el aumento de jornal y sueldos para trabajadores de sindicatos y el control de precios y tipo de cambio fijo.
El Código de Minería de 1950
En 1950, durante el mandato del general Manuel Odría, se promulgó un nuevo Código de Minería que seguía la línea abierta por la norma de 1901; es decir, atraer nueva inversión extranjera. El gobierno de Odría instauró una política económica liberal, basada en la inversión extranjera. De esta forma, se reinició el pago de la deuda externa que estuvo suspendida desde 1931, otorgando beneficios tributarios, eliminando las barreras arancelarias y cambiarias y promoviendo las exportaciones. Así, el gobierno de Odría fue muy favorable a los negocios extranjeros. En agosto de 1949, el gobierno contrató una misión económica y financiera (Misión Klein) presidida por el economista estadounidense Julius Klein e integrada por especialistas de las distintas ramas de la economía, que permaneció varios años en el Perú y presentó al gobierno informes y soluciones a los problemas económicos más urgentes. La misión recomendó un tipo de cambio libre y bajo nivel de impuestos, la repatriación de ganancias de las empresas que intervenían en el Perú a su país de origen, siendo el Estado protector de las propiedades e inversiones nacionales y extranjeras, el no subsidio a la industria y la eliminación de los controles de precios y cambios.
Fuente: Seminario (2015). Elaboración: GPAE- Osinergmin.
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