El ejemplo que vamos a desarrollar es el siguiente:
2. Identificación del producto
Un
primer paso que se recomienda realizar al planificar un proyecto didáctico es la
identificación del producto así como sus características. El producto no siempre queda enunciado en el nombre del proyecto; es necesario localizar el nombre explícito: En el caso del ejemplo que vamos a ilustrar, el producto es: Reglas para la convivencia en el aula.
3. Los propósitos comunicativos
De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española (2001), el reglamento es una “colección 246
ordenada de reglas o preceptos, que por la autoridad competente se da para la ejecución de una ley o para el régimen de una corporación, una dependencia o un servicio”. En la vida social estamos regidos por numerosas reglas (explícitas o implícitas) o por reglamentos que regulan nuestra convivencia con los demás: así por ejemplo, quienes conducen un auto deben atenerse a los reglamentos de tránsito; los que trabajan en alguna empresa están regidos por un reglamento de trabajo; en lugares públicos como hoteles existen reglamentos. Y, por supuesto, en la escuela hay reglamentos destinados a regular la convivencia entre alumnos, maestros y la comunidad en general. El docente debe asegurarse que los niños comprenden la necesidad y la utilidad de un reglamento y propiciar que reflexionen sobre la existencia de estos documentos en la vida fuera de la escuela, así como dentro de ella, y en los beneficios de contar con ellos, así como en las consecuencias de no tenerlos.
4. Los propósitos didácticos Como se ha mencionado, los propósitos didácticos de un proyecto se obtienen de la suma o el análisis de los aprendizajes esperados que se indican en los programas de estudio; a saber, en este caso, son los siguientes: • Identifica la función de los reglamentos. • Identifica letras conocidas para anticipar el contenido de un texto. • Expone su opinión y escucha las de sus compañeros. • Identifica las letras para escribir palabras determinadas.
Programas
de estudio
2011