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Contribuciones y Desafíos de la Comunidad Latinx en Kalamazoo
from Ed. 518
TERAPIA AL ALCANCE DE TODOS
Por Jeús Grillo para New/Nueva Opinión
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Nota del editor: Este reportaje forma parte de la serie Contribuciones y Desafíos de la Comunidad Latinx en Kalamazoo de New/Nueva Opinión. Subvencionada por la Kalamazoo Community Foundation.
Kalamazoo, MI - En las comunidades latinas, los estigmas culturales en torno a la salud mental y las barreras estructurales a la terapia, han impedido durante mucho tiempo que muchos busquen y obtengan la atención necesaria. Sin embargo, a medida que las generaciones más jóvenes rompen los estigmas y más profesionales latinos ingresan a las industrias terapéuticas y de bienestar, estamos viendo un cambio gradual y positivo en la atención de salud mental entre la población.
En los Estados Unidos, los latinos están pasando por una creciente crisis de salud mental. Según Mental Health America (MHA), alrededor de 8.9 millones de latinos que viven en el país tienen una enfermedad mental diagnosticable.
Sin embargo, los datos de la Alianza Nacional sobre Enfermedades Mentales (NAMI) muestran que solo el 10% de los latinos que tienen síntomas de un trastorno de salud mental en realidad buscan tratamiento especializado. Las razones de la disparidad son numerosas, incluidos varios mitos y estigmas culturales, así como barreras sistémicas y financieras.
Los latinos están lejos de ser un monolito, abarcando personas de múltiples razas, idiomas, orígenes y tradiciones regionales, hay algunos aspectos de la etnia que se cruzan entre generaciones y culturas. Entre ellos se encuentran ideas falsas e incluso vergüenza en torno a la salud mental y la terapia. En los hogares latinos, no es raro escuchar una expresión idiomática en español, inglés o portugués que advierte a los familiares sobre la ‘ventilación de la ropa sucia’, o sea los problemas personales o de familia.
Se ha creído y enseñado durante mucho tiempo que la terapia es exclusivamente un lujo ofrecido por los estadounidenses / europeos acomodados o una necesidad solo para la seguridad de las personas que viven con enfermedades psiquiátricas graves que producen síntomas psicóticos. Entonces, cualquiera que busque atención profesional de salud mental podría traer vergüenza a sus familias al indicarle al mundo que no está bien o que duda de su fe.
Son estas ideas erróneas y perjudiciales en torno a la salud mental y las enfermedades mentales las que desalientan a muchos en la comunidad de expresar sus conflictos internos y obtener la ayuda clínica que puedan necesitar. Especialmente cuando, de hecho, el apoyo a las luchas de salud mental de uno podría conducir a una autoconciencia más clara y a mayores sentimientos de bienestar general.
“Bueno, cuando uno habla español y es bilingüe. Le decimos sí a todos los casos que vienen. No podemos escoger porque somos los únicos que hablan el lenguaje de ellos. Entonces yo recibo todos los pacientes. He tenido muchos casos con niños y adultos. Muchos de ellos conectados con las escuelas.”, comenta María Faisón, una terapeuta que ha sido contratada por El Concilio en Kalamazoo para llevar servicios de salud mental a la comunidad Latinx.
María tiene una maestría en psicología de consejería de la Universidad de Western Michigan. Tiene más de seis años de experiencia en el trabajo con las familias de bajos ingresos y clientes de salud mental de la comunidad Latinx.

El trabajo de María se centra en la construcción de fortalezas personales o el reconocimiento de las fortalezas y ser de apoyo y orientación al cliente mientras se trabaja hacia objetivos terapéuticos personalizados.
Foto: Jesús Grillo - New/Nueva Opinión.
“Soy nacida aquí pero mi familia era migrante que trabajaba recogiendo manzana y arándanos. Nuestra vida se repartía entre Texas y Michigan. Todavía tenemos familia en Texas. Mi historia comienza allí. Mis padres son de Jalisco.” Nos comenta.
Al igual que la familia de María, muchos niños en todo Estados Unidos emigran para seguir la cosecha durante el año escolar. Y al igual que muchos padres inmigrantes, los papás de María siempre se preocuparon por su educación.
“Mi padre habló con mi mamá y se decidió quedarnos en Michigan, por que ‘las niñas necesitan más estructura’.”
María cuenta que de niña era muy inquieta. “la verdad que yo no tenía buenas notas y era una niña que tenía mucha energía, no me gustaba la escuela y mis padres no nos podían ayudar en la escuela. Ellos hablaban español y nosotros en inglés.” Como quiera, María se graduó de la preparatoria en Covert, Michigan y tuvo la oportunidad de ir al Kalamazoo Valley Community College, KVCC. “Siempre quise ser psicóloga, pero mi promedio no me daba para entrar a la Western Michigan.” Así que no tuvo más remedio que estudiar educación primaria. “Allí todo cambió. Me iba bien en las notas y me gustaba estudiar, aunque lo que realmente quería era ser psicóloga.”, Comenta. KVCC contaba con un grupo que se llamaba Focus program, que vieron que ella estaba haciendo un buen trabajo allí y le ofrecieron una beca para continuar sus estudios de licenciatura en la Western Michigan University, “pero no en psicología que era lo que yo quería, sino en educación primaria.”
Pero María como buena guerrera, hija de trabajadores migrantes, no se dejó y una vez graduada de se metió a hacer el master en psicología.
Desde entonces, desde su graduación con la maestría en psicología, ha trabajado trayendo sosiego a la salud mental de muchos latinos y anglos de bajos recursos.
Y es por eso que El Concilio, a través de una subvención, la contrató para coordinar el programa que ellos prestan de servicio de salud mental a la comunidad Latinx de Kalamazoo.
Ella dice que todos somos diferentes y todos han pasado por diferentes experiencias. Pero que en nuestra comunidad hay muchos con traumas porque las familias tienen que separarse ya que tienen que venir para darle una vida mejor a sus familias, y muchas veces inmigración los separa. “Otro de los casos más comunes en nuestra comunidad es el alcoholismo. También problemas de comportamientos de los niños que ya no respetan a los papás. Entonces, cuando se rompe esa relación entre padres y hijos, es difícil recuperar eso para que haya ese respeto otra vez. También la ansiedad y depresión. Y muchas otras cosas más. En la actualidad estoy viendo a más de 30 pacientes a través de El Concilio.”
“Aquí en El Concilio, me refieren pacientes de habla hispana, puede ser de las escuelas, del hospital, otras entidades o pacientes que viene directamente buscando ayuda.” Dentro de este programa, el Concilio recibe muchos que no tiene un seguro médico, “ellos solo pagan $5 por consulta, y si no los tiene, El Concilio los cubre a través de la subvención.”
El trabajo de María se centra en la construcción de fortalezas personales o el reconocimiento de las fortalezas y ser de apoyo y orientación al cliente mientras se trabaja hacia objetivos terapéuticos personalizados. Ella cree que el cliente puede tomar el control de su vida con orientación, paciencia, apoyo y motivación. Ella trata de ayudar a que los clientes se sientan con poder y confianza en sus decisiones personales y la dirección en la vida, mediante la educación y el aumento de la auto-conciencia.
Para conocer más sobre el programa de salud mental que ofrece El Concilio, se puede comunicar al: (269) 385-6279.