3 minute read

La Leyenda del Rey Mono

Por Arturo Valtierra

“Viaje al Oeste” es considerada una de las 4 novelas clásicas de la literatura China. Escrita en el año 1590 por Wu Cheng’en, está conformada por 100 capítulos en los cuales se relata las aventuras del monje Xuanzang Tripitaka, que viajó por años hacia el oeste acompañado por un cerdo llamado Zhu, Sha y un mono de nombre Sun Wukong, cuya mítica historia voy a contar.

Advertisement

Cuenta la leyenda que Sun Wukong nació de una piedra mágica y debido a sus increíbles capacidades, pronto fue proclamado Rey de los Monos de las Montañas de las Flores y la Fruta. Sin embargo, nada de esto fue suficiente para él, por lo que decide dejar la montaña en busca de la vida eterna.

Gracias a su fortuna, consiguió que uno de los discípulos de Buda, el gran Subhuti, le mostrara el camino para realizar las 72 transformaciones y efectuar saltos de miles de kilómetros, pero la vanidad de Sun Wukong lo llevó a ser expulsado del templo de Subhuti. Al continuar con su travesía, el Rey Mono se encontró con el bastón mágico (Ru Yi Bang), que el Rey Dragón utilizaba para mantener el equilibrio de los 7 mares. Sun Wukong logró reducir el bastón de 8 toneladas a su tamaño para usarlo como arma, con la cual luchó contra los dioses del inframundo y al derrotarlos consiguió borrar su nombre del libro de La Vida y la Muerte.

Esto promovió la ira de los dioses que decidieron acudir al Emperador de Jade, supremo señor de los cielos, los mares, la tierra y el inframundo quien decidió someter al Rey Mono a su autoridad. Preocupado por todo lo que Sun Wukong había causado, el Emperador de Jade decidió invitarlo al reino celestial y ofrecerle un puesto en su corte, asignándole el cuidado de los jardines donde crecían los duraznos con los que se alimentaban los dioses y diosas para mantener su inmortalidad. Al sentirse en peligro, el Rey Mono comió toda la fruta que pudo y escapó a la tierra seguido por un ejército de cien mil hombres al mando del Emperador, pero gracias al inmenso poder que había alcanzado logró derrotarlos a todos, hasta que finalmente fue vencido por los guerreros celestiales. Todo intento por ejecutarlo fue en vano ya que ninguna espada pudo cortar su cuello, por lo que el Emperador de Jade desesperado, acudió al único ser que podía controlar al Rey Mono, el mismo Buda.

Buda desafió a Sun Wukong a escapar de su mano, condicionado a ser exiliado del mundo mortal si fracasaba, a lo que el Rey Mono aceptó exigiendo el puesto del emperador si tenía éxito, Sun Wukong se dispuso a dar su mejor salto y al caer se encontró frente a 5 columnas gigantescas, creyendo que había llegado al límite del cielo escribió sobre uno de los pilares “El Gran Sabio estuvo aquí” y regresó a cobrar su título. Al volver se encontró con la sorpresa de que su gran salto ni siquiera había podido superar los dedos de Buda, vencido, el Rey Mono trató de escapar, por lo que Buda cerró su mano y la transformó en una montaña de 5 picos donde Sun Wukong quedaría atrapado por los siguientes cinco siglos... hasta que es puesto en libertad con la condición de acompañar al monje Xuanzang en su viaje largo al oeste, de China a India.

Actualmente, la leyenda del Rey Mono es motivo de festividades en China y ha servido de inspiración para muchos directores de cine, teatro, así como para Akira Toriyama, el creador de uno de los mangas más famosos de todos los tiempos, Dragon Ball, cuyo personaje principal, “Goku”, está inspirado fielmente en el Rey Mono y sin duda alguna, formó parte de la infancia de muchos de nosotros.