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La homofobia rusa

16/06/2013 ¿La pregunta es evidente, para qué sirvieron 50 años de comunismo en Rusia? para mantener y profundizar actitudes reaccionarias, xenófobas y retrógradas ?

La Duma acaba de aprobar una Ley que "prohíbe la propaganda homosexual", con el fin de "proteger a la infancia de la información potencialmente dañina para su salud y desarrollo". En una reciente entrada, comentaba el tono reaccionario y machista con el que trata la prensa rusa el divorcio de Vladimir

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Putin: http://globedia.com/el-divorcio-de-putin No he querido traer a colación las recientes medidas de protección de las iglesias rusas y de sus miembros, otrora objetos arrojadizos contra el régimen comunista, para no ser acusado de anti-clerical, pero la moralina rancia y decimonónica que rezuma Rusia es alarmante y a ella no es ajena la Iglesia ortodoxa rusa.

Y es alarmante por que según las encuestas el 88% de la población está de acuerdo con el gobierno, lo que me devuelve a la pregunta del encabezamiento: ¿para qué sirvieron 50 años de comunismo? Si la homofobia cuenta con tan alta proporción de seguidores, la siguiente pregunta es: ¿qué porcentaje desaprueba el machismo o la violencia de género en Rusia? Es falso que el comunismo nos aleja de la barbarie? Pero lo que resulta más preocupante, si cabe, es que en una sociedad como la rusa, en pleno siglo XXI, casi el 50% de la población considere que la homosexualidad debe ser combatida con medidas represivas.

¿Socialismo o barbarie o la barbarie rusa?

La legislación aprobada por la Duma establece multas, arresto administrativo y deportación para los extranjeros, como medida disuasoria para que a nadie se le ocurra hablar de los homosexuales, a los cuales a partir de ahora se les clasificará como personas que mantienen relaciones no tradicionales, penadas por la Ley. Rusia camina en dirección contraria en materia de respeto a los derechos de las minorías, se desliza peligrosamente por la ladera de la falsa moral y el cinismo propio de las religiones judeocristianas, que por un lado predican la inmoralidad de la

homosexualidad y por el otro practican la pedofilia y la pederastia. No es extraño pues, que la degradación moral rusa cause alarma en todo el planeta, los que hasta ayer defendían la propiedad colectiva, hoy se han convertido en multimillonarios, los que hasta ayer defendían la justa causa del proletariado hoy se aplican en su explotación y represión. Los principios internacionalistas y la solidaridad internacional del proletariado, han dado paso a un rancio nacionalismo burgués de corte religioso, para más señas ortodoxo. La joven Constitución rusa declara al Estado aconfesional, sin embargo de un tiempo a esta parte, cada vez son más las leyes que dan preponderancia y privilegios a la Iglesia Ortodoxa rusa y que admiten como válidos y convalidables mediante leyes, los retrógrados principios morales que defiende. Va ser cierta aquella vieja frase, que decía que "lo malo del comunismo no era lo que tenía de soviético, sino lo que tenía de ruso".