FUNDAMENTOS DA EDUCAÇÃO: compreensões e contribuições

Page 124

118 ma de reunión, etc.) Esto es, el esquema es el resultado directo de la generalización de las acciones mismas. Los esquemas posibilitan formas de operar cada vez más complejas (Piaget, 1973). Piaget se ocupó de caracterizar los sistemas operatorios que el sujeto pone en juego al interactuar con lo que rodea y para conocer al objeto, así como la forma en que se da el paso de un estado de conocimiento a otro de mayor nivel. Así, identificó cuatro etapas o estadios de desarrollo cognitivo durante su crecimiento, definidas cada una de ellas por una estructura propia, la cual no es observable si no es a través de sus manifestaciones: las conductas efectivas (Ferreiro, 1984:16). Dichas etapas son: sensorio–motora, pre–operacional, de operaciones concretas y de operaciones formales. La etapa de la inteligencia sensorio–motriz, que comprende desde el nacimiento hacia el segundo año de vida aproximadamente, se caracteriza por un pensamiento en actos, que sólo puede actuar sobre lo inmediatamente presente, ya que carece de instrumentos de representación (Ferreiro, 1984). La siguiente etapa, entre el tercer y sexto año de edad, es el de la inteligencia representativa pre–operatoria. En esta existe ya la posibilidad de representación, de tal modo que una serie de conductas del niño indican que éste es capaz de reemplazar, en el pensamiento, a un objeto por una representación simbólica. “Es esta posibilidad la que permite la adquisición del lenguaje, el juego simbólico y la producción de conductas por imitación, cuando el modelo copiado está ausente. Gracias a la representación, lo que antes no eran sino acciones o acontecimientos sucesivos, cada uno de ellos momentáneo, puede ser evocado en un todo cuasi simultáneo.” (Ferreiro, 1984:16) Entre los 7 y los 10–11 años, se accede a la etapa de operaciones concretas, en ésta: “se consolidan estructuras cognitivas de pensamiento concreto, es decir, los alumnos interpretan la realidad estableciendo relaciones de comparación, seriación y clasificación.” (Nieda y Macedo, 1998: 40). En esta etapa los niños requieren la presencia concreta de los objetos y manipular directamente la realidad para poder razonar y, por consiguiente, aún no logran resolver problemas planteados de forma abstracta. Esta limitación es superada en la etapa de las operaciones formales, a partir más o menos de los 11–12 años, cuando se empieza a razonar de manera más abstracta y se pueden utilizar representaciones de la realidad sin manipularla directamente. Esto es, el niño ya es


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.