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La arquitecta: Lina Bo Bardi y su trabajo en la década del 50’

La arquitecta: Lina Bo Bardi y su trabajo en la década del 50’

Ya instalada en São Paulo, Lina Bo Bardi demostró ser una mujer independiente, sin permanecer a la sombra de su marido, expresando abiertamente su crítica hacia el comportamiento de muchas mujeres en la sociedad del momento; en su mayoría madres de familia, consecuencia de valores patriarcales fuertemente instalados. En MAPS [fig. 04], sus exposiciones, actividades docentes, danza y los desfiles de moda contribuyeron a agitar la escena cultural en São Paulo, además de hacerla una figura prominente. En arquitectura, donde predominaban los nombres entre ellos, muchos extranjeros, Lina Bo Bardi obtuvo una posición crítica independiente.

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Fig. 04: Esculturas practicables para el mirador del Museu Arte Trianon [Estudio preliminar. Esculturas practicables para el mirador del Museu Arte Trianon], 1968. Fuente: Colección Museu de Arte de São Paulo Assis Chateaubriand. Donación del artista, 1952.

En su obra, literaria, artística y arquitectónica, Lina deja entrever su admiración por la arquitectura moderna brasileña, donde Lucio Costa aparece como el principal referente. Esta especie de “dialogo” que se entabla entre sus propuestas y la obra del referente mencionado, se plasman fundamentalmente en su interés por que ciertas claves de la arquitectura moderna podían encontrar sus bases en la arquitectura colonial brasileña, donde prima lo vernáculo y el respeto por las tradiciones constructivas locales.

En el previamente mencionado artículo Bela Criança, Lina escribe sobre la arquitectura local:

“La arquitectura contemporánea brasileña no viene de la arquitectura de los jesuitas, sino del muro de “bajareque”, del hombre solitario que penosamente cortaba ramas en la selva; viene de la casa del “cauchero”, con su piso de troncos y su techos de hierba; es un referente y también un estruendo, pero tiene, en su furiosa decisión de hacer, una soberbia y una poesía propias del hombre del sertón que no conoce las grandes ciudades de la civilización, ni los museos, que no tiene una herencia milenaria, pero que, a través de sus obras (cuya concreción sólo fue posible gracias a esa soberbia esquiva tan suya), hace que el hombre llegado de países de culturas antiguas se detenga.” 5

Ella se constituiría como una persona muy cercana a los valores del pueblo “popular” brasileño y tales ideas empezarían a reflejarse en su proyecto de la Casa de Vidrio, donde define: “dos hornos construidos por caboclos, en el costado de la casa, con barro y ladrillo. Este es un momento en que la arquitectura popular acepta la Arquitectura contemporánea” 6. Estas ideas alcanzaron cierto grado de madurez en Casa

5 BARDI, Lina Bo. Op. cit 3, p. 82. 6 BARDI, Lina Bo. “Residência no Morumbi”, en Habitat, núm. 10, São Pablo, enero-marzo, 1953, pp. 31-40. En: Lina Bo Bardi por escrito: textos escogidos 1943-1991. Organización de Silvana Rubino y Marina Grinover. Ciudad de México: ALIAS, 2019, p. 92.

Valéria Cirell, que materializó esta visión de Lina Bo Bardi y su concepto estético en prácticamente todas las dimensiones del proyecto.

Resulta de especial atención mencionar que Lina Bo Bardi diseñó la casa para Valeria Cirell cercana en tiempo y espacio a la construcción de la Casa de Cristal, que se desarrolló en 1951 en el mismo barrio que la casa objeto de estudio. Por otro lado, la decada del 50’ no solo encontró a Lina proyectando la casa para Valeria, sino que coincidió con el inicio del proyecto del MASP y con la redacción de su tesis “Contribución propedéutica a la enseñanza de Teoría de la Arquitectura ”, para el concurso de la Cátedra de Teoría de la Arquitectura de FAUUSP, donde enseñó desde 1955-57.

En la Casa de Cristal [Fig. 05], Lina pone de manifiesto abiertamente su idea de que en una obra de arquitectura pueden entrar en comunión la naturaleza y el orden natural de los elementos que ordenan un edificio.

Fig. 05: Lina Bo Bardi, Casa de Vidrio, Morumbi, Sao Paulo, Brasil, 1950-1951. Vista externa. Fuente: Instituto Lina Bo y P.M. Bardi.

Allí, en palabras de la autora: “no se buscaron los efectos decorativos o de composición, pues su objetivo es el acercamiento extremo a la naturaleza por todos los medios, los más ligeros, los que menos interfieran con la naturaleza. El desafío era crear un ambiente “físicamente” abrigado, es decir, donde fuera posible vivir al resguardo de la lluvia y del viento, sin dejar de formar parte de todo lo que hay de poético y ético incluso en una tempestad.” 7

Esta residencia, que es la casa de la pareja Bardi, deja a la vista muchos de los intereses de la arquitecta, que luego retomará en sus próximas obras poniéndole especial atención a algunos de ellos; como son las chimeneas previamente mencionadas, las formas de vincular los diferentes niveles mediante escaleras que organicen recorridos y sean parte estructural de la composición de los espacios, los cerramientos y particularmente las relaciones que se establecen entre los espacios interiores y exteriores de cada edificio.

En el caso del Museo de Arte de São Paulo, proyectado a partir del año 1956, e iniciando su construcción en 1960, se trata de una de las obras más importantes de la arquitectura moderna, que fue capaz de trascender las fronteras nacionales, y presentó a Lina Bo Bardi como una de las exponentes más importantes de la época. Su esposo Pietro fue uno de los promotores del edificio, y junto a Lina y los demás entusiastas de este proyecto buscaban desarrollar un nuevo museo que se presente como una nueva fuente de vitalidad dentro del tejido de la ciudad.

Al igual que ocurre en la Casa de Vidrio, el volumen que contiene el programa principal esta elevado, liberando así la planta baja (imponiéndose en ese entonces como la mayor planta libre del mundo) y constituyéndose como un nuevo escenario urbano, de carácter público y conectado con la urbanidad y la naturaleza que lo circunda [fig. 06]. Lina lo define como un edificio monumental: “Lo que yo llamo monu-

7 BARDI, Lina Bo. Op. cit 5, p. 93.

Fig. 06: Lina Bo Bardi, Museo de Arte de Sao Paulo, Sao Paulo, Brasil, 1957-1967. Planta baja. Fuente: Instituto Lina Bo y P.M. Bardi.

mental no es una cuestión de tamaño o de “estridencia”; es simplemente cuestión de colectividad, de conciencia colectiva. Lo que va más allá de lo “particular”, lo que alcanza lo colectivo, puede (y tal vez debe) ser monumental. (…) En el Museo de Arte de São Paulo intenté retomar ciertas posiciones. Intenté (y espero lograrlo) recrear una atmósfera en el Trianon. Y me gustaría que el pueblo fuera allí a ver exposiciones al aire libre, a discutir, a escuchar música, a ver películas. Me gustaría que los niños fueran a jugar en el sol de la mañana y de la tarde. Y hasta me gustaría que fuera un lugar abierto a los conciertos y al mal gusto de cada día que, considerando “fríamente”, también puede ser un contenido.” 8 Y así es como Lina logra hacerlo una vez más, al igual que en la Casa de Vidrio, construye un relato que corre de manera paralela en sus textos, en sus dibujos [Figura] y en los propios edificios, mostrando una coherencia ideológica entre todas las partes de su discurso, y poniendo sobre la mesa una discusión que fusiona lo moderno y lo popular y que será la que caracterizará cada uno de sus proyectos a lo largo de toda su trayectoria.

8 BARDI, Lina Bo. “O novo trianon, 1957-1967”, en Mirante das Artes, núm. 5, São Pablo, septiembre-octubre, 1967, pp. 20-23. En: Lina Bo Bardi por escrito: textos escogidos 1943-1991. Organización de Silvana Rubino y Marina Grinover. Ciudad de México: ALIAS, 2019, p. 164.

Fig. 07: Lina Bo Bardi, Casa Valeia Cirell, Morumbi, Sao Paulo, Brasil. Fachada Sudeste/Nordeste. Fuente: Peter C. Scheier, Instituto Lina Bo y P.M. Bardi.

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