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Amy Martin, la escritora

24/01/2013 Decía Giovanni Papini, que cualquier hombre por vulgar que fuera, si es capaz de contar su vida, escribiría la más grande novela jamás escrita, y en ese camino hemos descubierto a la señora Zoe Alameda

El desaguisado de la Fundación Ideas (PSOE), me recuerda largas tardes de discusión con mi padre, sobre la vida y obra de Giovanni Papini. Fue Papini primero ateo y después converso, fascista, creyente e irreverente, pero por encima de todo un escritor ameno, de gran imaginación y polemista, pero a pesar de ello, es un escritor desconocido incluso en algunos círculos intelectuales, más de una vez me he quedado de piedra, al citarlo y comprobar que mis contertulios desconocían su obra. A la señora Zoe Alameda, no se le conoce obra, no se conoce su origen social y mucho menos su militancia política.

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A pesar de todo ello, figuraba bajo el seudónimo de Amy Martin, entre los ideólogos de la Fundación Ideas del Partido Socialista Obrero Español, la factoría del pensamiento de los socialdemócratas españoles, según su propia descripción. Nuestra sociedad atraviesa un momento preocupante, muy preocupante, en cuanto toca al pensamiento, al papel de los intelectuales y a la seriedad y honestidad de los que escriben. No me cansaré de denunciar el creciente servilismo de muchos intelectuales, que escriben a sueldo y dictado del pensamiento único impuesto por las clases dominantes, amoldando sus escritos a la conveniencia del Poder. Lo que se ha destapado en la Fundación Ideas es muy grave, porque viene a descubrir por un lado la falta de rigor con el que se tratan los asuntos ideológicos en la socialdemocracia y por otra parte la falta absoluta de control sobre la élite que dirige en pensamiento y la difusión de ideas entre sus dirigentes. No les vamos a pedir que la señora Zoe sea una Kolontái, ni mucho menos una Rosa Luxemburgo, pero por lo que conocemos de la señora Zoe, que es nada, resulta increíble que sucedan cosas como esta. A la vergüenza de lo corrupto del caso, se suma la desvergüenza de pagar a una escritora de origen desconocido, para que ilustre a la socialdemocracia española en tiempos de crisis ideológica y de escasos recursos teóricos, a una ya de por

sí perdida socialdemocracia, con claros síntomas de descomposición.

No voy a citar a nadie, me daría vergüenza

Ignoro las capacidades innatas que pueda tener la señora Zoe, he leído uno sólo de sus artículos y sinceramente no aporta nada al debate o a la orientación política, es una simple recopilación de datos periodísticos del género "copy past" tomados de cualquier fuente, al que nos tienen acostumbrados los periodistas mediocres. Por consiguiente, a mi modo de ver, estamos ante un caso de corrupción, chapado en oro, por el alto precio que le han pagado por sus mediocres artículos y envuelto en papel cuché, con dedicatoria literaria. La falta de honradez de los intelectuales es peor que el mayor de los escándalos de corrupción que puedan provenir de los políticos. Parafraseando a más de uno de ellos, conviene recordar que un intelectual es un obrero de la palabra, un trabajador de las ideas, un creador del pensamiento. Pero nada de eso se puede esperar de una socialdemocracia que parece haber tomado gusto por restregarse en el lodazal de la corrupción y se ahoga por la falta de ideas, traicionando sus propios pensamientos. Los cien años de honradez, se

dilapidaron, se perdieron en el tiempo… por la avaricia del Poder.