De la Calle a la Casa - Proyecto de grado.

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Fig. 1. Logo De la Calle a la Casa.

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Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra.





DE LA CALLE A LA CASA Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra.



DE LA CALLE A LA CASA Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra. Natalia Gómez Cárdenas

Medellín, 2017


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Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

Trabajo de grado para optar al título de arquitecto. “Arquitecturas para la reconciliación” Por:

Natalia Gómez Cárdenas Directores:

Arq. Mg. Jose Arnulfo Puentes Pabón Arq. Mg. Iván Leonardo Forgioni Flórez Arq. Mg. Camilo Gárces Bravo

Universidad Santo Tomás, Sede Medellín Facultad de arquitectura 2017


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En cuanto nos descuidemos, habremos dejado de compartir ese misterioso momento en que el alma se retira del cuerpo, en que ĂŠste queda tan muerto como queda una casa cuando se retiran para siempre los seres que la habitan y, sobre todo, que sufrieron y amaron en ella (...) Pues no son las paredes, ni el techo, ni el piso lo que individualiza a la casa sino esas personas que la viven, con sus conversaciones, sus risas, con sus amores y odios; seres que impregnan la casa de algo inmaterial pero profundo, como es la sonrisa en un rostro (Sabato, 2000, p. 54).

1.

1.

Sabato, (2000). La resistencia. Argentina: Editorial planeta Argentina.


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CONTENIDOS RESUMEN ABSTRACT INTRODUCCIÓN El Taller: Arquitecturas para la reconciliación. Valor el sentido humano de la cultura constructiva informal.

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de vivir como habitante rural en el ámbito local. 01 - 5 Metodología: Línea de proyecto.

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CONTEXTO GENERAL 01 - 1 Objetivos. 01 - 2 Lógica informal del Barrio La Sierra. 01 - 3 Contextualización sobre la investigación. 01 - 4 La crisis de la vivienda actual: El fenómeno

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EL TERRITORIO 02 - 1 Lógica física y espacial de intervención

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(configuración urbana y habitacional). 02 - 2 El proyecto como estrategia urbana.

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EL PROYECTO 03 - 1 De la Calle a la Casa 03 - 2 Células habitacionales: La unidad de con-

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vivencia.

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CONCLUSIONES

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Pรกg.

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REFERENCIAS 05 - 2 Referencias bibliogrรกficas. 05 - 3 Lista de Figuras.

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Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra: El tiempo construye la calle habitada.

Gracias totales: A mi hogar, mi rincón del mundo, mi cosmos, un todo: Mamá, Papá, Hermana y Abuelo. A mi familia, que con corazón en mano hizo sitio a mis cosas, a Miel: así de sencillo, a los no presentes, a el trío orientador en este arduo pero bonito trayecto, a la persona más fuerte que conozco y pudo: yo.


DE LA CALLE A LA CASA A ustedes:

Dedico esta formulación de proyecto a la gente, tocada por la vulneración que nos ha dejado el conflicto armado en Medellín, en especial a esa gente bella del Barrio La Sierra, que con su concepción de comunidad sueñan otra historia y lo están consiguiendo, victimas en búsqueda de verdad, justicia y determinación que realzan el respeto por su territorio, que construyen y viven desde su sentido más humano donde no existen las apariencias y el saber local junto al valor popular se vuelven una exquisitez a resaltar. También a ustedes arquitectos y estudiantes dedicados a reconocer el impacto inmediato frente a los modos de vida del morador de un territorio y la simpatía de este mismo en provecho de aprender de su identidad, de lo popular y de lo nuestro, fecundado en nuestro barrios que cantan autenticidad y que dan valor al reconocimiento propio y colectivo de lo que somos: atmósferas y espacios que conmueven profundamente el recuerdo de nuestra sociedad y de cómo la habitamos. Lo confieso, este lugar me ha cautivado. Por eso con el más grande gusto les invito a que vayan y se tomen un tintico cultivado en los Cafetales del barrio La Sierra, Medellín.


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RESUMEN De la calle a la casa “El tiempo contruye la calle habitada” propone estrategias de intervención sobre lo construido y el vacío como huella del lugar, que posibilita condiciones dignas de habitabilidad para el poblador en situación de transición, donde el prototipo de vivienda y el modelo edilicio a su alrededor genera un hábitat propicio y gradual del espacio en que ha vivido; regenerando, repensando y reciclando la concepción de territorio tanto del poblador como de ciudad entorno al núcleo de vivienda y los sistemas activadores sociales que le competen. El principio ordenador va de la mano con el vínculo exterior de toda conexión y toda actividad colectiva con cualidad comunitaria en la comuna 8. Palabras clave: Vivienda, habitar, hábitat, modos de vida, núcleo de familia, identidad, colectivo.


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ABSTRACT De la calle a la casa “El tiempo contruye la calle habitada� proposes intervention strategies on what is built and the emptiness as a trace of the place, which allows conditions worthy of habitability for the dweller in transition, where the housing prototype and the the building model around it generates an auspicious and gradual habitat of the space in which him has lived; regenerating, rethinking and recycling the conception of the territory of both the inhabitants and the city around the housing nucleus and the social activating systems that are their responsibility. The organizer principle goes hand in hand with the external link of all connection and all collective activity with community quality in the commune 8. Key word: Living place, dwell, habitat, lifestyles, familiar nucleus, identity, collective.


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Introducción El taller: Arquitecturas para la reconciliación.

ARQUITECTURAS PARA EL POSTCONFLICTO: Se propone como marco de pensamiento para los proyectos de grado, revisar el panorama actual del conflicto que atraviesa el país en términos de la búsqueda de soluciones arquitectónicas que contribuyan a transformar positivamente la realidad desde tres líneas de proyecto: Vivienda, capacitación y memoria. El proyecto que proponen los taller IX y X al inicio del ciclo final del pregrado de arquitectura, busca desarrollar proyectos arquitectonicos entorno a la: Arquitecturas para la reconciliación, no solo desde un enfoque formal, si no también dando partido a condiciones sociales y de respuesta positiva a los entes externos del conflicto armado que afectaron comunidades hoy en condición de resiliencia. Territorios y comunidades son la apuesta principal del desarrollo del taller, donde la cohesión social y la noción de mejora en busca de cambios drásticos en un territorio determinado son primacía en la tematica y desarrollo del curso donde la apuesta social es fundamental.


INTRODUCCIร N

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El Taller: arquitecturas para la reconciliaciรณn.

Fig. 2. Boquetes de bala de fusil en una escuela.


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Introducción Valorar el sentido humano de la cultura constructiva informal. Tratar de mostrar y dar a entender la otra parte de la lógica formal y el concepto global que se tiene por progreso y desarrollo de una ciudad, de un barrio o de un simple espacio, es visto desde la valoración de los procesos constructivos materiales e inmateriales de las edificaciones de estos barrios marginados que nos dan el significado y el cómo comprender las lógicas sociales y culturales; las reales, las que están inmersas en las practicas que sus mismos habitantes realizan, donde no solo la arquitectura, la buena arquitectura, se basa en forma y en función, si no del respeto que demuestre por la naturaleza misma, por la naturaleza de sus habitantes, por los valores que realza entre quienes lo construyen y la habitan y por el sentido humano que nos permite reconocernos a nosotros mismos, en su interior. Nuestra lógica formal no se limita solamente a aprehendernos de la tal verdadera cultura y los objetivos de lo que entendemos por progreso y desarrollo, las mejoras de calidad de vida trascienden a uno objetivos ilógicos que se alejan de un sentido material. Podríamos hablar entonces de las creaciones colectivas típicamente urbanas que son generadas por familias pobres que buscan y prefieren vivir en la ciudad, adaptando el entorno a sus necesidades, sus formas de vidas, sus formas de percibir el concepto de su propio hábitat, para poder dar respuesta a sus necesidades de vivienda oportunas y duradera, como muestra de nuestras generaciones y arraigos, como patrimonio de nuestra ciudad. Reconocer la acción y el papel tan importante que cargan consigo los constructores de estos barrios, su capacidad de producir cultura y el significado que le aportan a la concepción de producción de hábitat y vivienda. Lugares donde la posibilidad de enaltecer su configuración es casi nula olvidándonos de los gustos y el valor de los esfuerzos que ofrecen estás personas marginadas, valores que trascienden la noción de hábitat y que le aportan un enriquecimiento casi espiritual que supera la barrera de imagen y nos exigiría un esfuerzo máximo para abrir los ojos, pero solo lo vemos como inicio para una construcción de nueva ciudad, basándonos en soluciones innovadoras reflejadas en cambios tan simples como en los materiales de estos barrios que acabaría con la poética del lugar, desligando esa ilógica pero certera concepción de los límites del ser humano donde reconoce en sus elementos y en sus espacios la búsqueda de propia identidad.


INTRODUCCIÓN

Valorar el sentido humano de la cultura constructiva informal.

Una identidad que sea coherente dentro de su propio contexto, como ejemplos de convivencia que existieron y que aún existen pero que se han perdido, ya que las manifestaciones culturales que reflejan la peculiaridad del saber popular han sido ultrajadas con el sueño utópico de lograr una vivienda y un hábitat adecuado desligándolo de las realidades y necesidades que pide la sociedad, dejando a un lado las dinámicas de habitar de los pobladores y su noción de “Reestablecer las condiciones del hábitat” con las muy llamadas viviendas dignas de corazón. . Si hay una distinción en nuestras fachadas, que nos diferencia del resto del planeta, es el humor, algo que muy pocas veces se ha presentado en la historia de las civilizaciones, porque siempre ha primado la representación del poder o de la riqueza o del refinamiento o de la exquisitez, o la sobriedad del cubo más cubico o la innovación del menos cubico (Samper, p. 24). 2

La vivienda informal es un resultado de procesos de reivindicación de los habitantes, con búsqueda de la identidad obsoleta, de resistencia e innovación cultural, de las inclusiones y exclusiones a las que se enfrenta la población marginada frente a un modelo de lógicas de urbanización y vivienda urbana moderna de la cual ellos no hacen parte, pero donde la iniciativa de los mismos representa las manifestaciones culturales más reales y dicientes frente a una incursión en el general de ciudad, o bueno el que estamos acostumbrados a vivenciar. Estas manifestaciones culturales reflejan la peculiaridad del saber popular para poder alcanzar los mismos beneficios de la urbanización formal desde su percepción, desde su “cultura popular” esa imagen de fachada que se replica a lo largo y ancho del territorio de los barrios Medellínenses, que arraiga su patrón y donde allí no solo encontrará la belleza ilógica a la cual se le huye sino una belleza que solo encontrará en esas tierras. El rancho de materiales no durables, la casa de un de un piso de materiales durables, la edificación de varios pisos construidos por el paso de los años y el crecimiento del núcleo familiar. Estos territorios densificados por la necesidad del habitar que cobran una enorme importancia porque denotan el esfuerzo dedicado y al sacrificio durante largos años para resolver las necesidades de sus nuevos integrantes, de sus nuevos habitantes donde lo intrínseco es valorar los procesos constructivos emprendidos por los habitantes de estas edificaciones marginales, donde el significado de comprender las lógicas sociales y culturales en las cuales están inmersas las practicas 2.

Samper, S. H. (s.f.). Carta abierta de un arquitecto. Proyecto diseño, 24.

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que ellos realizan para desenvolverse en este entorno trasciende sobre las lógicas formales establecidas que a su vez radica en ellos, en su propio ser como moradores esa dignidad y propiedad que tanto les ha costado lograr. No se trata de modificar un barrio marginal de raíz, es cambiar el mundo y la percepción que tenemos de estos ámbitos latentes no solo en el contexto en cuestión, sino también en todo Latinoamérica. Proponer mejorar las condiciones de sus habitantes para unir esfuerzos a la par con ellos desde las partes administrativas hasta los colectivos de los territorios es factible. La capacidad de interpretar estas situaciones y proponer un desarrollo que evite el desarraigo de estos moradores es posible, no solo se debe basar en la satisfacción de las vanidades y hasta fachadas vanidosas que puedan proponer una ciudad, salir a la calle, hablar con la gente, identificar sus necesidades supera toda la concepción lógica que se ha venido implantando con el paso de los días. Construyéndoles y dándoles la categoría digna de lo que amerita el barrio marginal resaltará la realidad certera del gusto y el valor del territorio, donde las calidades de vida trasciendan la realidad donde los muros de adobe y las grietas en sus fachadas coloridas incorporen una autenticidad que nos permita descubrir el valor de las cosas que se hacen con esfuerzos, para poder dejar a un lado esa noción de dignificación de calidad de vida basada simplemente en la reubicación de los habitantes y no tener que volver a escuchar de sus bocas el “Nos desubicaron” y sea certera la concepción de la vivienda digna a la cual tenemos derecho, el barrio marginal como patrimonio de cada ciudad.


INTRODUCCIĂ“N

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Valorar el sentido humano de la cultura constructiva informal.

Fig. 3. El habitante edificando el cielo de la 8.



01 CONTEXTO GENERAL


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01 - 1 Objetivos


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Objetivos

Tema: Unidades de convivencia que responden al sistema identitario de comunidades en transición por el desplazamiento forzado que ha llegado a el Barrio La Sierra, Medellín. Se resume en prototipos de vivienda que pueden ser atomizados en el vacío urbano o pre existencias en deshuso como huella de ciudad y como aprovechamiento para nuevos comienzos, en sí, un nuevo hogar que responda a caractéristicas colectivas y puntuales de un núcleo de familia, más preciso: una unidad de convivencia. Objetivos: General: “Habitar: La experiencia de la cultura” dignificando las formas de habitar del desplazado local, reconociendo sus sistemas identitarios del convivir, el habitar y el disfrute de todo ente físico que interactua colectivamente en respuesta a la tradición popular con su noción de habitar lo público y habitar lo privado. Específicos: 1. Regenerar, repensar y reciclar la concepción de territorio tanto del poblador como de ciudad entorno al núcleo de vivienda y los sistemas activadores sociales que le competen. 2. Atomización del prototipo de vivienda tipológico que se implanta en la huella dejada por el vacío urbano, como aprovechamiento del lugar consolidado que se denota como estrategia puntual del proyecto como tal. 3. Relaciones de comunidad, transversales y longitudinales, para integrarse con los espacios abiertos e interconectados por el espacio público conector, formando una comunidad agrupada de activadores espaciales donde en relación con los elementos verdes y vacíos de área libre se conforma finalmente la unificación de un ambiente de hábitat y comunidad: La calle habitada.

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01 - 2 Lógica informal del Barrio la Sierra.

De la calle a la casa: habitar la experiencia de la cultura, dignificando las formas de habitar del desplazado local: Un barrio, como lo es La Sierra – Medellín, apreciado por el ciudadano común e incluso su mismo morador, como un simple espacio visto desde la desvalorización de los procesos constructivos materiales e inmateriales (modos de habitar, texturas, apreciación del espacio vivido) de las edificaciones del mismo. Un barrio marginado donde los lugares se han conformado de forma empírica de mano de la noción de “arquitectura sin arquitectos”, siendo estigmatizados y marginados por sus propias y arraigadas raíces de desarrollo. Sin embargo, son lugares que están llenos de significado en su conformación espacial y comunitaria, transmitiendo sus lógicas sociales y culturales; las reales, las que están inmersas en las prácticas que sus mismos habitantes realizan, donde no sólo la arquitectura, “la buena arquitectura”, se basa en forma y en función, si no del respeto que demuestre por la naturaleza misma, por la naturaleza de sus habitantes, por los valores que realza entre quienes lo construyen y la habitan y por el sentido humano que nos permite reconocernos a nosotros mismos, en su interior. Fue así como a través de 45 años se configura un vecindario sobre el borde de la ladera centro-oriental; espacio urbano y rural de nuestra ciudad, que configura el espacio formal del barrio. Un barrio constituido al margen de la planificación urbana y todos los ideales de progre so de una ciudad que constaban básicamente de un apoyo del estado, pero aquí en este lugar los ideales eran otros. nenses, que arraiga su patrón y donde allí no solo encontrará la belleza ilógica a la cual se le huye sino una belleza que solo encontrará en esas tierras. A la Sierra le compete una organización barrial gracias a los saberes tradicionales de sus habitantes; su creatividad, su sentido común y en su totalidad migrantes por el conflicto vivido en Colombia, quienes mediante la autoconstrucción y autogestión dieron forma a este popular vecindario, donde los cánones e ideales de la arquitectura y vida moderna se disolvieron por completo y dieron paso a esta otra “Buena arquitectura” que se aleja de la típica lógica formal a las cuales nos aprehendemos por causa de la noción de “progreso”. Cabe resaltar las características del barrio, donde para el año 2006, registraba un aproximado de 2.968 habitantes, 672 viviendas, 817 núcleos familiares, con un promedio de 4.5 personas


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por núcleo familiar. Sus habitantes no solo hicieron de su hábitat permanente un estilo de vida ya que de ella lograban obtener suficientes ingresos para vivir, sino que a partir de cierto momento, se instalaron en aquel lugar que representó el escape al desplazamiento forzado, a la pobreza extrema y a pesar de estar construido bajo un marco de ilegalidad, injusticia social y condiciones no dignas de habitabilidad, de todos modos representaba el sustento de cientos de familias, el significado exacto a lo que se refiere las formas de habitar redirigidas desde el contexto de fenómeno de informalidad urbana. Un porcentaje de estos individuos moradores, se encuentran en proceso de reasentamiento por parte de los planes de la EDU (Empresa de desarrollo urbano), un plan que se desarrollará en su mismo territorio, interviniendo porciones de su lugar de hábitat que indudablemente entorpecería todas su dinámicas de lugar queriendo inculcar a la fuerza el concepto básico y general de lo que es la habitabilidad ya que en su lugar de desplazamiento, en este caso, el mismo territorio: el Barrio la Sierra; solo se habla de soluciones que se pueden dar desde el aspecto físico y de edificación, olvidando las condiciones adecuadas referentes a sus formas de vida para la permanencia de las personas en un lugar y para desarrollo satisfactorio de actividades propias para su permanencia, dando por sentado y aceptado que los proyectos para población reasentada cumplen condiciones inapreciables de habitabilidad, ya que su objetivo superior es “Reestablecer las condiciones de “hábitat”. Entonces, ¿Estos programas si cumplen con sus buenos estándares de calidad?, esa es nuestra pregunta, una de las más difíciles, ya que solo no se trata de discursos políticos y publicitarios en promoción de las “viviendas dignas de corazón” alejándose paulatinamente de la realidad de sus moradores, donde su objetivo principal se pierde, ya que elimina desde el arraigo a su territorio, las dinámicas del habitar de los pobladores y su propia noción de “reestablecer las condiciones del hábitat”. Con base en esta información preliminar como lectores, es mucho más sencillo el proceso de contextualización y entendimiento del texto, así podremos dimensionar el alcance que ha tenido cultural, social y urbanamente esta intervención vernácula en el ámbito centro oriental de Mede-

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llín, Colombia. Detallaré aspectos de gran relevancia tales como: características técnicas, estéticas y funcionales de todas aquellas viviendas del barrio, con base en las condiciones pertinentes de la analogía hecha desde el “sentido real de las formas de habitar” resaltando los grandes contrastes entre la arquitectura formal e informal de Medellín, Colombia. Demostraremos que la lógica formal no solo se trata de enfrentarnos a modelos paradigmáticos de habitabilidad, en este caso; sino también de esas formas naturales de intervención por el mismo morador de un territorio, que dimensiona las condiciones espaciales y contextuales de un lugar, donde el giro inesperado a la concepción de una lógica informal referida a las formas de habitar de una comunidad, detonan el coherente y claro sentido ideal de hábitat y habitar, para su concepción, concepción propia de vivienda digna a la cual tenemos derecho. La lógica formal no se limita solamente a aprehendernos de la tal verdadera cultura y los objetivos de lo que entendemos por progreso y desarrollo, donde el individuo es obligado a la “seguridad de la tenencia”. También son importantes sus formas de habitar, sus formas de percepción de un lugar habitable, donde el contexto informal, no es sólo un propósito de un momento presente, donde es indispensable construir una confianza hacía los procesos de reubicación en los pobladores, construyéndoles y dándoles la categoría digna en la concepción cotidiana y que se persigue todos los días como morador de lo que es un lugar para concebirlo como hábitat y donde sean coherentes los enfoques de los reasentamientos para algo tan simple y coherente como lo ideal. Una realidad certera de gusto por el lugar de destino donde la dignificación de la calidad de vida sea algo de primacía y no se vuelvan a escuchar las expresiones por los mismos moradores como el: “Nos desubicaron” y sea certera la concepción de la vivienda digna a la cual tenemos derecho. La informalidad urbana es un problema extremamente complejo. Es un resultado de un sin número de factores espaciales y contextuales sobre los cuales tenemos muy poco control, donde sus principales cualidades sociales y espaciales podrían ser considerados uno de los principales causas que irreverentemente entorpecen nuestro control sobre el problema mismo. Sin embargo, es esta misma complejidad la que nos resalta esa necesidad de reconocimiento del territorio informal y la importancia de su reconocimiento al pensar en el diseño de espacios apropiados y necesarios para sus comunidades habitantes, o bien para la reubicación de las mismas, donde lo importante es regalarnos la posibilidad de invitarnos a perder el estilo impuesto por la ya mencionada “buena arquitectura” y resaltar las cualidades importantes de estos asentamientos donde la definición del problema será mínima y la solución será positiva entorno a la implicación


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sobre el espacio habitado. El exponer algunas de las características generales de la ciudad y la vivienda informal en este tipo de contextos, propone comprender algunos de los patrones del hábitat informal en la ladera, así sin necesidad de entrar en detalles puntuales, podremos entender las dimensiones del barrio, que no se basan solamente en características generales del hábitat informal si no que a su vez nos muestran otro tipo de aportes intangibles. . Mientras la informalidad exista y tenga la fuerza que tiene, la justicia social, esa bella palabra, no es para muchos latinoamericanos otra cosa que un espejismo, un ideal, un concepto que nombra algo que no ha sido ni puede ser plenamente experimentado (Torres, 2009, p.24). 3

3.

Tovar, C. A. (2009). El significado de la informalidad. Bitácora, 9.


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Fig. 4. La Sierra y su poética física.


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Partiendo desde lo principal y básico de este escrito, retomaremos el contexto al cual está aplicado la noción de la búsqueda de una identidad que sea coherente dentro del contexto en el que vivimos y que pueda devolver la dignidad a todas las manifestaciones populares de nuestros habitantes, en este caso El Barrio La Sierra. Reconocer las acciones y el papel tan importante que cargan los constructores de estos barrios: sus propios habitantes, resalta su capacidad de producir cultura y el significado que le aportan a la concepción de producción de hábitat y vivienda que denota una estética particular, que proyecta el estilo étnico en cada familia, donde algo tan simple como la expansión de una fachada tomando la forma de un balcón y donde este gesto se vuelve repetitivo en el Barrio La Sierra, exterioriza actividades propias tanto físicas como no físicas del interior domestico de sus viviendas. La vivienda informal puede ser tomada como el resultado de procesos de reivindicación de los habitantes, y que no solo debemos remitirnos a una nueva configuración de su hábitat por las nuevas propuestas de reubicación para una mejoría de medio, esto no puede ser una búsqueda donde la identidad se vuelve obsoleta, donde se les obliga a estos pobladores a una resistencia e innovación cultural, donde las inclusiones y exclusiones a las que se enfrenta la población marginada estén frente a un modelo de lógicas de urbanizaciones y vivienda moderna de la cual ellos no hacen parte, y por estas anteriores situaciones se nos olvida la iniciativa de estos pobladores, iniciativa que representa las manifestaciones culturales más reales y dicientes frente a una incursión en el general de la ciudad, formas de vida, formas de habitar, a las que ellos ya tienen un arraigo incorporado y que muestran que a lo que la ciudad en general está acostumbrada a vivenciar no les es familiarizada. Así, estos lugares marginados donde la posibilidad de enaltecer la configuración de hábitat es olvidada, ya que estos valores y estos esfuerzos que ofrecen estás personas no trascienden lo que ellos anhelan, y la cuestión es poder superar la barrera de la imagen exigiéndonos un máximo esfuerzo para abrir los ojos, pero solo lo vemos como inicio para una construcción de nueva ciudad basándonos en soluciones innovadoras reflejadas en cambios tan simples como como en la materialidad de una vivienda, cambiando una hoja lata por un ladrillo de material, lo cual sin duda es como se percibe ahora el barrio, cosa que actualmente estaría acabando con la poética del lugar, desligando esa ilógica pero certera concepción de los límites del espacio del ser humano, donde reconoce en sus elementos y en sus espacios la búsqueda de su propia identidad, identidad que está siendo abandonada por la estética impuesta sobre su propia percepción de la misma.


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Fig. 5. Identidad popular.


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Una identidad que sea coherente dentro del propio contexto en donde se habita, contexto que no esté limitado por concepciones sociales o de carácter económico que dictaminen las normas de habitar, si no que en ellos podamos ver ejemplos de convivencia que existieron y que aún existen en estos lugares. Estos ejemplos con el pasar del tiempo se han ido perdiendo por la noción de “Re habitar”, o más bien por la noción de “Re ubicar” gracias a las políticas públicas. Las manifestaciones culturales que reflejan las peculiaridades del saber popular han sido derrocadas y ultrajadas, gracias al sueño utópico de lograr una vivienda y un hábitat adecuado que se desligue de las realidades y necesidades que suscita una sociedad, donde el carácter principal de esta pérdida de identidad, se remite a dejar a un lado las dinámicas del habitar de sus propios pobladores para introducir en su concepto de “sobrevivir” el concepto de “Reestablecer las condiciones del hábitat por un bien común”. Lo anterior mencionado con base en el elemento principal de este texto: La lógica informal, refleja todo tipo de manifestación cultural de los pobladores marginados, refleja la peculiaridad de un saber popular donde su aplicación, les da poder para alcanzar los mismos beneficios de la urbanización formal desde su percepción; La extensión de la casa a la calle, sus espacios comunales, la importancia de las servidumbres como conexión a sus espacios principales, la percepción del balcón como punto de encuentro y así enaltecer su “cultura popular”. . “Cuando en un lugar se suman ambos aspectos (físico espaciales e intangibles) se logra una plenitud en la experiencia de estar en un sitio” (Carmona, 2009, p.1). 4

Y es que no sólo se trata de la imagen de fachada colorida con balcón que contempla el horizonte y que se replica a lo largo y ancho del territorio por una necesidad de comunidad: el rancho de materiales no durables, la casa de un piso de materiales durables, la edificación vernácula construida por el paso de los años, y el crecimiento del núcleo familiar nos cuentan también otras historias, historias que pueden tornarse intangibles pero que cuentan la historia tal y como es de sus formas de habitar y donde encontramos la diciente comparación entre este tipo de vivienda y a los que sus pobladores están destinados por la reubicación, que se encuentra ligada a un modelo de vivienda repetitivo que no responde a las necesidades de sus futuros moradores ya que su concepción de espacio ha sido completamente olvidada. Los patrones intangibles referidos a la concepción de atmosfera recreada por su mismo morador en este territorio es importante, 4.

Carmona, M. S. (2009). Habitabilidad y Arquitectura. 1.


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de esto nacen los lazos comunitarios que se generan gracias a los espacios tangibles como: calles, andenes y parques… En los proyectos de población reasentada resulta algo satisfactorio este aspecto, donde los propios moradores hacen la comparación de un viejo lugar donde las calidades vistas desde la simple expresión de cualquier ciudadano habitante del territorio, como: la casa ya no se me va a caer encima o, aquí mi entorno es más seguro, denotan los aspectos generales de ubicación e integración de su vivienda al barrio, pero esto no da por sentado el hecho de extrañar lo asociado a las formas de habitar en sus hábitats de origen, ya que sus propios espacios públicos, en este caso, podrían convertirse en sus espacios de sustento, en los lugares de su apropiación, dejando a un lado la finalidad de los reasentamientos y la condición impuesta de reestablecer las condiciones de habitar, olvidando la noción propia de la misma. Así, la vivienda, entra a jugar el papel más importante en este tipo de contexto. Para la mayoría o para todos, la vivienda es el punto de reunión donde todo el esfuerzo de hacer de ella un lugar habitable supera limites, aunque las condiciones de una vivienda informal no son las más aptas para designarla como tipo de vivienda con “calidad de vida” pero lo cual no podría definir en si, sí es adecuada o no. No podríamos mesurar la calidad de vida de cada tipo de habitante donde los conceptos de querer más y necesitar algo mejor se nos han sido inculcados por generaciones. Por eso los vínculos familiares que esta permite, como: la intimidad, la seguridad, el hogar, la comodidad, las visuales y otro sin fin de dinámicas más, son las premisas para una mejoría de estos espacios, patrones que no deben ir en contra en la vivienda de reasentamiento, patrones que tienen que ser dimensionados en respuesta a sus formas de habitar, para que no sean olvidadas, algo tan simple como describir la horizontalidad de sus hábitats de origen donde la acera y la calle eran la extensión de la vivienda, por tanto tenían otra noción de dinámicas tanto privadas como públicas, en contraposición de sus lugares de reasentamiento donde la residencia es un espacio vertical de diez niveles. Cabe resaltar estos contrastes porque se analizan en detalle los territorios informales, territorios densificados por la necesidad del habitar, cobran una enorme importancia, porque en ellos claramente podemos ver el esfuerzo dedicado y el sacrificio durante largos años para resolver las necesidades de sus nuevos integrantes, de sus nuevos habitantes donde lo intrínseco es valorar los procesos constructivos emprendidos por los habitantes de estas edificaciones marginales, donde el significado de comprender las lógicas sociales y culturales en las cuales están inmersas

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las prácticas que ellos realizan para desenvolverse en este entorno trasciende sobre las lógicas formales establecidas que a su vez radica en ellos, en su propio ser como moradores esa dignidad y propiedad que tanto les ha costado lograr. El individuo, sus formas de habitar, sus formas de percepción de un lugar habitable donde en el contexto informal: la seguridad de un lugar para mora,” no es solo un propósito de un momento presente, es algo que permuta y que en su concepción de morador implica una proyección de sustentabilidad a futuro para para conservar la propiedad y una compensación justa a su patrimonio moral dejado en el hábitat de origen. Por esto es indispensable construir una confianza hacia los procesos de reubicación en los pobladores, construyéndoles y dándoles la categoría digna de lo que es la Habitabilidad y donde sean coherentes los enfoques de los reasentamientos para algo tan simple y coherente como lo ideal, una realidad certera de gusto por el lugar de destino donde la dignificación de la calidad de vida sea algo de primacía y donde repetirlo es importante: que no se vuelvan a escuchar las expresiones por los mismos moradores como el: Nos desubicaron, para que sea certera la concepción de la vivienda digna a la cual tenemos derecho. Así al hablar de informalidad no aludiremos al fenómeno de índole política, económica y cultural, que son expresadas sobre los colectivos de personas en exclusión, sea por condiciones económicas, desplazamiento forzado o marginación que se encuentran sometidas a extremas condiciones de miseria y pobreza. Remitirnos sólo a la búsqueda objetiva de un contexto reducido solamente a un carácter físico reflejado en los asentamientos de origen informal en las ciudades sin contar con búsquedas más subjetivas, sólo nos cuenta de la realidad que ya todos conocemos, con base en circunstancias de cómo habita el ser humano en el territorio marginado: cuál es su accesibilidad al mercado laboral, su cercanía hacia las vías principales y los demás servicios como la educación, la salud, etc esto nos define todo tipo de patrones en la población vulnerable (que no tiene acceso al mercado laboral, a la educación, a las tecnologías de la información, a los sistemas de salud y protección social, etc) y que solo esto sea lo que se debe tomar en cuenta en el momento de actuar para la mejoría de su habitar, el derecho elemental a una vida digna no sólo se mide bajo las circunstancias antes mencionadas, sino en una garantía de calidad de vida urbana en condiciones equitati-


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Lógica informal del Barrio la Sierra.

vas que resalten la construcción cultural del entorno y del usuario y a los lazos comunitarios que se crean entorno a estas manifestaciones y que siempre son olvidados . La vivienda y el hábitat de una persona no alcanza a definirla como ser social, en los barrios informales esto no sucede, y nosotros estamos acostumbrados a generalizar contextos donde olvidamos que el derecho a la vida digna no se hace visible en los entornos informales debido a las condiciones de la pobreza, la violencia, la falta de servicios que presten el bienestar como la educación, la salud y en muchas ocasiones hasta el agua y la energía. De esto se puede concluir que los procesos de inclusión no son suficientes para estas comunidades, en otras palabras son marginales, en otras palabras “No son seres sociales”.

Fig. 7. Lógica constructiva popular.

Fig. 6. Visuales del mirador de la 8.


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DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

La informalidad nos nombra el problema de supervivencia individual y colectiva en nuestras ciudades, donde el preguntarnos la capacidad que tiene el ser humano de soportar condiciones extremas de pobreza, en este caso, es impredecible pero a su vez predecible ya que el problema de la coexistencia con seres humanos condenados a la marginalidad sorteada a condiciones cercanas a lo inhumano, lo que creemos que no es digno para nosotros o que a su vez se nos hace complejo comprender porque se podría pertenecer a esta condición marginal, nos predicen la problemática actual y latente que para nosotros debería hacerse visible en todas las formas y a través de todos los medios posibles donde la construcción de un modelo de sociedad más acorde con los postulados de equidad y dignidad encuentren la balanza para el desafío del equilibrio entre lo urbano y lo rural donde su extirpación de segregación puede darle otro rumbo a las comunidades pertenecientes a este fenómeno para ir en búsqueda de la vivencia en la ciudad dignamente. Por último si no notamos la verdadera dimensión de los contextos informales, de los contextos de reubicación de población reasentada, no notaremos la verdadera dimensión de los hechos del fenómenos de la informalidad urbana donde la tragedia que algunos viven y afrontan en la actualidad nos debe concernir a todos, sin segregaciones ni exclusiones estratificarías de condiciones de vida, dejando a un lado el hecho de una vida digna y equitativa para todos y donde el hecho final es reclamar un conjuntos básico de satisfactorios para darle la aceptada respuesta a las problemáticas planteadas por el fenómenos de la informalidad, donde los problemas estructurales no se deberían resolver con un juego de lenguaje que disfrace las crudas realidades de la supervivencia de las comunidades marginales, si no que a su vez, las decisiones y acciones que se tomen en torno a esto sean respondidas de manera satisfactorio por los entes superiores a los cuales les compete por la divulgación de sus políticas públicas de mejoras en los hábitat informales y las condiciones de sociedad mediante sus políticas de estado y no solo en el resolverlo con programas de gobierno que nombran el hecho.

. Hoy en día se prefiriere emplear el lenguaje de los estratos socio-económicos y rara vez la fórmula más problemática de clases sociales. Esta elección puede hacernos olvidar las diferencias entre una vida digna y la pura supervivencia, pero tiene la virtud de hacernos relacionar la vida con la morada (Tovar, 2009, p. 8). 5

5.

Tovar, C. A. (2009). El significado de la informalidad. Bitácora, 8.


01 - 2

39

Lรณgica informal del Barrio la Sierra.

Fig. 7. La identidad de la servidumbre.


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DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

No se trata de modificar un barrio marginal de raíz, es intentar encontrar la manera de cambiar la percepción que tenemos de estos ámbitos latentes en los territorios, no solo en el contexto en cuestión, refiriéndonos al La Sierra – Medellín, sino también en toda Latinoamérica. Proponer mejorar las condiciones de sus habitantes para unir esfuerzos a la par con ellos desde las partes administrativas hasta los colectivos de los territorios es factible. La capacidad de interpretar estas situaciones y proponer un desarrollo que evite el desarraigo de estos moradores en sus futuros hábitats de reubicación es posible, no solo se debe basar en la satisfacción de las vanidades y hasta fachadas La capacidad de interpretar estas situaciones y proponer un desarrollo que evite el desarraigo de estos moradores en sus futuros hábitats de reubicación es posible, no solo se debe basar en la satisfacción de las vanidades y hasta fachadas vanidosas que puedan proponer una ciudad, hay salir a la calle, hablar con la gente, identificar sus necesidades puede ayudarnos a superar toda la concepción lógica que se ha venido implantando con el paso de los días. Construyéndoles y dándoles la categoría digna de lo que amerita el barrio marginal resaltará la realidad certera del gusto y el valor del territorio, donde las calidades de vida trasciendan la realidad donde los muros de adobe y las grietas en sus fachadas coloridas incorporen una autenticidad que nos permita descubrir el valor de las cosas que se hacen con esfuerzos, para poder dejar a un lado esa noción de dignificación de calidad de vida basada simplemente en la reubicación de los habitantes y no tener que volver a escuchar de sus bocas el “Nos desubicaron” y sea certera la concepción de la vivienda digna a la cual tenemos derecho, el barrio marginal como patrimonio de cada ciudad.


01 - 2

Lรณgica informal del Barrio la Sierra.

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DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra.


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. Es una invitación a perder el estilo, a ampliar los ejes sobre los que opera nuestro gusto hasta terrenos donde no existen las apariencias, a expandir los horizontes de los saberes locales e incorporarlos fecundamente dentro de estos barrios donde se respira autenticidad, para descubrir el valor de las cosas que se hacen con esfuerzo en su superficie; en la torta, los adornos y el vestido de Natalie que le hizo su abuela Dora con la máquina de coser, con la que saco adelante a los propios y los que adoptó, todos sus hijos (Samper, p.58). 6

6.

Samper, S. H. (s.f.). Carta abierta de un arquitecto. Proyecto diseño, 58.


44

DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra: El tiempo construye la calle habitada.


45 Línea de tiempo Barrio La Sierra.

Fig. 8. Línea de tiempo Barrio La Sierra, Medellín.


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DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

01 - 3 Contextualización sobre la investigación.

La historia de la Sierra da comienzos no solo desde las cualidades de colonización informal de sus habitantes sino también desde la presencia miliciana y hasta el dominio paramilitar en el territorio. Al igual que otras zonas de la ciudad de Medellín: las comunas 1, 2,3 y 4 de la zona nororiental y la comuna 13 y 16 de la zona centro oriental, la comuna 8 se une a este diligente número de territorios que han sido flagelados por el conflicto interno de ciudad, sumándose a los hitos de memoria en la ciudad, no precisamente por cualidades a resaltar si no por ser una porción de ciudad marcada por la guerra. La comuna 8 se une a este grupo, asociándose uno de los territorios más conocidos de Medellín por ser tocados por el conflicto interno: La comuna 13, pero donde la comuna 8 tal vez, Comuna donde se encuentra el Barrio La Sierra, es uno de los territorios si no es tal vez uno de los más afectados por los diversos actores y matices generales de las dinámicas de la guerra en la ciudad, afectada directamente por el fenómeno paramilitar, el cuál por mucho tiempo estuvo lejos del ojo público. La Sierra, posterior a los noventa, donde el auge del conflicto interno y la presencia paramilitar en la zona fue tan relevante, ahora es que se escucha, donde décadas después la ciudad en su totalidad como tal dio cuenta de su existencia, donde su problemática ha sido evidenciada, para dar entrada a las meditaciones de la guerra, procesos de reinserción que sin ellos, el flagelo del conflicto seguiría tocando la presencia del barrio. Hoy el territorio y las historias son otras, un barrio que quedó marcado con una huella de dolor y guerra, pero donde la búsqueda de nuevas oportunidades y cambios de estigmas por medio de políticas públicas o cambios importantes buscados por sus propios habitantes que con planes comunitarios buscan hacer del Barrio La Sierra Medellín un referente para la memoria de la ciudad donde el colectivo (Las convites) construyen hoy de manera amena y en respeto a su territorio un nuevo lugar, una nueva concepción de lo que es el Barrio La Sierra, Medellín.


01 - 3

47

Contextualizaciรณn sobre la investigaciรณn.

La Sierra exenta de programas de vivienda Barrios sostenibles

Fig. 9. Ubicaciรณn Barrio la Sierra, comuna 8.


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DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

¿?

¿Por qué el Barrio La Sierra, Medelín como intervención del espacio habitable?


01 - 3

49

Contextualización sobre la investigación. A

A. El proceso de ocupación al que se ha visto sometido la zona a lo largo de los años evidencia claramente la prelación que ha tenido la localización de vivienda.

¿Modelo que responde a las necesidades de vivienda digna?

B

B. La comuna 8 es la principal receptora de las comunidades con desplazamiento forzado interurbanos en la ciudad con un total actual de 18.400 personas lo que equivale al 12% de su población total de 155.000 habitantes.

Poblaciones flotantes.

C

C. Construir su propio hogar, con el aporte técnico popular es uno de las principales apuestas de De La Calle a la Casa, La gente construye, por eso el tiempo construye la calle habitada.

El tiempo construye.

Fig. 10. ¿Por qué el Barrio La Sierra, Medellín?


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DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

Medellín, se caracteriza por ser una mancha naranja, dado que la mayoría de construcciones son en ladrillo. De hecho, Colombia, y más específicamente Medellín han evolucionado en sus conceptos de arquitectura migrando de estilos antiguos a las arquitecturas de las grandes ciudades a nivel mundial donde claramente encontramos el ecosistema paisa que para su colectivo evidencia las condiciones adecuadas de hábitat para los mismos. Cada vez más se evidencia que nuestra ciudad se urbaniza y el concepto de casas rurales desaparece. No obstante, aun existen sectores de la ciudad, como por ejemplo, el Barrio La Sierra, donde la arquitectura aun es la fiel representación de las personas que allí viven, personas que a pesar de ser en su mayoría pobres, son alegres, esperanzadas y sin duda alguna echadas para adelante. Tener la valentía de construir sus propios hogares sabiendo el riesgo eminente de las construcciones, permite entender que por encima de lo real está la esperanza de poder vivir dignamente y estos pobladores lo han demostrado defendiendo su condición de significado de lo que para ellos respecta la apropiación de su hábitat.


51

Fig. 11. La mancha naranja de nuestro territorio.


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Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

01 - 4 La crisis de la vivienda actual: El fenómeno de vivir como habitante rural en el ámbito local. Condiciones de la vivienda entorno al post-conflicto.

A. Desplazamiento local obligando a millones de personas el conflicto armado interno a obligado a millones de personas a desplazarse a las grandes ciudades como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla.

B. 1 de cada 20 habitantes de Medellín vive en zona de alto riesgo no recuperable. Desde el 2005 se tienen identificadas 30,000 viviendas ubicadas en estas zonas.

C. 4.3 personas por hogar, con la claridad de que en las partes altas de las laderas el hacinamiento es más crítico y existen hogares muy numerosos donde pueden convivir muchas familias. (Deficit cualitativo de vivienda) que se ve claramente marcado por el 20% de desplazados que llegan a el territorio de la comuna 8.

D. La comuna 8 es la principal receptora de las comunidades con desplazamiento forzado interurbanos en la ciudad con un total actual de 18.400 personas lo que equivale al 12% de su población total de 155.000 habitantes aproximadamente, esto ha generado conflictos: Frontesas invisibles, extorsión, entre otros. Por la diversidad de culturas que llegan al sector sumandosele que es una zona que no ha sido totalmente acogida por los planes de gobierno se construye ilegalmente como medio de búsqueda de la vivienda informal y estilo de vida.

E. El proceso de ocupación al que se ha visto sometido la zona a lo largo de los años evidencia claramente la prelación que ha tenido la localización de vivienda expresado en graves problemas de hacinamiento y la existencia de un deficit cualitativo de vivienda que evidentemente perjudica al habitantes instalado y al habitante en transición.


01 - 4

53

La crisis de la vivienda actual: el fenรณmeno de vivir como habitante rural en el รกmbito local.

A

D

B

E

C

E

Fig. 12. Desplazamiento/ La crisis de la vivienda y el proceso de ocupaciรณn.


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DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

El individuo, sus formas de habitar, sus formas de percepción de un lugar habitable donde en el contexto informal “la seguridad de la tenencia” no es solo un propósito de un momento presente, es algo que permuta y que en su concepción de morador implica una proyección de sustentabilidad a futuro para para conservar la propiedad y una compensación justa a su patrimonio moral dejado en el hábitat de origen, por esto es indispensable construir una confianza hacía los procesos de reubicación en los pobladores, construyéndoles y dándoles la categoría digna de lo que es la Habitabilidad y donde sean coherentes los enfoques de los reasentamientos para algo tan simple y coherente como lo ideal, una realidad certera de gusto por el lugar de destino donde la dignificación de la calidad de vida sea algo de primacía y no se vuelvan a escuchar las expresiones por los mismos moradores como el “Nos desubicaron” y sea certera la concepción de la vivienda digna a la cual tenemos derecho. En La Sierra observamos este tipo de fénomenos urbanos que nos muestran claramente como es el poder identitario de sus formas de habitar, Ahora, a este espacio, ese artefacto que se observa en la imagen que se resumen a un vagón reciclado de alimentos, segura estoy de que le llaman hogar: una cama para dormir, un espejo para verse en las mañana, una esquina para sentarnos a comer o simplemente la audacia de un usuario que pese a su precariedad se las dio de arriesgado y le puso su sello a su nueva casa. Cuantas situaciones le podemos otorgar a este pequeño artefacto, tan pequeño que se complejiza de una manera que ni uno puede describirlo, confort y y sostenibilidad a su usuario, buscada por el mismo, con material poco común y sin dejar atrás el saber y la habilidad de sus pobladores en su construcción donde el habitar lo entendemos de otro modo porque exaltamos el valor de lo sencillo. De esto se trata De la Calle a la Casa y por esto el tiempo construye la calle habitada. La vivienda, en el caso de la población vulnerable, ¿es la vivienda digna a la cual tenemos derecho?” (Escalante, 2012, p. 213). 7.

7.

Escalante, M. M. (2012). Habitabilidad en la vivienda social en edificios para población reasentada. El caso de Medellín, Colombia. EURE, 213.


01 - 4

55

La crisis de la vivienda actual: el fenĂłmeno de vivir como habitante rural en el ĂĄmbito local.

Fig. 13. Unidad mĂ­nima de vivienda en el Barrio La Sierra.


DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra.


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Porque la casa es nuestro rincón del mundo. (...) Nuestro primero universo, es realmente un cosmos. Un cosmos en toda la acepción del término. (...). En resumen, en la más amparada de las dialécticas, el ser es amparado, sensibiliza los limites de su albergue. Vive la casa en su realidad y en su virtualidad, con el pensamiento y los sueños (Bachelard, 1965). 8.

Bachelard, G. (1965). La poética del espacio. (Ernestina De Champourcin) Argentina: fondo de cultura ecónomica de Argentina ( La poétique de l’espace, 1957, Presses Universitaires de France, París). 8.


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Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

01 - 5 Metodología: Línea de proyecto. “Habitar: La experiencia de la cultura” dignificando las formas de habitar del desplazado local. EL LUGAR

LA ACTIVIDAD

LA TÉCNICA


01 - 5

59

Metodología: Línea de proyecto.

EL LUGAR: Cómo reconocimiento multiescalar de las geografías medias y bajas de la ladera que aparecen en el territorio de ánalisis:formas del vacío, ¿Acupuntura urbana?, relación con la Topografía,plan de desarrollo.

A Desconexión.

LA ACTIVIDAD: Facilitar el reconocimiento del paisaje de los barrios: influencia de actividades económicas en la composición de orden y espacio, construcción como identidad, habitar: La experiencia de la cultura. B Conflicto de frontera.

LA TÉCNICA: Entender las lógicas de los procesos de la construcción de las unidades de vivienda existentes: condiciones téctonicas, materiales, ¿Cómo vive la gente, cómo construye?, configuración del paisaje, postura estética.

A. Mejoramiento del sistema de vecindad en busca de integración de barrios.

C Monofuncionalidad.

B. La condición de borde permite da lugar a 2 contextos urbanos, desarticulandose dando paso al conflicto interno.

C. Diversificar el programa de las unidades de vivienda existentes, articulando

D Ocupación persa.

dis-

nuevos espacios como consolidación del hábitat.

D. Trasformar el entorno físico de la comuna a través del ordenamiento del entorno a lo colectivo. E

Factores de riesgo.

E. Eliminar factores de riesgo en búsqueda de establecer estrategías de prevención aprovechando el suelo consolodidado como oportunidad. Fig. 14. Mapa La Sierra/Estrategias proyectuales.


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DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra.

La vivienda en el Barrio la Sierra: El centro de la hipรณtesis proyectual.


01 - 5

61

Metodología: Línea de proyecto.

1

¿Qué? El prototipo de vivienda. Generar un hábitat para la población en situación de transición en el barrio la Sierra – Medellín, como estrategia de acupuntura urbana donde a través de la inserción de vivienda en un tejido consolidado (Regenerar, Repensar, Reciclar) Se atienda la población desplazada como método de intervención integral que supla las necesidades optimas del usuario, funcione y reconozca sus cotidianidades, entornos y hábitats como testimonio sobre el habitar popular, a partir de una premisa y modelo arquitectónico que responda a estas necesidades básicas y dignas de habitabilidad para sus pobladores.

2

¿Por qué? El reconocimiento de la identidad de sus modos devida. No solo se trata de gestionar vivienda nueva, pequeños aprovechamientos del lugar consolidado es una de las principales estrategias de intervención. La dignidad de una vivienda popular auto construida se basa más allá de la lógica física y espacial que puede tener por eso se procura responder acorde al sistema identitario del habitante rural en condición de desplazamiento.

2

¿Para qué? Resaltar el sistema identitario del hábitat popular. La dignidad de una vivienda se basa más allá de la lógica espacial que puede tener, como reconocimiento de las dinámicas que al interior de las familias arraigan desde sus anteriores hábitats. Esto se da desde el reconocimiento del sistema identitario del habitar local y popular del usuario en situación de transición hasta su desarrollo económico y social sin olvidar todos los aspectos de carácter sensorial.


62

DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra: Sierra. El tiempo construye la calle habitada.

Esquemas proyectuales.

Generar un hábitat para la población en situación de desplazamiento en el Barrio La Sierra Medellín, como sistema de intervención gradual del espacio en que ha vivido.

1

PROYECTO Estrategias de intervención so-

Regenerar, repensar, reciclar pre-

bre lo construido que posibiliten

existencias de núcleos de vi-

condiciones dignas de habitabilidad para el poblador en situación de transición.

2

DE LA CALLE A LA CASA

vienda y el vacío urbano, como intervención gradual del espa-

3

cio habitado.

Fig. 15. Triángulo proyectual, De la Calle a la Casa.


01 - 5

63

Metodología: Línea de proyecto.

Unidad Vecinal:

Inclusión:

- Transformación

- Diversidad de la comunidad

- Configuración

desplazada.

- Hábitat integral

- Modos de vida e identidad.

- Lógicas comunitarias y diver-

-Reconfiguración por parte del

sas.

habitante.

A

B

VIVIENDA Dignificación:

Construir sobre lo construido:

- Formas de habitar el espacio.

- Reconfigurable.

- Adaptar el entorno. - Hábitat local / Hábitar rural.

C

¿LO CONSTRUYE LA MISMA GENTE?

- Flexible.

D

- Adaptable.

Fig. 16. La noción física de la nueva vivienda.



02 EL TERRITORIO


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DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra: El tiempo construye la calle habitada.


67 Modelo de MedellĂ­n.

Fig. 17. Modelo de MedellĂ­n: La Sierra jerarquizando la ladera.


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DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

02 - 1 Lógica física y espacial del territorio (configuración urbana y habitacional). Reconocimiento del territorio.


02 - 1

69

Lógica física y espacial del territorio (Configuración urbana y habitacional).

Fig. 18. La complejización del territorio.


70

DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuaci贸n sobre lo construido como intervenci贸n del espacio habitado del Barrio La Sierra.

Delimitaci贸n urbana.

Fig. 19. Delimitaci贸n urbana Barrio La Sierra.


02 - 1

71

Lógica física y espacial del territorio (Configuración urbana y habitacional).

Crecimiento morfológico.

Centros de manzana y borde para implementación de la estrategía de hábitat.

Fig. 20. Crecimiento morfológico Barrio La Sierra.


72

DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra.

Conexiones de Ciudad - Barrio.

Fig. 21. Conexiones de ciudad-Barrio, Barrio la Sierra.


02 - 1

73

Lógica física y espacial del territorio (Configuración urbana y habitacional).

Corredores urbanos.

Fig. 22. Corredores urbanos Barrio La Sierra.


DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra.


75

La informalidad entendida como realidad, como termino y como un asunto que se debe atender porque ĂŠsta expresa las condiciones de vida en una comunidad humana que vive en circunstancias que no son acordes con tal condiciĂłn. Mientras la informalidad exista y tenga la fuerza que tiene, la justicia social, esa bella palabra, no es para muchos latinoamericanos otra cosa que un espejismo, un ideal, un concepto que nombra algo que no ha sido ni puede ser plenamente experimentado (Tovar, 2009, p. 15). 9.

09.

Tovar, C. A. (2009). El significado de la informalidad. BitĂĄcora, 15.


76


77

Fig. 23. Configuraciรณn urbana Barrio la Sierra.


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Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

Usos.

Como resultado de una ocupación informal en un terreno de pendientes pronunciadas la topografía toma partido fundamental en la forma de asentamiento urbano en la Sierra.

Vial.

Corredor urbano con ramificaciones peatonales que surgen bajo el aspecto de la ocupación informal.

Fig. 24. Análisis de usos y características viales.


02 - 1

79

Lógica física y espacial del territorio (Configuración urbana y habitacional).

Topografía.

El proceso de ocupación al que se ha visto sometido la zona a lo largo de los años evidencia claramente la prelación que ha tenido la localización de vivienda.

Relación comuna.

Re-definir las condiciones del lugar aprovechando las relaciones espaciales y de cáracter público en la zona son respuesta a la renovación que viene desarrollando el sector.

Fig. 25. Análisis tendencia de ladera y relaciones de comuna.


DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra.


81

Reconocer hábitat desde el habitar implica pensarlo desde la diversidad de sujetos individuales y colectivos, con sus sentidos existenciales, móviles e intereses, necesidades, vacíos, movimientos, recorridos, expresiones, usos y materializaciones, quienes, en su condición de habitantes, realizan o requieren realizar sus sentidos ontológicos, al establecerse y concretar sus sistemas de vida en el espacio (Echeverría, 2001, p.1). 10.

10.

Echeverría, M.A. (2011). Hábitat del habitar, como territorio étnico, grupal y socialmente significado. 1.


82

DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

Modos de Vida

Prototipos de tipología a estudiar en muestra del cambio por adición por la transformación de los núcleos de familia, siendo claro el sentido de conexión visual horizontal frente a sus accesos

Estética

La estetética como extensión de casa y manifiesto de la naturaleza del modo de vida del habitante rural en estado de transición al habitar local y urbano.

Fig. 26. Análisis modos de vida y estética Barrio la Sierra.


02 - 1

83

Lógica física y espacial del territorio (Configuración urbana y habitacional).

Adaptabilidad

Adición a solar como respuesta a crecimiento tradicional del habitante loc

El callejón

La extensión de casa como formas de habitar donde “la buena arquitectura”, no solo se base en forma y en función, si no del respeto que demuestre por la naturaleza misma, por la naturaleza de sus habitantes, por los valores que realza entre quienes lo construyen y la habitan. Fig. 27. Análisis adaptabilidad al territorio y el callejón como corredor.


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DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra: El tiempo construye la calle habitada.

Fig. 28. La identidad del zaguรกn.


02 - 1

85

Lógica física y espacial del territorio (Configuración urbana y habitacional).

Fig. 29. La identidad del zaguán 2.


DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra.


87 En honor a lo fundamental: La concepciรณn de nuestra realidad.

No hay un solo hombre que no sea un descubridor Empieza descubriendo lo amargo. lo salado, lo cรณncavo, lo liso, lo รกspero, los siete colores del arco y las veintitantas letras del alfabeto; pasa por los rostros, los mapas, los animales y los astros; concluye por la duda o por la fe y por la certidumbre casi total de su propia ignorancia ( Borges, J.L., Kodama, M. 1984). 11.

11.

Borges, J.L., Kodama, M. (1984). Atlas.


88

DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

02 - 2 El proyecto como estrategia urbana. Los crecimientos barriales entorno a nodos de actividad en el sector de la Sierra son una de las patentes para el proyecto, ya que el crecimiento de las dinámicas entorno a este, la consolidación de suelo permitido para viviienda y la noción de mixtura de uso entorno al corredor urbano propicia el crecimiento cualiitativo entorno a nueva llegada de vivenda.

1 El lugar: Se evidencia un claro y marcado perfil discontinuo y una consecución de lote horizontal entre predios que constan con un máximo de altura de 2 pisos, un factor que se presenta por la denotable diferencia topógrafica entre predios lo cual ocasiona que la pendiente afecte la forma de la manzana. Gracias a esta complejidad dada por el crecimiento espontaneo en el territorio se da la oportunidad de una atomización urbana, donde pequeños núcleos de vivienda pueden articularse a estas discontinuidades y generar primero espacios habitacionales y segundo espacios colectivos en pro de la comunidad.

2 La actividad: Los nuevos desarrollos del polígono de intervención de mejoramiento integral muestran un futuro crecimiento cualitativo de vivienda y como premisa para el proyecto se muestra la oportunidad de desarrollos en pro del habitante y como respeto de sus formas de habitar. Así se genera un hábitat para la población en situación de transición en el barrio la Sierra – Medellín, como sistema de intervención gradual del espacio en que ha vivido, trayendo su imaginario de forma de vida como aplicación a las actividades de su cotidiano, no solo familiares si no también desde la concepción colectiva en busca de una vivienda digna en su totalidad.

3 La unidad de convivencia: La configuración de las tipologías arquitectonicas evidencia una gran influencia de la adicción a una vivienda ya existente compuesta en base a los trazados del municipio y el sistema identirario de cada habitante como respeto a su forma de habitar y reconocer su territorio. No solo se trata de gestionar vivienda nueva,el imaginario del habitante rural en su llegada al ambito urbano es una casa de material resistente, se trata de no solo reducirce a esa creencia colectiva, la celula habitacional respeta sus modos de vida popular.


02 - 2

89

El proyecto como estrategia urbana.

1

1

2

Fig. 30. Elecciรณn del territorio.


90

DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

¿?

¿Cuál es nuestra población?


02 - 2

91

El proyecto como estrategia urbana.

La estrategia se piensa de tal manera que todas las intervenciones que en ella se detallan se solapan en un proceso temporal que responde acordemente a los tiempos de llegada del habitante rural al ámbito local, dando un proceso temporal que permitirá un desarrollo armónico, controlado y adaptable a las circunstancias, donde cada una de ellas responde a propio ciclo y al total. Se hace indispensable concebir este tipo de intervención como una estrategia de crecimiento que no quiere servir como proyecto definitivo si no como punto de partida para un desarrollo futuro continuo, participado y auto gestionado, donde el tiempo irá dictando los porvenires de cada uno de los habitantes moradores, modificándose a un punto de partida, estableciendo vínculos ligados a la regeneración de este entorno olvidado, consiguiendo esa red interior que trabaje para establecer una cohesión social mayor, un sentimiento identitario y sienta los pilares para una posible conexión al exterior y un dialogo con la ciudad, donde la Sierra – Medellín es, ahora sí, una zona con capacidad de dialogo y de habitar entorno a la primicia principal de proyecto: La Calle Habitada.

Fig. 31. Pobladores y desplazamientos.


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DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

Intervención e integración global.

1

Intervención colmatada.

4

Unidad paralela a las curvas de nivel para fortalecer la servidumbre.

2

Trama y módulos.

3

Trama y módulos.

5

Complejización de la respuesta a la calle.

6

Fragmentación, articulación. Fig. 32. La intervención global entorno a la conexión.


02 - 2

93

El proyecto como estrategia urbana.

Estrategias proyectuales

Re - ciclar: Preexistencia en deshuso como pauta principal de apropiación del territorio.

1

Re -

cic lar

Re - generar: Implantación de células en vació urbano o lote preexistente en deshuso.

2

Re -

ge ner ar

Re - pensar: Adición de célula habitable al territorio en respuesta a condiciones colectivas.

3

Re -

pe nsa r

4

Est ab lec er vín cul os

Establecer vínculos: Adición de célula habitable al territorio en respuesta a condiciones colectivas. Fig. 33. Estrategias proyectuales.


94

DE LA CALLE A LA CASA

Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

Programar la intervención desde la circulación: mecanismos espaciales. Como producir la forma del espacio en relación con el vínculo exterior: La vinculación de los espacios por medio de la facultad de defnirir es espacio por el cual se ha de circular es una de las principales situaciones que afectan el proyecto como disposición, orientación y articulación de la calle habitada. 1 Hilo perceptivo: Vínculo de la secuencia de espacios proyectuales de recorrido como elemento organizador básico de la configuración circulatoria. 2 Pasar entre espacios: Conservar la integridad del espacio como primacía de la configuración de un recorrido flexible y accesible. 3 Atravesar el espacio: Configuración del recorrido como aproximación al acceso a espacios funcionales o simbolicamente preeminentes como totalidad de unidad. 4 Configuración del recorrido: Principio ordenador entorno a la actividad como serie de estructuras aisladas pero que a su vez funcionan como la sumatoria de una serie de espacios en la escala de lo colectivo.

Como producir la forma del espacio en relación con el vínculo interior: Al recorrer la célula se habla implicitamente de cohesión social por sus subdivisiones caracterizadas gracias a la disposición o caracterización de esos espacios entorno a la claridad de que la función sea su principio ordenador entorno a las relaciones circulatorias. A Hilo perceptivo interior: La barra configurada en tres espacialidades: Gesto a la calle, habitar los social, habitar lo privado habla de la unidad que da relación con el todo entorno a la cohesión social. B Pasar entre espacios (El interior): La actividad que ocurre adentro y afuera por medio de la configuración de circulación como la sumatoria de cajas interiores que se ven afectadas por las dinamicas del usuario. C Atravesar el espacio (El interior): Articular la escala barrial con la vivienda, no solo con circulaciones intangibles como las visuales si no como la permeabilidad del espacio y su relación a la configuración exterior. D Configuración del recorrido (El interior): Prolongación de los espacios en sumatoria de cada una de sus actividades que se atraviesan creando dinamismos sociales y multitarea.(a. Gesto a la calle, b. Habitar lo social, c. Habitar lo privado).


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El proyecto como estrategia urbana.

1

A

Hilo pe rce pti vo

2

Hilo pe rce pti vo

B

Pa sar

Pa sar ent re esp aci os

ent re esp aci os

3

C

At rav esa r

el e s

At rav esa r pa cio

4

el e spa cio

D

Co nfig ura ció nd el r eco rrid o

Co nfig ura ció nd el r eco rrid o Fig. 34. El mecanismo espacial de la circulación como vínculo ordenador.


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Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

Intervención contextual Del proyecto.

Desde el programa, el principio ordenador en relación con el vínculo exterior es principio ordenador de toda conexión exterior y toda actividad colectiva con cualidad comunitaria en la comuna 8. La vinculación de los espacios por medio de la facultad de definir el espacio por el cual se ha de circular, es una de las principales situaciones que afectan el proyecto como disposición, orientación y articulación de la calle habitada. 1

2

3

4

5

6

Adaptación del territorio: Aprovechar el vacío dejado por el asentamiento informal para darle paso a una configuración acertada en pro de la disposición y articulación de la célula habitacional. Espacio público - Conexión y articulación: Creación de una red de espacios libres interconectados como conexión interior en el barrio y ciudad: puntos de encuentro, espacios de relación y focos de actividad. Modelo de borde: Unión del espacio público conector y el modelo de vivienda para responder al nuevo modelo urbano de ciudad que configura la Calle habitada. Modelo de vivienda como aporte comunitario: Unión del espacio público conector y el modelo de vivienda para responder al nuevo modelo urbano de ciudad. Circulación como método: Extensión vivienda - Calle habitada: El adentro y el afuera como límite físico proyectual que permita al usuario la noción y el disfrute de lo colectivo. Permeabilidad ligada a la actividad: Configuración del recorrido como aproximación al acceso a espacios funcionales o simbolicamente preeminentes como totalidad de unidad.


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El proyecto como estrategia urbana.

1

Ad ap tac ión de l te rrit ori o

2

4 Mo de lo d ev ivie nd ac om oa po rte

co mu nit ario

5

Esp aci o

pú blic o: C on exi ón y

Ex ten sió Cir n v cul ivie ació nd n c a - om Ca o lle mé hab to ita do: da

art icu lac ión

3

6

Mo de lo d eb ord e

Pe rm eab ilid ad liga da a

la a cti vid ad Fig. 35. Intervención contextual general.


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Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

Intervención contextual de la unidad de convivencia.

Desde el programa, el principio ordenador en relación con el vínculo interior es principio ordenador de toda conexión colectiva y toda actividad entorno al núcleo familiar y su concepción de extensión de casa con cualidad comunitaria en la comuna 8. La vinculación de los espacios por medio de cualidades físicas tangibles por los cuáles se ha de circular, es una de las principales situaciones que afectan cada unidad de convivencia en articulación con la calle habitada. 1

2

3

4

5

6

Gesto a la calle: El patio como vínculo fijo de límite indefinido en respuesta a las actividades del usuario entorno a la concepción de comunidad. Habitar lo social: La zona social como extensión de primer nivel y relación directa con el entorno y la concepción de patio. Habitar lo privado: La zona privada en segundo nivel, para independizar el carácter de espacios pero sin olvidar la relación al patio y la calle habitada. Focos de actividad: La noción de comunidad se resalta en la inclusión de espacios colectivos proporcionados por la adición de la célula habitacional. Configuración prográmatica: Programa dado desde una concepción global donde la importancia de la relación del colectivo resulta de la adición de vivienda y su espacio público complementario. Tipología de unidades habitacionales: Principio ordenador entorno a la actividad como serie de estructuras aisladas, pero que a su vez funcionan como la sumatoria de una serie de espacios en la escala de lo colectivo.


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El proyecto como estrategia urbana.

1

4

Ge sto

a la

Fo co sd ea cti vid ad

cal le

2

5

Ha bit ar lo

Co nfig ura ció np rog rám ati ca

so cia l

3

6

Ha bit ar lo

pri vad o

Tip olo gía de uni da de sh ab ita cio nal es Fig. 36. Intervención contextual de la unidad de vivienda.



03 EL PROYECTO


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Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

03 - 1 De la Calle a la Casa. “Habitar: La experiencia de la cultura” dignificando las formas de habitar del desplazado local. De la calle a la casa propone estrategias de intervención sobre lo construido y el vacío como huella de lugar que posibilite condiciones dignas de habitabilidad para el poblador en situación de transición, donde el prototipo de vivienda y el modelo edilicio a su alrededor genere un hábitat propicio y gradual del espacio en que ha vivido; regenerando, repensando y reciclando la concepción de territorio tanto del poblador como de ciudad entorno al núcleo de vivienda y los sistemas activadores sociales que le competen. No solo se trata de la atomización del prototipo de vivienda tipológico que se implanta en la huella dejada por el vacío urbano, por ende, pequeños aprovechamientos del lugar consolidado es una de las principales estrategias de intervención trascendiendo sobre la lógica formal de paradigma otorgado de vivienda digna en Medellín para que procure responder acorde al sistema identitario del habitante rural en condición de desplazamiento. De la calle a la casa es un proyecto dado a la concepción y expresión de los modos de habitar del habitante rural en condición de habitante local, ya que su característica de sutileza formal permite la expresión propia de un apropiamiento del usuario para otorgarle valor, color, valor y dinámica al lugar. Se organiza en 3 manzanas relacionadas entre sí, en sentido longitudinal y transversal por medio de la atomización de los prototipos de vivienda sobre la huella dejada por el vacío urbano o la preexistencia en desuso por medio de la condición de tejido que enlaza las conexiones dejadas por la línea virtual que comunica estas intervenciones. Al integrarse con los espacios abiertos e interconectados por el espacio público conector forman una comunidad agrupada de activadores espaciales donde en relación con los elementos verdes y vacíos de área libre se conforma finalmente la unificación de un ambiente de hábitat y comunidad. A la hora de diseñar el modulo se tuvo presente la distribución en barra de las espacialidades que lo conforman: Espacio público y privado interno de la vivienda y una posible adición con la misma concepción en barra de un espacio progresivo y transformador de la célula habitacional con la condición exterior implícita de puerta como extensión de casa, escalera como punto de encuentro y balcón como relación visual dando la oportunidad de tener una nueva adaptación y captación de la atmosfera que rodea la célula integrando el espacio interior y exterior, dando la noción real de “De la calle a la casa”. La totalidad del programa busca una horizontalidad en los espacios, tanto en la implantación de


03 - 1

De la Calle a la Casa.

la cĂŠlula con la concepciĂłn de escalonamiento en pro del aprovechamiento de las visuales que aporta el territorio, como el mirador de la comuna 8, y una permeabilidad concreta de espacios abiertos para la relaciĂłn entre moradores, comunidad y ciudad.

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Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra.


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De la Calle a la Casa: El gesto a la calle como respuesta colectiva.

Fig. 37. Collage De la Calle a la Casa.


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Planimetría de la Calle a la Casa


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Fig. 38. PlanimetrĂ­a general: De la Calle a la Casa.


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Secciones arquitéctonicas De la Calle a la Casa.

Sección transversal De la Calle a la Casa B - B’

Sección longitudinal De la Calle a la Casa A - A’


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De la Calle a la Casa.

Fig. 39. La secciรณn urbana como identidad del quehacer colectivo.


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Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

Fachadas arquitéctonicas De la Calle a la Casa.

Fachada lateral B - B’

Fachada frontal A - A’


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De la Calle a la Casa.

Fig. 40. La estĂŠtica de la fachada: La materialidad constructiva popular.


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La técnica La materialidad de la casa tradicional.

Fig. 41. Collage de la materialidad.


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De la Calle a la Casa.

Fig. 42. La construcciรณn tradicional arraiga a la concepciรณn material del habitante.


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Estrategias de actuación sobre lo construido como intervención del espacio habitado del Barrio La Sierra.

03 - 2 Células habitacionales: La unidad de convivencia. Casa madre. Célula madre: 70 m2 - Célula 1: 32 m2

Vivienda para núcleos de familia de 5 usuarios con posibilidad de incremento del núcleo familiar. La casa madre como noción del compartir en familia con relaciones directas de cáracter independiente.

Fig. 43. El esquema de la casa Madre.


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CĂŠlulas habitacionales: La unidad de convivencia.

La casa Madre, como vĂ­nculo del nĂşcleo familiar en respuesta a los crecimientos tradicionales de nuestro territorio: El aire de la terraza de la abuela es mi herencia.

Fig. 44. Collage de la unidad de convivencia: Casa madre.


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Fig. 45. Planimetría unidad de convivencia: Casa madre.


03 - 2

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CĂŠlulas habitacionales: La unidad de convivencia.

Fig. 46.

El modelo como estructurador de lo fĂ­sico y de las relaciones tangibles del nĂşcleo familiar en la casa madre.


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Patio compartido. Célula 1: 50m² - Célula balcón: 40m².

Vivienda para núcleos de familia de 5 usuarios. La casa patio como noción del compartir en familia con relaciones directas de cáracter independiente que se relacionan por medio del patio central como respuesta a los modos de habitar.

Fig. 47. El esquema de la unidad patio compartido.


03 - 2

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Células habitacionales: La unidad de convivencia.

La unidad patio, como vínculo del núcleo familiar en respuesta a lo colectivo, el sustento propio de la unidad y la relación intriseca del núcleo de familia.

Fig. 48. Collage de la unidad de convivencia: patio compartido.


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Fig. 49. Planimetría unidad de convivencia: Patio compartido.


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CĂŠlulas habitacionales: La unidad de convivencia.

Fig. 50.

El modelo como estructurador de lo fĂ­sico y de las relaciones tangibles del nĂşcleo familiar en la unidad patio compartido.


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Pequeña familia. Célula: 50m²

Vivienda para núcleos pequeños de familia, en crecimiento o familias que cambian la noción del término, con espacios servidos aptos para sus nuevas dinámicas de convivencia.

Fig. 51. El esquema de la unidad pequeña familia.


03 - 2

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Células habitacionales: La unidad de convivencia.

La unidad pequeña familia, como vínculo inicial a nuevos territorios, aprovechamiento del colectivo y crecimiento tradional de las pequelas familias.

Fig. 52. Collage de la unidad de convivencia: pequeña familia.


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Fig. 53. Planimetría unidad de convivencia: Pequeña familia.


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Células habitacionales: La unidad de convivencia.

Fig. 54. El modelo como estructurador de lo físico y de las relaciones tangibles del núcleo familiar en la unidad pequeña familia.


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De la Calle a la Casa: El gesto a la calle como respuesta colectiva.

Fig. 55. Collage De la Calle a la Casa 2.



04 CONCLUSIONES


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Estrategias de actuaciรณn sobre lo construido como intervenciรณn del espacio habitado del Barrio La Sierra.

04 - 1 Conclusiones


04 - 1

Conclusión

Reconocer los modos de vida, el territorio, y las formas de morar del habitante popular es una de las primacias de el proyecto: De la Calle a la Casa. No solo se trata de hacer reconocimientos físicos y de necesidad, conocer la expresión, la concepción de su territorio, los modos de vida del habitante rural en condición del habitante local, caracteriza la sutileza de la complejización del proyecto, donde permitir la expresión propia del usuario para otorgarle valor, color y dinámica al lugar, nos cuenta la diferencia y el resalto que tiene el valor pupular de la construcción informal en nuestro territorio, laderas conquistadas por asentamientos informales que han caracterizado la mancha naranja que compone y reconoce a Medellín en sus partes vulnerables. El habitar, la cultura y la consolidación de comunidad y sociedad son partes intrinsecas de estos desarrollos donde la oportunidad de tener una nueva adaptación y captación de la atmosfera que rodea la célula habitacional integrando el espacio interior y exterior, cuenta la historia de este poryecto, la noción real de “De la calle a la casa”. Por esto hoy, se concluye con el proyecto De la Calle a la casa el reconocimiento e impacto inmediato que tiene la intervención de un territorio en resalto de sus modos de vida: atmósferas y espacios que conmueven profundamente el recuerdo de nuestra sociedad y de cómo la habitamos que define proyectos enfocados en ambitos habitables y a nosotros como proyectistas y creadores de dinámicas, de ciudad, DE CASA.

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05 REFERENCIAS


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05 - 1 Referencias bibliográficas. Sabato, Ernesto. La resistencia. 2000. Editorial grupo planeta Argentina. Sanín, Juan Diego. Configuraciones del hábitat informal. 2009. Revista Bitácora Urbano Territorial. Bachelard, Gastón. La póetica del espacio. 1957. Editorial Presses Universitaires de France, París. Hosie Samper, Simón . Carta abierta a un arquitecto. Proyecto diseño. Sanchez de Carmona, Manuel. Habitabilidad y Arquitectura. 2009. Mejía Escalante, Monica. Habitabilidad en la vivienda social en edificios para población reasentada. El caso de Medellín, Colombia. 2015. Editorial EURE. Saldarriaga Roa, Alberto. Habitalbilidad. 1976. Editorial ESCALA. Koolhaas, Reem. La ciudad genérica. 2006. Editorial Gustavo Gili. Torres Tovar, Carlos Alberto. El significado de la informalidad. 2009. Editorial Bitácora 15. Echeverría, María Clarra. Hábitat del habitar, como territorio étnico, grupal y socialmente significado. 2011. Cortázar, Julio. Casa Tomada (Cuento). Bestiario. 1951. Heidegger, Martin. Construir, habitar, pensar. 1951. Editorial Alción Editora. Samper. German Ángel, Marcela O’Byrne. Maria Cecilia. Casa + casa + casa = ¿Ciudad? Una investigación en vivienda. 2012


05 - 1

Referencias bibliográficas.

Nuñez, Daniela. Escalante, Roger. Rehabitar la ladera. 2014. Documentos compartidos por la empresa de desarrolllo urbano de Medellín (Edu). Documentos compartidos por el instituto de vivienda de Medellín (ISVIMED). Sistemas de biblioteca, Universidad de Antioquía. (OPAC). Palmett Plata, Olgalicia. Transformaciones conceptuales del paisaje urbano de Medellín. 2015. Velásquez, Carlos. Diagnóstico y propuestas comunitarias Para el mejoramiento integral del barrio, el faro, Comuna 8. Medellín. 2014. Departamento Administrativo de Planeación. Plan de desarrollo local/Comuna 8. Villa Hermosa. EDU. Proyectos urbanos integrales (PUI). PUI Centro oriental. Quiceno Toro, Natalia. La Comuna 8 Memoria y Territorio. 2008. Secretaría de Cultura Ciudadana Proyecto Memoria y Patrimonio.

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05 - 2 Lista de figuras. Fig. 1. Imagen del autor, 2017, Logo De la Calle a la Casa. Fig. 2. Jesús Abad Colorado, Boquetes de bala de fusil en una escuela, fragmento de imagen original editada por el autor. Fig. 3. Imagen del autor, 2017, El habitante edificando el cielo de la 8. Fig. 4. Imagen del autor, 2017, La Sierra y su poética física. Fig. 5. Imagen del autor, 2017, Identidad popular. Fig. 6. Imagen del autor, 2017, Visuales del mirador de la 8. Fig. 7. Imagen del autor, 2017, La identidad de la servidumbre. Fig. 8. Imagen del autor, 2017, Línea de tiempo Barrio La Sierra, Medellín. Fig. 9. Imagen del autor, 2017, Ubicación Barrio la Sierra, comuna 8. Fig. 10. Imagen del autor, 2017, ¿Por qué el Barrio La Sierra, Medellín? Fig. 11. Imagen del autor, 2017, La mancha naranja de nuestro territorio. Fig. 12. Imagen del autor, 2017, Desplazamiento/ La crisis de la vivienda y el proceso de ocupación. Fig. 13. Imagen del autor, 2017, Unidad mínima de vivienda en el Barrio La Sierra. Fig. 14. Imagen del autor, 2017, Mapa La Sierra/Estrategias proyectuales. Fig. 15. Imagen del autor, 2017, Triángulo proyectual, De la Calle a la Casa. Fig. 16. Imagen del autor, 2017, La noción física de la nueva vivienda. Fig. 17. Imagen del autor, 2017, Modelo de Medellín: La Sierra jerarquizando la ladera. Fig. 18. Imagen del autor, 2017, La complejización del territorio. Fig. 19. Imagen del autor, 2017, Delimitación urbana Barrio La Sierra. Fig. 20. Imagen del autor, 2017, Crecimiento morfológico Barrio La Sierra. Fig. 21. Imagen del autor, 2017, Conexiones de ciudad-Barrio, Barrio la Sierra. Fig. 22. Imagen del autor, 2017, Corredores urbanos Barrio La Sierra. Fig. 23. Imagen del autor, 2017, configuración urbana Barrio la Sierra. Fig. 24. Imagen del autor, 2017, Análisis de usos y características viales. Fig. 25. Imagen del autor, 2017, Análisis tendencia de ladera y relaciones de comuna. Fig. 26. Imagen del autor, 2017, Análisis modos de vida y estética Barrio la Sierra. Fig. 27. Imagen del autor, 2017, Análisis adaptabilidad al territorio y el callejón como corredor. Fig. 28. Imagen del autor, 2017, La identidad del zaguán. Fig. 29. Imagen del autor, 2017, La identidad del zaguán 2.


05 - 2

Lista de figuras.

Fig. 30. Imagen del autor, 2017, Elección del territorio. Fig. 31. Imagen del autor, 2017, Pobladores y desplazamientos. Fig. 32. Imagen del autor, 2017, La intervención global entorno a la conexión. Fig. 33. Imagen del autor, 2017, Estrategias proyectuales. Fig. 34. Imagen del autor, 2017, El mecanismo espacial de la circulación como vínculo ordenador. Fig. 35. Imagen del autor, 2017, Intervención contextual general. Fig. 36. Imagen del autor, 2017, Intervención contextual de la unidad de vivienda. Fig. 37. Imagen del autor, 2017, Collage De la Calle a la Casa. Fig. 38. Imagen del autor, 2017, Planimetría general: De la Calle a la Casa. Fig. 39. Imagen del autor, 2017, La sección urbana como identidad del quehacer colectivo. Fig. 40. Imagen del autor, 2017, La estética de la fachada: La materialidad constructiva popular. Fig. 41. Imagen del autor, 2017, Collage de la materialidad. Fig. 42. Imagen del autor, 2017, La construcción tradicional arraiga a la concepción material del habitante. Fig. 43. Imagen del autor, 2017, El esquema de la casa Madre. Fig. 44. Imagen del autor, 2017, Collage de la unidad de convivencia: Casa madre. Fig. 45. Imagen del autor, 2017, Planimetría unidad de convivencia: Casa madre. Fig. 46. Imagen del autor, 2017, El modelo como estructurador de lo físico y de las relaciones tangibles del núcleo familiar en la casa madre. Fig. 47. Imagen del autor, 2017, El esquema de la unidad patio compartido. Fig. 48. Imagen del autor, 2017, Collage de la unidad de convivencia: patio compartido. Fig. 49. Imagen del autor, 2017, Planimetría unidad de convivencia: Patio compartido. Fig. 50. Imagen del autor, 2017, El modelo como estructurador de lo físico y de las relaciones tangibles del núcleo familiar en la unidad patio compartido. Fig. 51. Imagen del autor, 2017, El esquema de la unidad pequeña familia. Fig. 52. Imagen del autor, 2017, Collage de la unidad de convivencia: pequeña familia. Fig. 53. Imagen del autor, 2017, Planimetría unidad de convivencia: Pequeña familia. Fig. 54. Imagen del autor, 2017, El modelo como estructurador de lo físico y de las relaciones tangibles del núcleo familiar en la unidad pequeña familia. Fig. 55. Imagen del autor, 2017, Collage De la Calle a la Casa 2.

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