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Contribuciones y Desafíos de la Comunidad Latinx en Kalamazoo

Israel Catarino: Un Paraprofesional Dedicado al Futuro Bilingüe de Kalamazoo

Por Irving Quintero para New/Nueva Opinión

Nota del editor: Este reportaje forma parte de la serie Contribuciones y Desafíos de la Comunidad Latinx en Kalamazoo de New/Nueva Opinión. Subvencionada por la Kalamazoo Community Foundation.

Kalamazoo, MI - La creciente demanda de paraprofesionales escolares hispanohablantes en Estados Unidos refleja la importancia creciente de la educación bilingüe en un mundo cada vez más globalizado. Estos profesionales desempeñan un papel fundamental en la preparación de los estudiantes para un futuro donde la habilidad de comunicarse en múltiples idiomas es una ventaja competitiva clave.

Trabajar como asistente de maestro o paraprofesional en Estados Unidos ofrece numerosas ventajas, desde el aprendizaje de nuevas habilidades hasta la oportunidad de ayudar a los estudiantes. Estos beneficios se extienden desde el aula hasta la vida profesional, ofreciendo una variedad de posibilidades para el desarrollo de la carrera.

A pesar de su importancia, la escasez de paraprofesionales escolares bilingües representa un desafío significativo para los centros educativos en Estados Unidos. La falta de estos profesionales limita la capacidad de las instituciones para ofrecer programas bilingües de alta calidad, lo que a su vez reduce las oportunidades de los estudiantes para recibir una educación bilingüe completa y efectiva.

Pero a pesar de esto, cabe destacar la escuela primaria “El Sol” en el vecindario Vine, donde se ofrece instrucción tanto en español como en inglés. Esta escuela es conocida por su compromiso con el bilingüismo, y para garantizar la calidad de la educación bilingüe que ofrece, cuenta con un personal altamente capacitado y bilingüe.

Uno de los reconocidos paraprofesionales escolares en la escuela “El Sol” es Israel Catarino-Flores, más conocido cariñosamente como Sr. Catarino, un dedicado paraprofesional que ha iluminado los pasillos de las escuelas públicas durante casi dos décadas. Originario de Acapulco, Guerrero, México, el Sr. Catarino trajo consigo un ferviente deseo de marcar una diferencia en la vida de los jóvenes, una pasión que ha guiado cada paso de su inspiradora carrera.

Su trayecto en la educación comenzó como voluntario en la escuela primaria Lincoln International Studies, donde rápidamente se destacó por su habilidad innata para conectar con los estudiantes hispanohablantes. “Del trabajo me gustó mucho ayudar a los niños”, comparte el Sr. Catarino, recordando con una sonrisa los primeros días en los que encontró alegría en la enseñanza y el apoyo académico en su lengua materna. Su contribución no pasó desapercibida, y gracias a la implementación de un programa emergente de español, se le ofreció un puesto permanente en la escuela, marcando así el comienzo de su legado en el sistema educativo de Kalamazoo.

Durante una década, el Sr. Catarino se dedicó incansablemente a su labor en la escuela Lincoln. Continuando su compromiso con la juventud y su comunidad, hoy en día sigue ejerciendo en la escuela primaria El Sol. En ambas escuelas sirviendo como un faro de inspiración y apoyo para los estudiantes y familias que atravesaban el desafiante proceso de adaptarse a un nuevo entorno educativo y cultural. Su impacto trascendió los límites de las aulas, extendiéndose hacia la comunidad en general.

Con la misma valentía que lo llevó a una tierra desconocida a los 21 años, el Sr. Catarino se convirtió en un pilar de la creciente comunidad hispana de Kalamazoo, encontrando en las escuelas públicas un refugio donde su voz y experiencia no solo eran valoradas, sino también vitales. “Cuando yo llegué aquí casi no había mucha comunidad hispana”, reflexiona, señalando cómo su presencia en las escuelas no sólo le brindó un sentido de pertenencia, sino también la oportunidad de tender puentes entre diferentes culturas y generaciones.

Más allá de su papel como educador, el Sr. Catarino ha sido un defensor incansable de aquellos que buscan orientación y asistencia en un mundo nuevo y desconocido. “Siempre me ha gustado ayudar a las personas”, afirma con humildad, destacando cómo su propia experiencia de migración le ha permitido empatizar y comprender las luchas y desafíos de quienes están comenzando su viaje en un país extranjero. Su compromiso con la comunidad va más allá de las horas escolares, ya que se ha convertido en un recurso invaluable para las familias hispanohablantes, guiando con su sabiduría y apoyo inquebrantable.

Con el optimismo arraigado en su corazón, el Sr. Catarino mira hacia el futuro con esperanza y determinación. Anhela ver florecer aún más la comunidad hispana en Kalamazoo, instando a la solidaridad y colaboración entre sus miembros.

“Cualquiera merece la oportunidad, no importa si seas pequeño o grande el empresario”, proclama con convicción, destacando la importancia de apoyar los sueños y aspiraciones de todos, sin importar su origen o circunstancias.

A medida que su legado continúa creciendo y su influencia se expande, el Sr. Catarino se prepara para asumir un nuevo desafío: convertirse en maestro. Después de años de dedicación como paraprofesional, ha comenzado el camino para ejercer como maestro. Con una trayectoria de servicio ejemplar, el Sr. Catarino está listo para seguir inspirando y guiando a las generaciones venideras hacia un futuro lleno de posibilidades y oportunidades.

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