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Alejandra Tirado es la Reina del Carnaval de Mazatlán 2023
from CULIACAN 290123
by Noroeste
FERNANDO ESPINOZA
MAZATLÁN._ Luego de casi tres meses de contienda, la noche de este sábado Alejandra Tirado venció a sus nueve contrincantes sobre el escenario del Teatro Ángela Peralta y se alzó como la máxima soberana del Carnaval de Mazatlán 2023 “Déjà Vu: 125 años de tradición”.
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Mientras que la puntuación también favoreció a Uma Ramírez, quien se quedó con el título de Reina de los Juegos Florales; Arely Díaz, Monserrat Gómez, Gabriela Peña, Brenda Tirado, Valeria Páez, Carolina Chavarín y Nadia López serán princesas reales del Carnaval.
El jurado conformado por Alan Burgos, Laura Téllez, Jorge Fuentevilla, Sarah Holcombe, José Gámez, Ana Chang, Juan José Rodríguez, Mónica Coppel, Giancarlo Parolari y Karla Caballero, evaluó a las 10 candidatas que llegaron a la noche de elecciones, pues Ana Mendívil se retiró hace un par de semanas por problemas personales.
Libia Gavica, Reina del Carnaval 2020; y Karla Rivas, Reina del Carnaval de 2019, fueron las conductoras de la noche de elección.
Dos etapas de elección
Las 10 candidatas se enfrentaron en una primer ronda que fue de “criterio”; ahí respondieron preguntas que mandó previamente el jurado calificador.
Una a una fueron pasando a elegir su pregunta, conforme al número de participación que se sorteó cuando inició la contienda carnavalera en noviembre.
Los 10 jurados calificaron “coherencia en las palabras, uso apropiado del lenguaje, y contenido de la respuesta”. En esa primer ronda se fueron a la cabeza
Arely, Alejandra y Uma, pero nada estaba definido pues faltaba lo ronda de belleza, donde los criterios son muy diferentes y depende directamente del jurado.
Ya en la etapa de belleza desfilaron para ser calificadas por su “porte, elegancia, desenvolvimiento escénico, proyección y seguridad”. Las concursantes este año, al igual que desde 2018, pudieron elegir su vestido de gala para la etapa de criterio, así como a su maquillista y peinador.
Momo despertó de sus sueños para conocer a las nuevas soberanas, y con esto dar inicio a una nueva historia escrita en las páginas del Carnaval, que comenzará de manera oficial este 16 de
La Rambla
JOSÉ ABRAHAM SANZ
La corona de los Juegos Florales queda en manos de Uma Ramírez; con las dos nuevas soberanas queda conformado el Cortejo Real del Carnaval de Mazatlán 2023
El Diputado Feliciano Castro responde a las acusaciones de Jesús Estrada Ferreiro.
PROCESO No hay que opinar de especulaciones, responde Feliciano Castro a Estrada febrero con la coronación de Víctor Quiroz como Rey del Carnaval, con la música de Edén Muñoz.
El presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, Feliciano Castro Meléndrez, respondió que hay que opinar sobre hechos y no especulaciones, ante la declaración del ex Alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, quien lo acusó de filtrar información falsa. “Hay que conducirnos con responsabilidad y creo que, una responsabilidad es promover información no a partir de especulaciones”, comentó Castro Meléndrez. Este viernes, Estrada Ferreiro acudió al Congreso del Estado a entregar a los diputados documentación sobre su situación jurídica. En entrevista con medios de comunicación, Estrada Ferreiro acusó a Castro Meléndrez de filtrar información falsa en su contra, como que no puede volver a la Alcaldía aunque gane los juicios, señalando que eso desorienta a la ciudadanía.

Uma Ramírez será coronada el 17 de febrero con el concierto de Gloria Gaynor, mientras que el sábado 18, la hoy triunfadora, Alejandra Tirado, recibirá sus atributos reales y saludará con el son de la tambora de Banda MS, de Sergio Lizárraga, y finalmente el lunes 20 llegará Jesse & Joy para festejar el reinado de la pequeña Melanie Alarcón.
Con la elección de estas dos mazatlecas se forma el Cortejo Real del 2023, pues apenas el viernes se eligió al Rey del Carnaval y la Reina Infantil, quienes saludarán desde sus carrozas reales al público que se reúna sobre la Avenida del Mar.
Se convertirán en Reinas Alejandra Tirado se convertirá en una Diosa Celta con el diseño de Édgar Mohe, quien se estrena como creador de Trajes Reales de Carnaval, mientras que
Dice que entró como en mantequilla
Ya tenía rato que “El Chuy” y yo éramos compas.
Además de ser casi de la misma edad, teníamos gustos en común, como la música o las series de comedia, pero sobre todo la más importante y la razón principal por la que nos conocimos: la cocina.
“El Chuy” era alguien que con solo verlo me arrancaba la sonrisa de chiste, porque podría casi leer su mente que alguna pendejada estaba maquinando para hacerme la broma o el comentario y sacarme una carcajada.
También compartíamos una disciplina muy parecida para trabajar, respetábamos lo que hacíamos, los procedimientos, los protocolos rigurosos de limpieza y hasta la calidad de los productos que utilizábamos.
La mejor parte de nuestra relación amistosa fue cuando compartimos la cocina de un restaurante de comida italiana, uno de mis primeros trabajos formales y donde creo que fue el primer lugar donde yo demostré mi talento.
Éramos tan parecidos que podíamos empezar uno un platillo, dejarlo a la mitad y el otro completarlo para entregarlo de una manera en que nos dejaba satisfechos a los dos y, por supuesto, al comensal.
Pero así como teníamos cosas en común, también compartíamos diferencias que a veces se extrapolaban. Mi familia estaba completa, tenía una excelente relación con mis dos hermanos, tanto el menor como el mayor. El mayor me inspiraba respeto también por su preparación y su disciplina, alguien que amaba los libros y estaba siempre a la búsqueda de cosas extraordinarias que le hacían brillar su existencia. Mis padres se amaban y tenían una relación sin trompicones, cada quien con sus roles bien definidos, amando y respetando lo que hacían y sobre todo, con mucho cariño.
“El Chuy”, en cambio, venía de una familia disfuncional, con padres ausentes, y yo me emocionaba al conocer su historia, porque veía que él recorrió el camino diferente y más difícil para llegar a donde estábamos. Lo único que me asustaba, o me preocupaba un poco, era su hermano mayor, quien estaba cumpliendo una sentencia en prisión cuando yo supe de su existencia.
Lo poco que yo sabía era que se había enredado con narcotraficantes, primero como mandadero, luego como tirador y al final como sicario, pero con permiso de enviar y cobrar por sus cargamentos de droga. Era, cuando supe de él, alguien indispensable para los jefes, porque cumplió su condena en celdas de lujo, con PSP y Tv de plasma, con permiso para tener arma de fuego, pistear o mandar traer a las putas. Sin embargo, yo sabía que “El Chuy” tenía una relación muy cercana con su hermano, que lo amaba y que entendía que el camino que al final decidió tomar, era de los únicos disponibles para alguien de su edad en un lugar como Sinaloa.
Estaba afilando un cuchillo japonés cuando “El Chuy” llegó con esa daga de gran tamaño, parecida a las que los militares colocan en la punta para convertirlas en bayonetas y entrar a la batalla cuerpo a cuerpo.
El filo, todo es trabajo para dotar al acero de una ala tan delgada que sea capaz de separar el hueso o la piel de la carne, era algo que me apasionaba. Por eso no necesitó decir- las Princesas Reales, que acompañarán a esta nueva soberana, serán una “Guerreras del Páramo”. Mientras que Uma Ramírez portará un vestido diseñado por el creativo escuinapense Andrés Romo, quien estuvo trabajando a la distancia, desde Roma, Italia, con Sodelva Ríos, la veterana artista que lleva casi 30 años haciendo vestidos de Reina, y quien será la encargada de dar vida a los bocetos del joven diseñador de modas. me nada, pues yo solo tomé el cuchillo medio oxidado con las hojas casi planas. Comencé con lo más fácil, una limpia, con lija para quitar imperfecciones, abruptos del metal, poquita sal, un cepillo y a darle.
Libia Gavica, Reina del Carnaval 2020; y Karla Rivas, Reina del Carnaval de 2019, fueron las conductoras de la noche de elección.


Los días comenzaron a correr y yo estaba muy interesado en mi pequeño proyecto personal, mi ópera prima, mi primera rehabilitación de un objeto antiguo, para dejarlo brillante y sobre todo para dotar de ferocidad a esas hojas que ya se le habían secado sus ganas de morder y romper carne y empaparse de sangre. Aprovechaba cualquier resquicio de tiempo, entre la elaboración de un platillo y otro, para darle esa raspada, esa bocanada de aire al pedazo de acero, para revivirlo y mantenerlo con vida.
El cuchillo quedó terminado y bien afilado una dos semanas después de haberlo visto por primera vez.
Yo se lo entregué al Chuy una vez que apenas iba llegando al restaurante. Se lo entregué y la mirada le brilló a la misma intensidad que la hoja. “Gracias”, me dijo y la guardó entre sus ropas después de toda una sesión de observación a detalle.
Luego tomó una hoja de papel y la cortó de un solo movimiento. Luego se atrevió a acercársela a la piel y arrastrarla entre vellos de su antebrazo que dejó una huella muy parecida al rastrillo para rasurar.
“Todo mundo tiene derecho a la insensatez”, refutó el Diputado. Medios de comunicación cuestionaron al presidente de la Jucopo sobre si revisaría el documento que entregó Estrada Ferreiro, y señaló que son vistos en la instancia correspondiente, si fue otorgado formalmente.
“Hay que conducirnos con responsabilidad y creo que, una responsabilidad es promover información no a partir de especulaciones”.
Feliciano Castro Meléndrez Presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado
Unos días después, en medio de una sesión intensa de platillos para entregar, me comentó que su hermano había encontrado el cuchillo y le gustó tanto que se lo pidió regalado y no se pudo negar.
La plática por ese tema no duró mucho, pero a mí me dejó reflexivo, con una cierta preocupación, por la posibilidad de que indirectamente habría hecho un trabajo en una hoja con la intención de trabajar para una cocina y que terminara usándose para provocar daño en un humano.
No recuerdo qué tanto tiempo pasó, cuando me llegó un mensaje que me sigue causando escalofríos.
Desde que “El Chuy” llegó al trabajo lo noté intranquilo. Pude darme cuenta de sus tímidos intentos de quererme decir algo, que yo sin saber de qué se trataba me provocaba impaciencia.
Hasta que en una breve pausa en la elaboración de los platillos los acorralé.
“Ya, dime la neta, ¿qué traes, loco?”, le solté a bocajarro.
“No, nada...”, respondió.
“Ya, déjate de mamadas, ¿cómo que nada?”, le insistí.
“Pues, es que... no sé si decirte”, dijo.
“Pues dime, así como va”, me envalentoné.
“Dice mi carnal que muchas gracias, que el cuchillo cortó al chingazo... que entró como en mantequilla”, expresó.
Yo ya no quise saber más del tema.