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El ruso Gerard Depardieu

04/01/2013 El asunto del ciudadano Gerard Depardieu, es un fiel reflejo de la situación por la que atraviesa la vieja Europa y sus ciudadanos, por eso convendría detenerse a reflexionar sobre la actuación del ciudadano Gerard Depardieu

Sabemos que Julio Cesar se equivocó al llamar galos a todos los franceses, ya que los galos eran una tribu celta y los celtas poblaban por aquel entonces buena parte de la las islas británicas y gran parte de la península ibérica. De ello podemos deducir que Obélix Depardieu, es algo así como un ciudadano común de la vieja Europa, lo que le ha hecho merecedor como actor, a más de una docena de candidaturas a los Césares de los cuales obtuvo dos. El ciudadano Gerard Depardieu, es el actor mejor pagado de Francia, donde le concedieron La Legión de Honor y la Orden Nacional del Mérito, fue condecorado como Caballero Honorario de la Orden Nacional de Québec y cuenta con

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viñedos, restaurantes y hoteles en varios países, es decir que además de noble actor es un empresario multinacional al que se le calcula una fortuna de unos 120 millones de dólares. Ha tenido el detalle de ayudar económicamente al PCF, a los verdes y apoyó a Mitterrand, pero también se volcó apoyando públicamente a Nicolas Sarkozy y pronto lo veremos en las pantallas protagonizando a DSK, haciendo de Presidente del Fondo Monetario Internacional. Su representación del ciudadano Jean Valjean, en Los Miserables de Victor Hugo, le ha servido para algo más que ganar dinero como actor, ha aprendido a escapar de la justicia, haciendo falsa caridad como los fariseos, ha utilizado su fama y sus gestos cara a la galería para ampliar sus privilegios y esconder una fama ganada a pulso (según sus enemigos) de alcohólico pendenciero.

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En tiempos revueltos, confusos, ideológicamente, cuando los trabajadores son reducidos a la condición de parias, mientras los ricos se hacen más ricos, el ciudadano Gerard Depardieu se va de su país, para no contribuir con el Estado francés y el zar de todas las rusias Bladimir Putin, le concede la nacionalidad rusa, en un gesto de solidaridad internacionalista, dándole la

bienvenida al selecto club de los corruptos de Europa, donde todo vale con tal de mantenerse en la cresta de la ola. Y no es que el señor Hollande, sea un izquierdista consumado, lejos de ello el señor Hollande, se autodefine como liberal progresista, es decir que está a la derecha de Felipe González, que se autodefine como demócrata progresista. De todo lo cual cabe deducir, en libre interpretación, que el ciudadano Gerarde Depardieu es un golfo insolidario, carente de escrúpulos, sin conciencia nacional, al que le da lo mismo ser francés que ser ruso: es la personificación del Capitalismo Salvaje, es el Capitalismo Salvaje personificado. Las gentes de la prensa canallesca ya tienen un modelo, un metro patrón que ya no está en París, pero que cuenta con pasaporte Ruso y se puede permitir todas las bravuconadas peliculeras que le venga en gana. Por su parte el señor Bladimir Putin, ha dejado bien clara su catadura ética y falta de estética, con gentes como estas la humanidad se desliza por las laderas de la barbarie y el estiércol.