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Declaran 7 días de luto nacional en Turquía
from MAZATLAN 070223
by Noroeste
NOROESTE/REDACCIÓN
MADRID/ADANA (Agencias)._ El Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha decretado este lunes siete días de luto nacional debido a los fuertes terremotos que han sacudido el país y que han dejado ya más de tres mil 400 muertos y 11 mil heridos, informan las agencias de noticias Europa Press y AP. Erdogan ha compartido una publicación en su perfil oficial de Twitter donde ha informado de que durante esta semana y hasta el 12 de enero, la bandera nacional ondeará a media asta no solo en territorio turco, sino también en las sedes diplomáticas en el extranjero. Por otro lado, el Ministro de Educación, Mahmut Ozer, ha informado de la suspensión de las clases en todas las escuelas del país hasta el próximo día 13 de febrero, si bien en la principal provincia afectada, Kahramanmaras, la suspensión será de dos semanas, recoge la agencia Anatolia. Cerca de tres mil 400 personas han muerto por la sucesión de terremotos registrados este lunes en el sur de Turquía, cerca de la frontera con Siria, según datos facilitados por las autoridades de ambos países y los “cascos blancos” que atienden en zonas opositoras sirias. Sólo en Turquía, las autoridades tienen constancia de al menos mil 651 víctimas mortales y más de 11 mil heridos, según el Ministro de Salud, Fahrettin Koca, informa la agencia Anatolia. El balance corresponde a las diez provincias afectadas, si bien podría aumentar en las próximas horas por el elevado número de atrapados entre los escombros.
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En Gaziantep, una capital provincial turca a unos 33 kilómetros del epicentro, las personas se resguardaron en
Terremoto
Los muertos suman ya más de 3 mil 400; van 11 mil heridos. Hasta el 12 de enero, la bandera nacional ondeará a media asta en Turquía y en embajadas centros comerciales, estadios y centros comunitarios. Las mezquitas en la región se abrieron para ofrecer albergue.
GINEBRA._ El Secretario General de las Naciones Unidas recibió “con profunda tristeza” la noticia de que el terremoto de 7.8 grados en la escala de Richter que asoló esta madrugada el sur de Turquía y el norte de Siria provocó numerosas víctimas mortales. Mientras continúan las tareas de rescate, António Guterres cifró el número de fallecidos en más de 2300 personas e indicó que el de heridos es “altamente superior”. “Mi corazón está con el pueblo de Turquía y Siria en este momento trágico”, afirmó el titular de la ONU que envío su más sentido pésame a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación a los heridos. El Secretario General manifestó el compromiso de la Organización en apoyo a las tareas de respuesta mientras los equipos de las Naciones Unidas sobre el terreno evalúan las necesidades y prestan asistencia. Asimismo, indicó que cuenta “con la comunidad internacional para ayudar a las miles de familias afectadas por esta catástrofe, muchas de las cuales ya necesitaban urgentemente ayuda humanitaria en zonas de difícil acceso”.
La Organización Mundial de la Salud sobre el terreno Los equipos médicos de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) han recibido luz verde para proporcionar atención esencial a los heridos y a los más vulnerables, según ha declarado en un tuit su director general, el Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El terremoto, cuyo centro fue en la provincia Kahramanmaras en el sureste de Turquía, hizo que los residentes de Damasco y Beirut corrieran a la calle y se sintió hasta El Cairo.
El Vicepresidente turco, Fuat Oktay, dijo que un desastre así puede golpear “una vez cada cien años”. El Presidente Recep Tayyip Erdogan señaló que los funcionarios no saben qué tanto se elevará el número de muertos y lesionados.

El terremoto causó más miseria en una región que ha sufrido mucho en la última década. Del lado sirio, el área afectada está dividida entre territorio controlado por el Gobierno y el último enclave en manos de la oposición, que está rodeado por fuerzas sirias con apoyo de Rusia.
Se prevé que el número de muertos aumente, ya que hay cientos atrapados entre los escombros.
Mientras tanto, Turquía acoge a millones de refugiados de la guerra civil en Siria. “Mi nieto tiene un año y medio. Por favor, ayúdenlos, por favor. No podemos escucharlos ni tenemos noticias de ellos desde esta mañana. Por favor, estaban en el piso 12”, lloró Imran Bahur junto a su edificio de apartamentos derrumbado en la ciudad turca de Adana. Su hija y familia seguían desaparecidas.
Centros médicos se llenan de heridos
SINEMBARGO.MX
ADANA._ Decenas de miles de personas que se quedaron sin casa en Turquía y Siria se enfrentaron a una noche fría. En Gaziantep, una capital provincial turca a unos 33 kilómetros del epicentro, las personas se resguardaron en centros comerciales, estadios y centros comunitarios. Las mezquitas en la región se abrieron para ofrecer albergue, informan Europa Press y AP. El Vicepresidente turco, Fuat Oktay, dijo que un desastre así puede golpear “una vez cada cien años”. El Presidente Recep Tayyip Erdogan señaló que los funcionarios no saben qué tanto se elevará el número de muertos y lesionados. El terremoto causó más miseria en una región que ha sufrido mucho en la última década. Del lado sirio, el área afectada está dividida entre territorio controlado por el Gobierno y el último enclave en manos de la oposición, que está rodeado por fuerzas sirias con apoyo de Rusia. Mientras tanto, Turquía acoge a millones de refugiados de la guerra civil en Siria. En un enclave en Siria en manos de rebeldes, cientos de familias quedaron atrapadas entre los escombros, según un comunicado de la organización opositora de emergencia Cascos Blancos. El área tiene unas cuatro millones de personas desplazadas de otras partes del país a causa de la guerra. Muchos de ellos viven en edificios que ya estaban dañados por los bombardeos. Los maltrechos centros médicos y hospitales se llenaron de heridos con rapidez, según rescatistas. Otros, como un hospital de maternidad, tuvieron que ser evacuados, según la organización médica SAMS.
La región se ubica en una zona de grandes fallas sísmicas y registra terremotos frecuentes. Unas 18 mil personas murieron en 1999 en una serie de terremotos en el noroeste del país.


El Servicio Geológico de Estados Unidos estimó la magnitud del temblor en 7.8 con una profundidad de 18 kilómetros. Horas después, golpeó otro sismo de magnitud de 7.5 a más de 100 kilómetros de distancia.
La segunda sacudida en la tarde causó que un edificio de apartamentos de varias plantas se derrumbara de frente sobre la calle en la ciudad turca de Sanliurfa. La estructura quedó hecha escombros y levantó una nube de polvo entre los gritos de los transeúntes, según un video del incidente. El sismo destruyó miles de edificios desde las ciudades sirias de Alepo y Hama a la turca Diyarbakir, a más de 330 kilómetros de distancia al nordeste.
Los hospitales se encuentran saturados de personas heridas tras los sismos.
Sólo en Turquía, más de cinco mil 600 construcciones quedaron destruidas, según las autoridades. Los hospitales resultaron dañados y uno colapsó en la ciudad de Iskenderun.


Las temperaturas tan bajas pueden reducir el margen de tiempo que los rescatistas tienen para rescatar a sobrevivientes, dijo el doctor Steven Godby, experto en catástrofes naturales en la Universidad de Nottingham Trent. Las dificul- tades de trabajar en zonas afectadas por una guerra civil sólo complicarían los esfuerzos de rescate, agregó. Decenas de países, así como la Unión Europea y la OTAN, ofrecieron ayuda, ya fuera en forma de material médico, equipos de rescate o dinero. La gran mayoría era para Turquía, con promesas de ayuda de Rusia e incluso de Israel para el Gobierno sirio, pero no estaba claro si acudirían a la devastada zona controlada por rebeldes en el noroeste. El grupo opositor Defensa Civil Siria dijo que la situación en el enclave era “desastrosa”.
Esos equipos se han activado ya para proporcionar asistencia sanitaria esencial a los heridos y a los más vulnerables afectados por el desastre, en respuesta a una petición de ayuda internacional, dijo esta agencia.
Las autoridades nacionales se están centrando en la búsqueda y el rescate inmediatamente después de los terremotos, al tiempo que prevén una mayor necesidad de atención traumatológica para tratar a los heridos.
“La prioridad inmediata es apoyar la respuesta a nivel local”, dijo la doctora Catherine Smallwood, directora de emergencias que coordina la respuesta al terremoto de Turquía para la OMS.
“Turquía tiene una gran capacidad de respuesta a los terremotos, pero es tal el nivel de destrucción, que han emitido una alerta para la asistencia médica internacional. Y estamos coordinando el posible despliegue con las autoridades turcas”.
También los equipos especializados de la Oficina de las Naciones Unidas para la Evaluación y Coordinación en Casos de Desastre (UNDAC) señalaron que estaban “listos para desplegarse”, en medio de múltiples y espeluznantes mensajes en las redes sociales que mostraban enormes edificios derrumbándose en zonas densamente edificadas. Golpe a la línea de distribución de ayuda en Siria La Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA) subrayó que uno de los seísmos, de magnitud 7,4 en la escala de Richter y que se ha producido en pleno invierno, tuvo su epicentro en el sur de Turquía, donde fue afectada la ciudad de Gaziantepun, importante centro de ayuda de la ONU para el norte de Siria.
Los responsables de Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) en Siria dijeron en tuit estar “profundamente entristecidos por la pérdida de vidas causada por el #terremoto de esta mañana”, y añadieron que estaban “coordinando activamente una respuesta con las #Agencias de la ONU y otros actores humanitarios para ofrecer asistencia y apoyo a los necesitados en #Siria”.
Apoyo de toda la ONU
Aunque el terremoto se sintió en lugares tan lejanos como el Líbano, en el norte de Siria, en Alepo e Idlib, también se han derrumbado miles de edificios, entre ellos dos hospitales.
Las necesidades humanitarias en el norte de Siria ya son enormes, pues la región alberga a millones de desplazados por la larga guerra del país.
La nieve y la lluvia están dificultando la labor de los equipos de rescate, cuyas familias también se encuentran entre las personas que se cree que han quedado sepultadas bajo los edificios derrumbados.
NOROESTE/REDACCIÓN
MÉXICO (Sinembargo.MX)._
Sólo un año bastó para que el precio del huevo en Estados Unidos presentara un incremento del 109 por ciento, al pasar de los 59 pesos el kilogramo, como se ofertaba en enero de 2022, a los 123 pesos que actualmente cuesta cada kilogramo de este alimento básico, situación que responde, principalmente, a las diversas oleadas de gripe aviar que se presentaron en dicho país, lo que también incrementó hasta 300 por ciento el tráfico de este producto desde México, señalaron autoridades estadounidenses.
El pasado 20 de enero de este 2023, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) dio a conocer que ha habido “un gran aumento” en el tráfico ilegal de huevos desde México hacia ese país como consecuencia del incremento en el precio de este alimento en la Unión Americana.
“Ha habido un gran aumento en el volumen de alimentos prohibidos, como huevos crudos y carne de ave cruda, traídos por viajeros desde México. Nos gustaría recordar al público que viaja que las regulaciones agrícolas federales siguen vigentes”, dijo Jennifer De La O, directora de operaciones de campo de CBP en San Diego.
A través de un comunicado, y sin proporcionar una cifra exacta del incremento en el tráfico de huevo mexicano hacia Estados Unidos, la CBP exhortó a los ciudadanos estadounidenses a no intentar cruzar este producto a dicha nación, ya que se encuentra entre los alimentos que tienen prohibida la entrada a la Unión Americana, lo que podría derivar en sanciones económicas.
“La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los EU le recuerda al público que viaja que tenga en cuenta que ciertos artículos agrícolas, como huevos crudos y aves de corral de México, tienen prohibida la entrada a los Estados Unidos, y la falta de declaración de estos artículos puede resultar en sanciones monetarias”, indicó. Por ello, la dependencia estadounidense instruyó a los viajeros que a su llegada le reporten “todos los artículos agrícolas” que llevan consigo, y explicó que deben asegurarse cuales son las “frutas, verduras o carnes” que están permitidas ingresar a ese país con el fin de evitar multas. Asimismo, reiteró que “los huevos crudos y las aves de corral de México están prohibidos y serán confiscados en el puerto”.
“Los viajeros pueden traer alimentos permitidos desde México a través de un puerto de entrada de pasajeros, siempre que los alimentos sean sólo para uso personal. Los alimentos importados con fines comerciales (destinados a la reventa o distribución, y no al uso personal) deben importarse en una instalación de carga”, añadió la CBP en su comunicado. Por su parte, Francisco Rodríguez, especialista en asuntos públicos de Aduanas y Protección Fronteriza y quien trabaja en la Oficina de Campo de Laredo, aseguró en entrevista para el medio Kens5 que el aumento en incautaciones de huevos en la frontera de Estados Unidos con México presentó un aumento del 300 por ciento sólo en el último mes. El funcionario estadounidense consideró que este incremento en el tráfico de huevo mexicano hacia la Unión Americana responde al incremento en el precio de dicho alimento básico, lo que ha sido un golpe a los bolsillos de los ciudadanos de ese país, por lo que, quienes tienen la oportunidad de viajar hacia México, en donde el precio del huevo está alrededor de los 50 pesos, según datos del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas, compran el alimento con la intención de cruzarlo de manera ilegal hacia Estados Unidos, lo que está prohibido. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos detalló que fue el actual brote de influenza aviar un factor que contribuyó a “los aumentos en los precios de los huevos y las aves de corral según el Servicio de Investigación Económica” del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés), y detalló que éste confirmó que dicho brote causó “la pérdida de más de 57 millones de aves, principalmente pollos y pavos” en territorio estadounidense.
No obstante, aunque señaló que pese a que el actual brote de gripe aviar, al que calificó del “más mortífero de la historia”, habría sido “propagado por aves silvestres”, en anteriores brotes
Al alza en la frontera norte