Amanda Seyfried S

Antes de ser actriz, Amanda trabajó como modelo desde los 11 años. Dice que le alegra ver que ahora hay más inclusión; sin embargo, aclara que todavía falta mucho camino por recorrer, aunque se siente feliz de trabajar con Lancôme porque es de esas marcas que están haciendo un esfuerzo visible por tener un concepto amplio, diverso, integral e inclusivo de belleza.

Su primer recuerdo relacionado a este mundo es quitarle la máscara de pestañas a su hermana para llevársela al colegio y ponérsela en el baño cuando estaba en sexto grado. Asimismo, confiesa que su labial favorito siempre será uno rojo y, por supuesto, siempre usa los de Lancôme tanto en sus salidas personales como en las alfombras rojas.

A sus 37 años, y a pesar de todos los trasnochos y maquillajes pesados inherentes a su carrera, tiene un rostro espectacular. ¿Cómo lo logra? Una mezcla de llevar un estilo de vida saludable y tranquilo cuando no está en grabaciones (por eso decidió vivir en una granja) y usar los productos adecuados.

Su actual consentido es el Rénergie H.C.F. Triple Serum de Lancôme porque mezcla tres ingredientes que ella adora en un solo producto: ácido hialurónico, Vitamina C + Niacinamida y ácido ferúlico, los cuales ayudan a aportar firmeza a la piel, así como a reducir la apariencia de manchas y arrugas.

Según la Directora General de Lancôme Internacional, Françoise Lehmann, “éste es el primer serum que une dermoactivos que, hasta ahora, eran considerados incompatibles. Se combinan en una triple dosis y están calibrados en una concentración óptima para ayudar a cuidar y restaurar el potencial regenerativo completo de la piel, capa a capa. Es ultrasensorial y hablan de una eficacia por encima de la media”.

De La Vida Real A La Pantalla

The Dropout es la miniserie que le ha permitido llevarse el Golden Globe Award, el Critics Choice Award y, al momento de la redacción de este artículo, la nominación a los SAG Awards como Mejor Actriz de una Serie Limitada.

Allí le da vida a Elizabeth Holmes, una polémica estudiante de química y emprendedora de Silicon Valley que creó una máquina con su compañía Theranos con la promesa de poder hacer cualquier tipo de análisis de sangre en cuestión de horas y con apenas unas gotas de muestra sacadas de un pinchazo en un dedo.

Su empresa llegó a estar valorada en algún momento en US$9.000 millones, celebridades hablaban de su máquina y Holmes llegó a estar incluso en la portada de la revista Forbes por ser la primera mujer en alcanzar una fortuna mayor a los mil millones de dólares por sí misma; sin embargo, los empleados de su misma empresa se dieron cuenta de las inconsistencias de la máquina y el mal uso que se le estaba dando, así que alzaron la voz y acusaron tanto a Theranos como a su directora ejecutiva de mentir a los clientes e inversionistas.