figuras mitológicas –con el modelado de la torsión del cuello y la cabeza– expuestas a su vuelta de Europa, donde se formó bajo la estela de Rodin como muchos en las primeras décadas del siglo. Lagos realizó los grupos escultóricos de la entrada del Instituto Félix Bernasconi, en el barrio de Parque Patricios de Buenos Aires. Junto a ellos se encuentra el monumento a Sarmiento de Pedro Zonza Briano, inaugurado en 1923. La figura del prócer parece surgir prominente desde el interior de un cráter montañoso. En la colección sanjuanina se encuentra el modelo en yeso, datado en 1917.
José Fioravanti, “Maqueta para Los Andes, Monumento a la Bandera” - Circa 1940.
Otra maqueta para monumento es la realizada por José Fioravanti para el Monumento a la Bandera(48). Corresponde a “Los Andes”, representación de una de las regiones que se encuentran ubicadas a los lados de la “Patria Abanderada” de Alfredo Bigatti. “Los Andes” se encuentra simbolizado con el hombre de la montaña, a pie, que lleva de las riendas al caballo. El conjunto del monumento simboliza la nave de la Patria como mensajera cristiana surcando el mar de la eternidad del pueblo auténticamente americano. La elección de la maqueta de Los Andes asume su referencia a la geografía sanjuanina. Es certera la frase de Leopoldo Marechal en el prólogo a la obra de Fioravanti: “La obra de arte sería, pues, el fruto de una lucha y de una reconciliación, en el cual el artista logra su objeto y la materia salva su decoro”(49). La maqueta de la colección da cuenta de lo adecuado de este juicio literario. La mencionada influencia de Rodin fue central para Stephan Erzia. Consagrado en Europa, llegó para exponer en Amigos del Arte en 1927 y permaneció hasta 1950, cuando resolvió regresar a su Rusia natal. En Buenos Aires se relacionó con la vanguardia de Boedo, en especial con los escultores Antonio Sassone y Agustín Riganelli, y forjó una amistad con Benito Quinquela Martín en las reuniones de La Peña del Tortoni. La pieza que nos ocupa es significativa del tratamiento de superficie pulida y rugosa, siguiendo la materialidad de la madera de quebracho que Erzia trabajó desde mitad de los años treinta y significó un gran descubrimiento para su idea de la forma escultórica en el Chaco. La del museo es una obra similar a las de la serie de cabezas de 1939 y 1940, titulada “Mujer argentina”(50). En la colección del MNBA, la talla de madera de Agustín Riganelli se ha catalogado con el título de “Niño sereno”; como “Cabeza de niño” se ha registrado en la colección sanjuanina. La cabeza infantil integra un motivo constante en las tallas del autor (“Torito”, “Nietecito”, “Niño observador”), apenas diferenciadas por el movimiento del pelo(51). En la revista Plus Ultra se publicó, en 1926, una fotografía de Riganelli trabajando en una de estas cabezas, probablemente “Niño sereno” o “Nietecito”, ambas de 1925. Riganelli, en sus inicios, trabajó como ebanista y carpintero. Esta familiaridad con el material estimuló que las tallas sean sus obras más intensas y logradas. A la vez, esta condición de artesano lo aproximó a las vertientes sociales del arte –que compartió con los integrantes de los Artistas del Pueblo– y a las ideas anarquistas que le dieron soporte hasta los años treinta. “Maternidad”, un delicado relieve en cemento de resolución lineal, remarca la ductilidad de Riganelli en diversas técnicas. Activo también en la sociabilidad artística de Boedo, como Riganelli, pero una generación más joven, el italiano Antonio Sassone fue docente en la Peña Pacha Camac desde 1932, donde aplicó las lecciones impartidas por Soto Avendaño en la academia. Mantuvo la tradición iconográfica del cruce singular entre la imagen simbolista y el tema social, sin desdeñar la carga espiritual y profética, del contenido religioso. “Reconcentración”, adquirida por la Comisión Provincial en 1942, fue realizada en fibrocemento, material elaborado 48 El proyecto lo integraron los arquitectos Alejandro Bustillo y Alfredo Guido, más los escultores Alfredo Bigatti y José Fioravanti. El diseño es de 1939-1940 y la inauguración se concretó en 1957. 49
Leopoldo Marechal, José Fioravanti, Buenos Aires, Plástica, 1942, p. 4.
50 V. Trofinov y B. Polevoy, Stephan Erzia, Leningrado, The Mordovian Picture Gallery, Aurora Art Publishers, 1975. Catalina Fara. “Stephan Erzia en la Colección del Museo de Bellas Artes de La Boca Benito Quinquela Martín”. En AA.VV. El escultor ruso Erzia y la Argentina. Moscú, Fundación Internacional Erzia, 2010, pp. 39-44. 51
José León Pagano, Riganelli, Buenos Aires, 1943.
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