Londres 01

Page 39

JACQUIE D'ALESSANDRO

DESPIERTOS A MEDIANOCHE

—Sus deudas pasaron a ser las mías cuando murió. —Los pecados del padre —se lamentó Daniel con una mueca amarga que estropeaba su habitual gesto amable—. Aun así, no hay motivo para que tengas que casarte tan rápidamente. Tómate más tiempo, al menos hasta encontrar una heredera que te sea tolerable. Matthew negó con la cabeza. —Se me acaba el tiempo. —Entonces quizá deberías haberte pasado el último año buscando a esa esposa que tanto necesitas en vez de encerrarte aquí, buscando algo imposible de encontrar. Algo que lo más probable es que ni siquiera exista. —Puede que tengas razón. Puede que no exista. O que si lo hace, no lo encuentre nunca. Pero dada la libertad que obtendría si lo encontrara, tengo que seguir buscando. Y además... —Fue algo que te pidió tu padre en su lecho de muerte. Lo sé. Pero, por el amor de Dios, Matthew, ¿vas a dedicar tu vida a satisfacer las egoístas peticiones de un hombre enloquecido por el dolor que se pasó sus últimos veinte años intentando hacerte sentir culpable? —Lo miró fijamente—. La promesa que consiguió arrancarte sobre esa misión imposible es otra manera más de controlarte desde la tumba. Lo que sucedió no es culpa tuya. Has pasado los últimos años pagando por algo que fue un accidente, intentando satisfacer a un hombre para el que ninguna disculpa fue suficiente. Matthew tensó los hombros en un vano intento de protegerse de la culpa que lo invadió. Imágenes que tan inútilmente se empeñaba en poder olvidar desfilaron como un relámpago por su mente, bombardeándole y atormentándole, y cerró los ojos para intentar borrarlas. —Tu padre ha muerto, Matthew. —La serena voz de Daniel lo sacó de sus dolorosos recuerdos—. No puedes seguir culpándote eternamente... No hay nada que puedas hacer, salvo vivir tu vida. Como tú desees. Matthew abrió los ojos y clavó la mirada vacía en el fuego de la chimenea, imaginando que era la entrada al infierno. —No seré libre hasta que no cumpla las promesas que hice. Hasta que encuentre lo que busco... —Una tarea imposible... y eso si existe. —... y casarme antes de un año. —Una ridícula petición. —No para mi padre, estaba desesperado por que tuviera un hijo. Soy el último de los Devenport. —Sintió un nudo en el estómago al pronunciar las palabras, casi atragantándose con ellas, y se forzó a alejar la desconsoladora imagen de James de su mente—. Ésa fue la última petición de mi padre. —Y tan irrazonable como las demás peticiones que te hizo durante años. — Daniel lo taladró con la mirada—. Está muerto, Matthew. No lo sabrá. Una miríada de emociones abrumaron a Matthew. Se inclinó hacia delante, colocó los codos en las rodillas y se pasó las manos por la cara. —Me avergüenza admitir cuántas veces me he dicho eso mismo: «no lo sabrá». - 39 -


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.