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Chipre, como muestra

20/03/2013 La UE ha quedado en evidencia al precipitarse contra Chipre con sus desmedidas acciones depredadoras, acompañada del FMI como carroñero mayor de la selva capitalista

En menos de 48 horas han tenido que dar marcha atrás a su plan de cargar sobre los ciudadanos chipriotas los desmanes financieros de los bancos. Ha tenido que intervenir Rusia para denunciar lo excesivo de sus medidas y dar un manotazo en la mesa, para exigir algo de sensatez en medio de tanto desconcierto y desacierto. Lo que no logró Hitler con las invasiones de sus ejércitos, lo está logrando Angela Merkel con el control del Euro y sus mercados, poniendo bajo los caballos a los países de su entorno e imponiendo su voluntad política al servicio de Alemania. Los ingleses por su parte, se fían tan poco, o nada de Alemania, hasta el extremo de enviar sus libras esterlinas en una avioneta, en lugar de hacer una transferencia bancaria, para garantizar el cobro de los salarios de sus tropas estacionadas en Chipre. Este gesto, que podría pasa desapercibido, es todo un síntoma del clima de desconfianza que se vive en Europa y que se extiende por su periferia.

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Angela Merkel ha conseguido poner de rodillas a media Europa, implorando perdón y cumpliendo la penitencia del pago sobrecargado de una deuda desorbitada, que mantiene esclavizados a los países del sur gracias al Euro.

¿Hablamos de crisis económica o de crisis europea?

Chipre es la muestra de que la dependencia de Alemania es permanente y va camino de consolidarse como fórmula de dominación de uno de los mayores mercados del planeta. El Euro se ha convertido en una trampa para cazar países con la consecuente pérdida de su soberanía económica y por consiguiente política. Nada pueden hacer los gobiernos de los países sometidos a la TROIKA, son meros satélites de Alemania que dicta desde Berlín la política a seguir, en función de sus intereses. La libertad de maniobra no existe, los parámetros están marcados por la TROIKA y secundados por el FMI, cualquier intento de desviación de sus directrices, lleva aparejada una sanción o la amenaza de expulsión de la moneda única. Chipre, de momento se revuelve como gato panza arriba, atenazado por las influencias de su periferia y una presencia extranjera importante que va a determinar en buena medida el desenlace final.

Las medidas económicas de la TROIKA amenazan con hundir el barco del Euro, so pretexto de salvarlo en caso de seguir por este camino, que tarde o temprano desembocará en un descontento general y la más que salida del Euro, huida despavorida de sus imposiciones dictatoriales. Volvemos a la pregunta, merece la permanencia en el Euro tamaña pérdida de soberanía de los países miembros? Merece el Euro tantos sacrificios, merece tanta arbitrariedad? A quién beneficia todo este despropósito? Son los trabajadores culpables?