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Torpezas y desvaríos en la Izquierda

01/06/2013 Las reacciones de Nicolás Maduro, ante la visita de Capriles a Colombia, han sido respondidas por Diosdado Cabello y Elías Jaua, con la torpeza que les caracteriza, haciéndole un flaco favor a las FARC colombianas y a Venezuela

Pero no contento con meter la pata, Nicolás Maduro riza el rizo y cae en el ridículo más espantoso, erigiéndose la víctima de una supuesta conspiración internacional, que pretende envenenarle, sólo le faltó contar que se le apareció el difunto comandante, para prevenirle del ataque. El cerebro, por lo visto lo tiene envenenado hace rato, pero eso no es óbice, para que el resto de su entorno tome buena nota de sus desvaríos y se perciba de lo patético que resulta su presidente heredero. Desmontar cualquier plataforma discrepante, acallar cualquier emisora disidente, insultar al opinante, negar la evidencia, etc., etc. ha sido y sigue siendo una torpeza, los argumentos se combaten con argumentos, sólo

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la fuerza de la razón es superior a la razón de la fuerza, y eso es lo auténticamente revolucionario: la razón. Cuando se carece de razones, de argumentos… se recurre a la fuerza, a la violencia, al insulto, al odio… No se es más de izquierdas, por llenarse la boca de la retórica revolucionaria, por el uso de términos propios de la izquierda infantil y radicalizada, a forma de pataleo desesperado por carecer de argumentos y en su ausencia perder todo resquicio de razón.

El chavismo es un vecino incómodo

Y eso es justamente lo que se está percibiendo en las nerviosas declaraciones de Caracas, cada día más preocupada por distraer a las masas con enemigos exteriores (inexistentes) y un fascismo interior (inexistente) conspirando permanentemente un Golpe de Estado (indeseado). Una cosa eran las maniobras de distracción de Chávez y otra bien distinta, el descontrol absoluto de Nicolás Maduro, alentado por Diosdado Cabello y secundado por Elías Jaua. Pretender criminalizar a la oposición por buscar reconocimiento en el exterior y acusarla de traición a la patria, de fascista… es un desvarío demencial, que sólo se explica para consumo interno y dirigido a sectores muy atrasados de las masas… como Mario Silva, que haciendo uso de la plataforma APORREA,

denuncia a su propio gobierno de purgar los medios de comunicación del chavismo, mientras se sigue presentando a sí mismo, con un mártir de la revolución a manos de servicios secretos varios. La oposición en Venezuela cuenta con un respaldo muy importante, reflejado en los votos obtenidos en las pasadas elecciones, votos, tan legítimos como los de Nicolás Maduro, escrutados y respaldados por la misma legitimidad con la que fue proclamado presidente, llamar fascistas a la mitad de los venezolanos, no es una torpeza es un desvarío. Las respuestas a este incidente, han sido de muy distinto calibre, desde la prudencia del gobierno colombiano y el mismo Partido Comunista de Colombia, hasta las tonterías infantiles provenientes de las bases del chavismo. Curiosamente a quien más ha perjudicado todo esto ha sido a las FARC, a las que les ha pillado en medio de la balacera, con amenazas, por parte del chavismo, de no se sabe muy bien qué, pero que en todo caso dan a entender, que son manejadas por el chavismo y que si por ellos fuera se romperían las negociaciones.