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Viernes 23 de noviembre de 2012
Martín Bernardo Sutti Courtade es despojado de sus empresas mineras
In memoriam: su verdad
¡La Infamia!
MARIO DOMÍNGUEZ | NTR
C
omo usualmente lo hacía en días hábiles, Martín Bernardo Sutti Courtade, geólogo y empresario minero, llevó a su nieta María José a la escuela después de prepararle su desayuno. Regresó a casa unos momentos y después fue a su negocio, ubicado en Paseo de Bernárdez 59, de exclusiva zona residencial en Guadalupe. Fue el martes 27 de marzo del año que está por concluir. Alrededor de las 11:30 horas llegó ante él Gilberto Zapata Castañeda, a quien conoció hace aproximadamente 10 años, pues lo preparó y empleó como contralor general de varias empresas mineras. A Zapata se le construyeron nuevas oficinas e igualmente le cubrieron sus estudios con beca de maestría en una universidad de Texas, aunque él dice que fue la empresa norteamericana Sterling Manning, pero a ésta la representaba aquí Martín Sutti, y, además, pagó sus viajes de prácticas a China y a Japón. Zapata le indicó que había dos personas en el sótano, en donde estaba un vehículo Jeep, Grand Cherokee, 2009, que Sutti pensaba vender, y lo invitó para que se los mostrara. Sin más, uno de los tipos se le echa encima, le tapan la boca, y en la nariz le colocan estopa con éter. Le vendan los ojos, lo esposan y de inmediato lo tiran sobre el vehículo y escapan con rumbo desconocido, mientras que Sutti permanecía inconsciente. Al volver en sí, logró percatarse de que se encontraba en el Centro de Rehabilitación Nueva Esperanza, donde varias personas lo condujeron a un cuarto y lo incomunicaron, sin saber que requería medicamentos para controlar la presión arterial, no porque padeciera alcoholismo, y sin los cuales podía morir en cualquier momento o sufrir un derrame cerebral. En días posteriores incluso presentó edema de extremidades inferiores y desajustes metabólicos, de acuerdo con el diagnóstico del médico Jaime Michel de la Peña, muy reconocido en Guadalajara, donde goza de gran prestigio. Sutti pidió explicaciones a los empleados del centro de rehabilitación y le respondieron que ellos sólo acataban órdenes. Una vez que se hizo presente quien aparece como director, Agustín Martínez Torres, dijo que lo habían internado por pedimento de su hijo Piero Sutti Keyser, pero quien curiosamente no firmó la hoja de ingreso por tener una emergencia en Kansas, donde radica. En cambio, lo hicieron dos ajenos a la familia: Gilberto Zapata Castañeda y Víctor García Collado. Ambos aseguraron a este reportero en entrevista, sin cámaras ni micrófonos de por medio (el español Collado lo pidió), que Martín tenía problemas severos de alcoholismo y traía un real desorden administrativo y
pagaba de las empresas a sus novias; que a sus esposas las golpeaba, ante lo cual el aludido dijo en su momento: “pregúntenles a ellas, a ver cuándo me demandaron por una situación de esa naturaleza”. Y remató: “no existe un minero al que no le gusten las mujeres y no tome vino, ahí lo dice el dicho: quiéreme, chiquitita, que por ti ando en la humedad”. En Zacatecas, sus amigos no recuerdan que haya sufrido un accidente automovilístico por exceso de alcohol en las venas, a pesar de que ha manejado en más de 50 países de Europa, Centro y Sudamérica y en algunos tan lejanos, como Rumania, aunque, a decir verdad, en Suiza sí tenía un registro por exceso de velocidad. Conducía a 119 kilómetros por hora cuando el límite es de 100, y una infracción más en Texas por darse vuelta en lugar prohibido, pero hasta ahí. En rehabilitación… Al día siguiente de que fue internado, llegó un médico hasta donde estaba privado de su libertad Sutti Courtade, lo valoró como si se tratase de un paciente alcohólico y le mandó hacer análisis. Ya con el resultado en mano, recomendó al personal del Nueva Esperanza que se le dejara en libertad, pues los análisis habían salido negativos. Llegó una psicóloga para hacerle preguntas absurdas y sus conclusiones fueron similares a las del médico. Tres días después se le dejó partir, luego de haber firmado (con garabatos) que no pro-
cedería ante instancia alguna por la reclusión indebida; de allí se fue al banco a cancelar tarjetas de crédito. El director del Centro Nueva Esperanza –quien ha sido demandado por fraude y lesiones en más de una ocasión, e incluso las autoridades cuentan en el historial recomendaciones enviadas por la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH)– dijo ante el agente del Ministerio Público que se le liberó debido a que presentaba otro problema de salud que requería atención inmediata. Curiosamente, el 2 de abril se convocó a una asamblea de socios de las empresas de las que Martín Sutti era socio mayoritario y administrador y el aviso se publicó en algún medio local desde febrero, pero nunca le avisaron. Estaba en juego un fuerte capital, y aunque Martín se presentó, no lo dejaba pasar un empleado de Seguridad Industrial Omega, por lo que lo empujó y, al entrar, vio a su empleada Susana Jiménez llorando y le dijo que ella no sabía nada de lo que estaba sucediendo. Es en esa junta de “socios” en la que se le informó que decidieron cambiar los domicilios fiscales de la empresa a la ciudad de México. Ahí mismo se topó con el español Víctor García Collado, quien era representante de una de las empresas que financiaría la exploración de terrenos con probabilidades de yacimientos importantes de litio, y le dijo que ya todo es-
taba arreglado con la policía. Por ello acudió con el notario público 7, Tarsicio Félix Serrano, para cancelar poderes que le había otorgado en su calidad de administrador único y presidente del consejo de administración, y le pidió que diera aviso a los señores Piero Sutti Keyser y a Gilberto Zapata Castañeda. A Piero lo desconoce, además, como heredero universal; era a su hijo menor a quien tenía como beneficiario único de todas sus propiedades y recursos, pero ahora serían para una asociación de ayuda a niños con síndrome de Down. También procedió a levantar una denuncia por secuestro, privación ilegal de la libertad, robo y otras derivadas, hasta sumar 19; seis por la vía penal y las otras, mercantiles y civiles, todas en contra de Piero Sutti Keyser, Gilberto Zapata Castañeda y el español Víctor García Collado. Argumentaba que nunca se le informó de los cambios que sufrirían las empresas ni de avalúos, los que modificaron a su gusto, aunque luego declaró Piero Sutti ante un Tribunal Mercantil que su padre sí estaba enterado. Sutti Courtade sostuvo que se le quiso despojar por Gilberto Zapata de una cuenta (número 4123029111) en el Falcon International Bank, de Mc Allen, Texas. Y, además, que no sabía de asambleas generales ordinarias y extraordinarias de accionistas de la persona moral Piero Sutti Sociedad Anóni-
ma de Capital Variable, con fecha 7 de marzo de 2012, celebrada ante Zita Lucía Arellano Zajur, notaria pública 29, y la que tuviera verificativo el 2 de febrero de 2012, en la que fue relevado del cargo de administrador único, quedando en el nuevo consejo de administración José de Jesús Parga Pérez como presidente; Gilberto Zapata Castañeda, como secretario; y Piero Sutti Keyser, como tesorero. De otras seis empresas Gilberto Zapata Castañeda aparece ahora como presidente del consejo de administración. Martín Sutti denunció que de su casa le robaron, mientras estuvo en el centro de rehabilitación, una barra de 10 onzas troy de oro, cinco monedas de una onza troy, papeles y escrituras, facturas, así como 17 mil dólares americanos; un teléfono, una cadena, un reloj Rolex y 10 mil pesos. Ante el agente del Ministerio Público, Gilberto Zapata y Víctor García Collado aceptaron que entraron al domicilio por “unas pastillas que necesitaba Martín”. Sutti fue removido como administrador único y socio mayoritario (contaba con 60 por ciento de las acciones) y le disminuyeron el valor de éstas a cifras ridículas, por supuestamente disponer con irresponsabilidad del patrimonio de las empresas Piero Sutti, Litio Mex, VMS Mex, Argau, Coazinc, Atanu Mex y Reina Mex.
Y como varios productos y bienes muebles e inmuebles han estado a nombre de la empresa Piero Sutti, y como Martín Sutti, con más de 45 años en la actividad minera, abarcando todos los campos, y quien las fundó y sacó adelante ya no era socio mayoritario, los otros tres personajes los han recuperado y dado uso y destino. Con relación al caso, el procurador Arturo Nahle García afirmó que Martín fue recluido en un centro de rehabilitación por un problema de adicción, cuando consideraron que tocaba fondo, que traía un desorden administrativo y financiero y que fue a solicitud de su hijo Piero: “él interna a su padre”, dijo el fiscal. Acerca de que fue secuestrado y privado ilegalmente de la libertad, Nahle afirmó: “no es verdad; fue internado en un centro de rehabilitación y eso está demostrado”. Y en torno al robo de sus pertenencias, subrayó: “no lo robaron porque los bienes eran y siguen siendo de las empresas; simplemente tú (Martín Sutti) ya no eres el presidente, ya no manejas ni representas legalmente a la empresa, porque la mayoría de los accionistas te revocaron”. Con 69 años de edad, Martín Sutti en tres ocasiones contrajo nupcias y procreó cuatro hijos en su primer matrimonio; y son: Martín, Doménica, Geovanna y Piero. Fundó diversas empresas reconocidas, como Dolores, Angustias y Anexas, pero ahora son sólo siete, en donde las autoridades mercantiles dirían la última palabra, si continuaba o no como socio mayoritario. De lo mucho en juego que logró salvar y recuperar hay una mina de nombre El Santín, en Guanajuato, que le escrituró su tía Sara; una marmolería en Calera, Zacatecas; un terreno en La Gallega, con 70 mil metros cuadrados; otro rancho en General Pánfilo Natera, con 140 hectáreas de riego, y estaba en disputa de aproximadamente 100 mil hectáreas de concesiones mineras en Zacatecas, San Luis Potosí, Coahuila, Jalisco y Michoacán. Roberto Salcedo ha sido su abogado en estos casos y Tarsicio Félix Serrano el notario quien le ha certificado sus documentos y hechos. Sobre su salud, fue intervenido, al detectarle un padecimiento de cáncer por el médico Severino Ruiz Rivera, quien le retiró dos terceras partes de un pulmón en el sanatorio San Francisco, de la ciudad de Guadalajara, Jalisco. Tenía problemas cardiacos a consecuencia del secuestro y por ello se le practicaría una cirugía a corazón abierto, para colocarle algunas válvulas. Una pregunta queda ahora en el aire: ¿se hará justicia a Martín Sutti como socio mayoritario de las empresas que él fundó y de las que dependen cerca de 400 personas, o simplemente se le dará carpetazo al asunto luego de que el miércoles de la semana que concluye falleció a consecuencia de broncoaspiración (según el reporte médico) en un bar de la zona conurbada? Alguna de las últimas frases que dijo a sus más cercanos amigos, ante el cúmulo de infamias de que se sentía víctima, fue: “me ando cuidando de mi propia sombra…”. (QEPD).