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“Un crimen contra la nación”, los nuevos libros, alertan expertos
cambio radical en la práctica de la enseñanza y en la manera de educar a niñas, niños y adolescentes”.
Señalaron que, debido a que el nuevo modelo educativo que busca imponer el gobierno de Morena es de “una visión doctrinaria, antimoderna, que se opone a las instituciones democráticas y niega el respeto a los derechos universales de cada niño o persona”, hacían un llamado a “maestros y padres de familia a que se opongan a esta arbitrariedad”.
También, desde la tribuna de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, diputados y senadores del PAN, PRI y PRD, exigieron llamar a comparecer de inmediato a la secretaria de Educación, Leticia Ramírez, y otros de plano exigieron su renuncia, junto con Marx Arriaga, el responsable de los materiales educativos.
Buscan imponer una visión doctrinaria, que se opone a las instituciones, señalan
“Estos libros son tóxicos, le hacen daño a los niños; son chafas, hechos por personas chafas que quieren generar una niñez que no produzca, que no sea independiente, que dependa lastimosamente de un gobierno. Pero no se los vamos a permitir”, criticó la senadora del PAN Kenia López, acompañada de legisladores de su partido con pancartas con la consigna de “con los niños no, Presidente”.
VÍCTOR
CHÁVEZ vchavez@elfinanciero.com.mx
Las protestas y reacciones en contra de los nuevos libros de texto gratuitos de la SEP arreciaron ayer, y especialistas en educación llamaron a evitar “un crimen contra la nación” e impedir su distribución.
Desde la tribuna de la Comisión Permanente del Congreso, diputados y senadores advirtieron también que son libros “tóxicos y chafas” que sólo “enseñan a odiar a la gente” con
ACUSA CAMPAÑA DE FAKE NEWS sus contenidos ideológicos.
En respuesta, legisladores de Morena estimaron que los reclamos de la oposición “son estrategias políticas y electoreras cuando se ansía un cargo de elección popular”.
En un desplegado público con 255 firmas, especialistas en educación, académicos y diversas figuras públicas –entre ellas Eduardo
Backoff, Carlos Ornelas, Gilberto Guevara Niebla, José Ramón Cossío y José Woldenberg– se mostraron en contra de la distribución de los libros, al advertir que “el gobierno está a punto de consumar un nuevo crimen contra la nación”.
Alertaron que, “en poco tiempo, violando el mandato de suspensión dictado por un juez, se impondrá en