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El Euro en cuestión

21/05/2013 Cada día cobra más fuerza la idea de abandonar el Euro, y no tardaremos en hablar de su posible desaparición como moneda, ahora las embestidas no provienen de la extrema derecha, sino de la izquierda más lúcida de Alemania

Oskar Lafontaine, ha declarado que "La moneda única se creó para mejorar la vida de la gente, no para llevarla a la ruina" En la Fundación Rosa Luxemburgo se ha presentado un documento que propone la salida ordenada del Euro, de la mano de Heiner Flassbeck y Costas Lapavitsas, se trata de crear un sistema monetario flexible pero coordinado que sea capaz de lidiar con los desequilibrios internos de la UE. "Dada la manifiesta incapacidad de las instituciones europeas para administrar correctamente la unión monetaria, hay que admitir que esta era un objetivo demasiado ambicioso", así que hay que "retirarse para avanzar de nuevo". La propuesta incluye la posibilidad de que algunos países abandonen el Euro, pero también de su desaparición como moneda, especialmente si es abandonada por Alemania, referencia para su valor. El debate comenzó hace dos años, pero no es hasta ahora cuando cobra fuerza y se extiende por toda Europa, dejando

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dos bandos claramente opuestos, unidos por una sola coincidencia: el abandono del Euro puede ser más traumático que su supervivencia, a no ser que cambien mucho las cosas, en lo tocante a circulación de capitales, establecimiento de mecanismos de compensación de desequilibrios internos… Hay quien llega a hablar de adoptar el modelo Bolivariano, el SUCRE (Sistema Unitario de Compensación Regional) una de las propuestas de Hugo Chávez como paso previo a una posible moneda única de los países del ALBA, que también se ha propuesto para el MERCOSUR.

En España coexisten más de 150 monedas locales con el Euro

Con una derecha europea cerrada en banda a cualquier debate sobre el Euro y una izquierda dividida y sin criterio claro en cuanto a qué hacer con el Euro, el tiempo juega a favor del deterioro de no sólo de la economía de la Unión Europea, sino de la existencia de Euro expuesto a un posible infarto. Francia se desliza por la ladera los PIGS, mientras el Reino Unido amenaza con abandonar la Unión Europea, Italia está sumergida en una profunda crisis de valores, desorientada y confundida, España, Portugal y Grecia siguen marcando el paso de la Oca y Alemania está a las puertas de unas elecciones que no harán otra cosa que ratificar la política de Angela Merkel alejando cualquier posibilidad de cambio.

El miedo a las consecuencias de abandonar el Euro mantiene paralizadas a las elites dirigentes de la Unión Europea, salvo las conocidas excepciones de las minorías de izquierda y algunos sectores de la extrema derecha y el nacionalismo cantonalista. Las masas en general acuden incrédulas a un debate que parece no ir con ellas, mostrando una desorientación comprensible, en medio de un concierto que siempre termina con la misma fanfarria inacabable de recorte de prestaciones sociales y reducción de su calidad de vida, con tal de pagar tributo a los dueños del Euro. Los economistas de la derecha ya se ha apresurado a poner precio a la salida del Euro: Alemania se revalorizaría un 20% mientras que los demás se devaluarían entre el 20 y el 30%, algunos han corrido a decir que para ese viaje sobraba la alforja.