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Evolución del cine
Por Oliver De la Torre

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Desde que los hermanos Lumière inventaron el cinematógrafo, el cine ha vivido numerosas transformaciones. Las primeras películas expuestas al público provocaron entusiasmo y agitación entre las personas por ver imágenes en movimiento. Estas primeras piezas audiovisuales tenían limitaciones técnicas: eran mudas, en blanco y negro y no existía por aquel entonces el montaje. A medida que pasaron los años, se inventó el cine sonoro con la película El cantor de jazz (1927), y el cine en color apareció con On with the show (1929). Desde entonces hasta la actualidad, el cine no ha parado de renovarse con la invención de tecnologías como el digital, el 4K, el 3D o las salas Imax, todo para convertir la experiencia de la sala de cine en algo único e irrepetible en otro lugar ajeno.
El cine antiguo utilizaba el celuloide que proporcionaba una imagen más estética y cinematográfica
Otra de las diferencias, es la utilización de los efectos digitales. Los films de la actualidad dependen de la tecnología digital para realizar todo tipo de efectos: explosiones, localizaciones, añadir extras… un ejemplo sería Avatar. Esta tecnología está al servicio de las grandes producciones. Por el contrario, antes todo era mucho más plástico: las explosiones se realizaban in situ, se creaban decorados… por lo que todo era mucho más realista y menos efectista. Vean Erase una vez en América para contemplar los magníficos decorados que imitan el San Francisco de los años veinte. Antes todo era mucho más plástico: las explosiones se realizaban in situ, se creaban decorados… por lo que todo era mucho más realista y menos efectista
En referencia al aspecto narrativo, hemos pasado de una época en la que todo lo que se hacía en el cine era novedad, porque los temas que se trataban eran nuevos para el espectador. Por ejemplo, todo el cine de Hitchcock (La ventana indiscreta, Psicosis, Vértigo…) o las películas de Kubrick (La naranja mecánica, senderos de gloria, atraco perfecto…). Ambos cineastas buscaban romper con los códigos fílmicos de la época (creaban un nuevo lenguaje cinematográfico) y han servido de profesores para las posteriores generaciones de cineastas. Sin embargo, ahora la novedad no radica en los temas o las historias que se presentan al espectador, sino en al punto de vista del director.