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El perro de las dos tortas

EL PRESIDENTE ANDRÉS Manuel López Obrador salió ayer a dar su conferencia mañanera de malas. Apareció con un retraso de casi 40 minutos. Y no era para menos.

Media hora antes de las 7, Citigroup empezó a distribuir su comunicado por todo el mundo, en el que informaba que ya no vendía Banamex, lo blindaba y lo sacaría a bolsa hasta el 2025.

El anunció cayó como cubetazo de agua helada porque echó por tierra las intenciones del tabasqueño de que su gobierno de la 4T pudiera adquirirlo, lo que habría sido desastroso para el sistema bancario.

El inquilino de Palacio Nacional no creyó, como casi todos, lo que Germán Larrea dijo a sus cercanos el viernes, horas después de que unos 70 marinos le tomaran sus instalaciones de Ferrosur.

Eso de no pagar 7 mil millones de dólares por algo que mañana me puedan quitar, puso punto final a una larga travesía de año cinco meses, afectada por la intromisión gubernamental que derivó en una expropiación.

Al quedarse sin comprador, Citi selló a Banamex: si no fue Larrea, no será el gobierno. Y es que el martes López Obrador soltó dos datos en su conferencia que prendieron las alertas en el equipo de Jane Fraser

Punto uno: el entusiasmo de que Larrea se desistiera, “una volada”, porque nos interesa comprar a través de una Asociación Pública-Privada. Y punto 2: vamos a cobrar 2 mil millones de dólares de impuestos.

Pues ni lo uno, ni lo otro: ante el retiro del dueño del Grupo México el tabasqueño pensó que podía entrar al quite: “no hay pierde, porque es un negocio redondo”; “tienen que pagar 2 mil, o un poco más, de impuestos”.

Con tales señales los financieros de Citi en Nueva York reaccionaron y tomaron la decisión de vender vía Oferta Pública Inicial (OPI), proteger Banamex de una nueva oferta particular y relanzar su venta hasta 2015.

En este desenlace todos perdieron: Larrea por perder la oportunidad de hacerse del banco, López Obrador que ni podrá comprar ni cobrar los impuestos y el país porque se manda una pésima señal a los inversores.

El gobierno de la 4T, como el perro de las dos tortas.

LAS APARICIONES DEL ex Jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo Garza-Madero, son infructuosas. No sabemos si en realidad Andrés Manuel López Obrador lo llama para que, en su calidad de enlace con los grandes empresarios, actúe como apagafuegos, o es él mismo quien se ofrece para intermediar en los grandes conflictos. El caso es que se le vio salir de Palacio Na cional el martes tras una reunión en la que estuvieron el presidente y el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, con representantes de Germán Larrea, para encontrar una solución a la toma de los marinos de las instalaciones de Ferrosur. “Gracias a Dios que todo se debe arreglar y todo se va arreglar”. Y esa misma noche alguien filtró una mentira: que ya había un acuerdo, que el gobierno aceptaba indemnizar a Larrea con 7 mil millones de pesos y que se anunciaba en la conferencia mañanera del miércoles. Para nada. López Obrador no le va pagar ni un peso a Larrea. Lo que su gobierno ofrece es ampliarle concesiones mineras y prorrogar concesiones en su negocio de los ferrocarriles. Nada más. Y la 4T toma el control definitivo de la ruta Medias Aguas-Coatzacoalcos.

CARTOGRAF FINALMENTE LOGRÓ firmar un convenio de espera o stand-still con sus acreedores. Le informé no hace mucho que se trata del principal productor de cartón en el país. La fábrica, de las más modernas que existen en el continente, está ubicada en San Luis Potosí. Su accionista mayoritario, Juan José Páramo Riestra, adeuda cerca de 200 millones de dólares. Ya se tiene a un potencial comprador que presentó una oferta por alrdedor de 110 millones de dólares por la factoría, recursos con los que se liquidarán a Santander de Felipe García Ascencio, Scotiabank de Adrián Otero, HSBC de Jorge Arce, Bx+ de Antonio del Valle, Actinver de Héctor Madero y Comerica Bank. El que al parecer no se subió al acuerdo fue Banorte, que comanda Carlos Hank González.

Carlos Hank González

PUES NADA, QUE al parecer el Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), de Laura Diez Barroso, ya no comprará el Aeropuerto Interna cional de Toluca (AIT). Había el interés de esa empresa dirigida por Raúl Revuelta por hacerse de esa terminal, que a su vez dirige Hugo Alberto Delgado

Sin embargo, en la última reunión de inspección se detectaron tantas anomalías que llevaron a GAP a desistirse de sumarlo a su red de aeropuertos. El AIT es 49% de Aleática que capitanea Rubén López, 26% del gobierno del Estado de México que encabeza Alfredo del Mazo Maza y 25% de Aeropuertos y Servicios Auxiliares que conduce Oscar Agüello

Mayores ganancias. Las empresas que impulsan las prácticas éticas, medioambientales y laborales dentro de sus cadenas de suministro son más rentables.

Viabilidad. Con esto se obtienen márgenes de tres a cuatro puntos porcentuales por encima de aquellas que no tienen en cuenta los criterios ESG de sus proveedores.

Revela Estudio

Ganan más con criterios "verdes"

HÉCTOR USLA husla@elfinanciero.com.mx

Los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG por sus siglas en inglés) están directamente relacionadas con una mayor rentabilidad financiera y el crecimiento de las empresas, reveló un estudio realizado en conjunto por Bain & Company y EcoVadis.

“Nuestros datos muestran que los resultados ESG positivos son un rasgo de empresas exitosas, lo que debería animar al sector privado y a los inversionistas a apuntar sus esfuerzos hacia este camino. Esperamos que este enlace siga fortaleciéndose a medida que los datos sobre las prácticas ESG se vuelvan más ricos y matizados”, dijo Axel Seemann, socio asesor de Bain & Company.

El documento evaluó el impacto de estos criterios en 100 mil empresas, de las cuales el 80 por ciento pertenecen al sector privado. Esta investigación ofrece nuevas perspectivas sobre las ventajas de las estrategias ESG para el desempeño de las empresas privadas, y subraya la necesidad de destinar un capital de inversión para atender dichos criterios.

La investigación reveló cómo diversos aspectos como la implementación de prácticas para reducir el carbono y mejorar la diversidad, equidad, inclusión o la integración de la sostenibilidad en los procesos de gestión y procuración de sustentabilidad, influyen directamente tanto en los resultados ESG, como con los rendimientos financieros, según datos de EcoVadis.

También afirma que el uso de fuentes de energía renovable impulsa los márgenes de EBITDA.

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