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Dime cómo designas y te diré cómo gobiernas
from MAZATLÁN 140523
by Noroeste
FUNDAR
Hace unos días, las dos Cámaras del Congreso de la Unión concluyeron su periodo ordinario de sesiones, lo que también significó el fin de las oportunidades para que el paquete de designaciones para distintas altas responsabilidades públicas se definiera. Paradójicamente, parte del Senado de la República sí tuvo oportunidad de aprobar más de veinte reformas “prioritarias” para el Gobierno Federal en cuatro horas. Tiempo récord para los anales legislativos, como lo es también el número de días (1) que llevan sin resolver 17 vacantes pendientes en nueve de las 19 instituciones que observamos. (2) Para contextualizar, el periodo que inició el primero de febrero pasado registraba un acumulado de 18 designaciones rezagadas de años anteriores. Una, la del Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA) desde 2016; cuatro en la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH); tres en el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT); dos en la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), en el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y
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Personales (Inai) y en la Comisión de Selección (CS) del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), y una en la Comisión Reguladora de Energía (CRE), el Tribunal Superior Agrario (TSA), el Consejo de la Judicatura Federal (CJF) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Más siete calendarizadas -por el término de las responsabilidades- entre febrero y abril, a saber: la del Comité de Participación Ciudadana (CPC) del SNA, otra en el INAI, cuatro en el Instituto Nacional Electoral (INE) y una extraordinaria por cuestiones de haber llegado a la edad de retiro, renuncia o defunción en el TSA. Es decir, un total de 25 designaciones. (3) Sin embargo, y en sintonía con la procrastinación aguda que les ha caracterizado en esta materia, sólo resolvieron ocho de este conjunto de 25: dos de la Cofece, pendientes desde 2021 y a raíz de una sentencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que le ordenó al Ejecutivo Federal enviar las propuestas respectivas; una en la CRE (2020) y en la CNH (2022), y las cuatro para el Consejo
Puerto Viejo
Mala señal...
En su página electrónica el máximo tribunal de la nación, representante del Poder Judicial de la Federación, se autodefine de la manera siguiente: “La Suprema Corte de Justicia de la Nación es el Máximo Tribunal Constitucional del país y cabeza del Poder Judicial de la Federación. Tiene entre sus responsabilidades defender el orden establecido por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; mantener el equilibrio entre los distintos poderes y ámbitos de gobierno, a través de las resoluciones judiciales que emite; además de solucionar, de manera definitiva, asuntos que son de gran importancia para la sociedad. En esa virtud, y toda vez que imparte justicia en el más alto nivel, es decir, el Constitucional, no existe en nuestro país autoridad que se encuentre por encima de ella o recurso legal que pueda ejercerse en contra de sus resoluciones”.
En cumplimiento de su misión, el tribunal superior del país, declaró como inconstitucional la primera parte del llamado plan B presidencial, a través del cual, el Ejecutivo Federal pretendía darle un vuelco al tema electoral del país. La parte repudiada fue la que procuraba darles cancha libre a los gobernantes para expresarse libremente sobre los actores de las contiendas electorales, así como el considerar como falta no grave la utilización de recursos en favor de campañas de funcionarios públicos, con fines electivos.
La determinación de la Suprema Corte de Justicia, desató la furia del
El Octavo D A
JUAN JOSÉ RODRÍGUEZ domicilioconocido@icloud.com
General del INE (2023) por parte de la Cámara de Diputados mediante insaculación, es decir, vía sorteo. (4) Lo anterior, deja un saldo de 17 designaciones pendientes aún. De las cuales, ocho están en la cancha del Senado de la República, ocho más siguen en espera a que el Ejecutivo envíe sus propuestas al Senado y una última recae en el ámbito de la CS, con un retraso de 94 días. ¿Qué reflejan estos números? ¿Por qué pasan los días y no designan? ¿Qué repercusiones tiene esta situación? En primer lugar, pone de manifiesto un incumplimiento grave con sus obligaciones constitucionales y legales. Inadmisible en un Estado democrático de derecho. En segundo orden, estos desacatos injustificados y deliberados se traducen en una afectación al óptimo funcionamiento de dichas instituciones y, por lo tanto, a los derechos de las personas que deben salvaguardar y a la democracia misma. Por último, manda un mensaje fuertísimo a favor de la impunidad y las malas prácticas que se prometieron erradicar/transformar. El caso del Inai es uno de los más preocupantes y ha estado últimamente en la discusión pública. Pues la omisión del Senado de la República, que lleva más de 406 días sin resolver dos designaciones pendientes, ha resultado en la suspensión de la posibilidad de impugnar ante la negativa de información por parte de los sujetos obligados, dejando (a las personas) en un estado de indefensión, lo cual es sumamente grupo “morenista” en el poder y del propio Presidente de la República quien, sin ninguna pizca de respeto hacia los representantes del Poder Judicial, calificó a los nueve ministros que votaron en contra de la no procedencia de su iniciativa, como representantes del conservadurismo y hasta de rufianes. A la serie de descalificativos, el Presidente de la República, sumó la advertencia de que lanzará iniciativas para que la designación de los ministros de la Corte se haga por la vía de la votación popular y no a través del Senado de la República, encargado de valorar los antecedentes profesionales y personales de los aspirantes a formar parte de la Corte Suprema, lo cual, es correcto, ya que la plana de ministros no son representantes populares, sino censores de que gobierno y sociedad cumplan con los ordenamientos constitucionales. No me imagino en qué piensa el Presidente al plantear la posibilidad de una votación popular para la elección de ministros, en quién o quienes evaluarían la capacidad profesional de los aspirantes y quién les financiaría las campañas correspondientes, aspecto este último de alto riesgo, por la posibilidad de que se allegaran dinero sucio.
Por supuesto, y como parte de su argumentación y en sentido de explotar el resentimiento social que existe en contra de los privilegios que ha venido gozando la alta burocracia del país, el Presidente, en atinada estrategia política, ha puesto en la mesa pública los altos sueldos y prestaciones que gozan los representantes del Poder Judicial, así grave, sobre todo en un contexto de regresiones en materia de transparencia. Apenas en 2022, las inconformidades y negativas de información tuvieron un crecimiento inédito con más de 20,000 recursos. A lo que se suma el abuso de las declaratorias de inexistencia de la información, de reserva de esta y/o de incompetencia para resolver miles de solicitudes formuladas. Cada día que el Senado no resuelva las tres designaciones pendientes violenta el derecho a saber de la sociedad en su conjunto y beneficia a unos cuantos: a las y los poderosos. En una situación similar se encuentra el IFT, pues al no contar con su órgano de gobierno completo no puede resolver distintos temas sustantivos, pese a la controversia constitucional interpuesta el 22 agosto de 2022. El panorama actual es desalentador, a pesar de la activación de distintos mecanismos formales y de presión social para insistir en que cumplan con sus obligaciones básicas de designar, tanto el Ejecutivo Federal como el Senado ignoran, desoyen e infringen sin empacho alguno. Todo indica que el patrón de la llamada “Cuarta Transformación” es el incumplimiento y la acentuación de las malas prácticas que han prevalecido en las designaciones públicas, con la diferencia que, ya ni se toman el tiempo de designar. Por eso, desde el Observatorio de Designaciones Públicas seguiremos insistiendo en una política pública en materia de designaciones que cambie de fondo las reglas y diseños institucionales de cómo se realizan estas importantes decisiones. ¡Es urgente, es posible, es nuestro derecho!
#SinCuotasNiCuates
La autora es Marcia Itzel Checa Gutiérrez, coordinadora general del Observatorio de Designaciones Públicas (@designaciones), proyecto impulsado por Article 19 México y Centroamérica y Fundar, Centro de Análisis e Investigación, que tiene el objetivo de promover estándares de transparencia, participación ciudadana y rendicióndecuentasenlosprocesosde designación de altas responsabilidades públicas; y, generar una deliberación pública sobre la idoneidaddelosperfilesparacontribuir al fortalecimiento de las instituciones de México.
1 Ver aquí.
2 La base del universo de 19 instituciones prioritarias para el Observatorio de Designaciones Públicas comprende: ASF, Banxico, CEAV, CJF, CNDH, CNH, COFECE, CONEVAL, CPC y Comisión de Selección del SNA, CRE, FGR, IFT, INAI, INE, INEGI, SCJN, TEPJF, TFJA y TSA.
3 Desde el Observatorio de Designaciones Públicas reconocemos que hay muchos más procesos de designación pendientes, como las 44 magistraturas de salas regionales y tribunales estatales en materia electoral y otras tantas en órganos consultivos, pero sobrepasan el universo delimitado.
4 De acuerdo con lo establecido en el artículo 41 constitucional, fracción V, apartado A.
Bullying en los colegios
MALAGÓN como el acceso a viáticos, gastos de representación, escoltas y ayudantías personales, uso de vehículos de alta gama y de otros equipos que les pinta como favorecidos de una vida principesca. Y claro, lo son, comparada con la realidad de apreturas que vive la gran mayoría de la población.
Reproches por las prestaciones que reciben los integrantes de la cúpula judicial y los constantes señalamientos presidenciales que los acusan como enemigos del movimiento transformador de la
La palpitación, el espíritu y la enseñanza
El verdadero maestro no es solo un bastión, sino un rompeolas ante la marea humana de sus alumnos jóvenes: turbamulta de sueños vivos, jauría de hormonas buscando dónde afianzarse, un torbellino exacerbado gracias al genocidio de las redes sociales.
Aquí el profesor es el guía que trata de domeñar sus ansias de rebeldía. Todo a base de paciencia, firmeza, amor y pantalones.
Yo me siento impostor cuando me llaman maestro, aunque a lo largo de mi sobrevivencia me he dedicado de diferentes formas a la enseñanza y por variados momentos. Más bien he sido instructor, tallerista o profesor en diplomados, pero nunca había estado más de dos semestres seguidos en una escuela, tal como hacen los auténticos profesionales y apóstoles del aula. Para ellos es la carga más pasada y casi siempre reconocida a destiempo.
Fui alfabetizador a los 14 años, en una modalidad de clases dadas por una radionovela y a partir de ahí, entré a la farándula de la vida cultural mazatleca. El sociólogo Leo Díaz fue mi primer jefe en el INEA. Mis alumnos eran adultos de colonias emergentes, entre ellas la Francisco Villa y luego en Venustiano Carranza.
Ahí conocí a las volcánicas Sandra Jaime y Guadalupe Veneranda, por mencionar solo a dos compañeras quienes han seguido sin claudicar su apostolado en las aulas y la vida, tanto en teatro como las letras. Recuerdo con mucha luz esos dos intensos años. No sufrí mucho en esa etapa de alfabetizador. Muchos de los adultos tenían ya conocimientos generales de leer y escribir y habían dejado sus estudios desde niños para trabajar. Querían el papelito y habían sido convencidos de superarse, previamente, por entusiastas trabajadoras sociales.
Asistía en visita domicilia- ria por las tardes, a darles un repaso-clase luego de la radionovela. La mayoría terminaban siendo enseñados por su propios parientes, apenados de que un joven “profesor” fuese a sus casas a darle clase al papá o la abuelita. Yo a los 14 gastaba bigote cerrado y por mis modales me veía adulto.
Todos concluyeron su libro de enseñanza antes de tiempo, a solas o con ayuda de su familia. Las últimas semanas me quedaron casi libres.
Me trataban bien y no pocas veces me convidaban de sus humildes y sabrosas cenas. Muchos provenían de pueblos donde la gente importante y de respeto eran el cura, el médico y el maestro. Y para la mayoría, la motivación de salir fue darle educación a los hijos.
También pagaban bastante bien en INEA: dos mil pesos al mes. Ascendí luego a Organizador Regional porque algunos responsable anteriores a mi dejaron todo a medias y así gané seis mil. Una fortu- llamada 4T y, por ende, opuestos al bienestar social, han encendido los ánimos de los fanáticos del Presidente Andrés Manuel, de tal suerte, que han tomado actitudes agresivas en contra de ellos. na que se me iba en libros, entonces con un valor entre sesenta y trescientos pesos. Debo precisar que conocí el lado obscuro. Algunos instructores inventaban grupos o registraban amigos y familiares ya alfabetizados. Mi ética protestante tuvo que detener eso donde me tocaba... con los extraños sinsabores e incomprensiones que arrastra hacer lo correcto. Ya no volvería a ser profesor hasta los 24 años en la prepa nocturna Rosales, de cuyo edificio hoy agradezco haber sido director casi diez años, hoy Centro Cultural Universitario de la Universidad Autónoma de Sinaloa. Toda esta experiencia fue mi vida paralela en la formación literaria autodidacta. Soy comunicólogo por que en mi tiempo era lo mas parecido a letras. Los escritores en el aula somos docentes bastante peculiares y peligrosos. Hay testimonios de que Juan José
Mala señal, sin duda alguna, para la concreción de una transformación nacional, representa el desprecio manifiesto que expresan los hombres en el poder hacia el orden constitucional, así como el alentar el hostigamiento en contra de los garantes del mismo. ¡Buenos días!
Arreola, al impartir en la UNAM la materia de Literatura Medieval, convirtió a sus alumnos en expertos de dos temas muy extensos: la historia de Zapotlán el Grande y la historia de Juan José Arreola.
Cuando un alumno le exigió que retomara el programa, Arreola le aconsejó remitirse a los libros, que él sólo iba ahí a transmitir una pasión... ¿Será esa la verdadera y secreta obligación del docente? Hay un excelente poeta español poco atendido, Pedro Salinas, quien fue un eficaz profesor. Por más de 30 años trabajó en las aulas y agradecía esa estrecha convivencia con la lengua española. Sus alumnos decían que al impartir su cátedra comenzaba a elevarse, conforme iluminaba el recinto con conceptos y revelaciones, poseído por un ferviente amor a su apostolado.
En su libro Defensa del lenguaje dejó esta frase que es parte de mi credo y con gusto comparto para cerrar mi pública confesión: “Enseñar literatura ha sido siempre, para mí, buscar en las palabras de un autor la palpitación psíquica que me las entrega encendidas a través de los siglos: el espíritu de su letra”