2 minute read

La revolución chavista está agotada

16/04/2013 Nicolás Maduro ha ganado las elecciones por muy escaso margen, a pesar de acumular todos el Poder económico y contar con un desproporcionado aparato de propaganda, acumulado durante los últimos años del chavismo

Es amarga la verdad… como decía el poema de Quevedo, poema que supongo, y sólo supongo, desconoce Maduro. Porque el poema habla de la imprudencia del sin consejo, del que hace de piedras pan sin ser el Dios verdadero… eso sí a base de petrodólares, se pueden conquistar voluntades y crear una nueva burguesía, la seudorevolucionaria boliburguesía a la que él pertenece después de haber renunciado a su origen de clase. Que los comunistas no se llamen a engaño, no hay revolución socialista sin proletariado.

Advertisement

Y Nicolás Maduro, para lo único que ha mencionado a los trabajadores, es para pedirles más productividad, lo mismo que hacen los empresarios, sean venezolanos, europeos o japoneses, es decir lo mismo que piden los imperialistas, la burguesía y el capitalismo. La revolución socialista, es un logro de la lucha de clases, no es la graciosa concesión de un grupo dirigente por muy iluminado que esté por el Espíritu Santo o por cualquier otro pajarito que revolotee en los cielos. Maduro ha hecho una tímida llamada a la autocrítica, luego reconoce que algo se está haciendo mal, pero acto seguido habla de guerra tecnológica que produce apagones eléctricos??!! Amenaza a España después de invitarla a invertir en Venezuela, y habla de la necesidad de inversión en el sector alimentario, mientras alaba los logros de la Misión Mercal, que no es otra cosa que un mercado controlado por una boliburguesía corrupta, que encarece los productos de primera necesidad y desabastece los mercados según sus intereses, datos facilitados por el propio PSUV y de los Sindicatos de Clase, y que se esconde detrás de esa llamada a la autocrítica de Maduro.

Las revoluciones no se hacen con buenas intenciones

Perder casi un millón de votos es grave, teniendo todo el Poder, pero más grave es que la oposición, acogotada y marginada suba ese millón de votos después del paseo triunfal de Hugo

Chávez por los distintos procesos electorales habidos hasta ahora en Venezuela. Hay dólares, hay un ejército controlado y al servicio del gobierno, hay un Poder desproporcionado frente a la oposición, pero las razones no parecen convencer al electorado, o si se quiere, al pueblo soberano. Flojo, muy flojo el discurso de Nicolás Maduro, los grandes retos de la revolución no se han mencionado, sólo ha hablado de fidelidad al líder, a su legado, a su familia… y como no podía ser menos, al pueblo venezolano. Pero eso no resuelve los grandes retos de Venezuela, Infraestructuras destruidas por el paso de los años, como la red eléctrica, las carreteras o las autopista, eso no consuela a los trabajadores sin empleo, por muy bien titulados que estén, eso no resuelve la creciente desigualdad entre clases, la galopante delincuencia, el abandono escolar o la carencia de viviendas. Comunismo no es amor, comunismo es el martillo del que se sirve la clase obrera para destruir a sus enemigos de clase. Maduro, como muchos de sus compañeros, no son socialistas, y mucho menos comunistas, son jalabolas de Chávez, a los que se les acabó el discurso, la revolución bolivariana empezó su imparable cuenta atrás.