ESTRUCTURACIÓN DE LOS EQUIPOS
niería, benchmarking, etcétera. A los niveles de dirección corresponde definir con la mayor precisión posible ese objetivo. En la sección anterior señalamos la importancia decisiva de este asunto: «sin un objetivo definido, es imposible que un equipo produzca resultados realmente productivos y eficaces». A este respecto, los problemas que se presentan con mayor frecuencia son:
¡CUIDADO!
• Definición de objetivos muy vagos y poco precisos. • Asignarle a un único equipo un número excesivo de objetivos al mismo tiempo.
En el trabajo en equipo, como en cualquier otra área de la empresa, cuanto más precisos y concretos sean los objetivos, más fácil será alcanzarlos. A su vez, si un equipo pretende alcanzar al mismo tiempo una multiplicidad de objetivos es muy posible que termine sin alcanzar ninguno de ellos o que, en el mejor de los casos, logre resultados mediocres en todos ellos.
2.6. Ámbito de actividad La conjunción de los aspectos antes señalados (autoridad, delegación, integración, objetivos) debe conducir a una definición muy precisa del «ámbito» en que deberá trabajar el equipo. Es lo que también se conoce como «gestión de los límites externos» del equipo. Es decir: 36