Mula Blanca 23

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MULA BLANCA #23

ENERO - MARZO 2019

PUBLICACIÓN GRATUITA

Poesía: Michael Palmer Giorgio Caproni Santiago Vera Ivan de Monbrison Mauro Reis Nurit Kasztelan Ilustraciones: León Plascencia Ñol



MULA BLANCA

#23 ENERO-MARZO 2019 PUBLICACIÓN GRATUITA

mulablanca.com Dirección: José Luis Bobadilla Edición : Thaís Espaillat Diseño: Violeta Moreno Martínez Dirección: Tamaulipas 153-C, Col. Hipódromo Condesa | México, D.F. C.P. 06179



Editorial

un compromiso sustentado en la con! aparezca. Es como dijera Pound, lenguaje cargado de emoción. Michael Palmer es sin duda uno de sus cuando quiere y no cuando uno quiere. Es una miscelánea que reúne lo que el poeta norteamericano ha podido escribir a lo largo de los últimos años. De otro modo Caproni, demuestra más o menos lo mismo. Lo que sucede a su vez con los poemas de Santiago Vera, poeta de Perú. sario. Hay poemas de Francia por parte de Ivan de Monbrison, de Argentina colabora Nurit Kasztelan, quien además promueve buena parte de las pequeñas editoriales latinoamericanas en Buenos Aires con su proyecto Librería Mi Casa. De México publicamos poemas de Mauro Reis, poeta oaxaque-

JLB

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The Laughter of the Sphinx

The laughter of the Sphinx caused my eyes to bleed The blood from my eyes Flowed onto that ancient map of sand Ridiculous as I am often have I been drawn to such lands

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roppling oceans of silence and the distant, enigmatic glow of burning shops and burning scrolls overseen by river birds and mitered beasts sad-eyed scholars and mournful scribes omniscient ibises and in the dust-clogged air the laughter of the Sphinx endessly riddling, enddessly echoing, loosing the blood’s engulfing tide


De La risa de la Esfinge Michael Palmer Traducción del inglés: José Luis Bobadilla

La risa de la Esfinge

La risa de la Esfinge hizo sangrar mis ojos La sangre de mis ojos fluyó hacia aquél mapa antiguo de arena Ridículo como soy a menudo he sido atraído a esas tierras océanos de silencio ondeando y distante, enigmático brillo de bazares ardientes y pergaminos ardientes vigilados por pájaros y bestias arracimadas maestros de ojos tristes y escribas afligidos ibises omniscientes y en el aire obstruido por el polvo la risa de la Esfinge siempre misteriosa, siempre resonando, liberando la envolvente marea de la sangre

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Untitled (27 vii 2012)

A messenger passed over me (it was 11:41 PM) and I thought: I wish I were as stark and true as Sonny Rollins those nights on the singing bridge, wish to gnaw on the singing bones in Charlieville and Rome, wish for the peace of the blaze, peace of the parricide, of the eternal ferryman blind to the river’s twin sides.

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A messenger passed over me (it was 11:43). I washed the last dishes, gazed at my altered eyes in the fractured glass, found fellowship with moth flecked with gold, tore certain pages apart. A messenger passed over me (it was 11:51). I watched the rain seep through the roof, counted the drops, thinking of Li Po. A messenger passed through me (it was 11:58), passed over waters of the warming world, passed through the eaves, the walls, the pages of this house, and I knew that soon enough I would become a fossil bird or a diorite stone.


Sin título (27 vii 2012) Un mensajero pasó sobre mí (eran las 11:41 PM) y pensé: Ojalá fuera tan preciso y honesto como Sonny Rollins esas noches en el puente que canta, deseando roer los huesos que cantan en Charlieville y Roma, deseando la paz de la llamarada, la paz del parricidio, del eterno barquero ciego a los márgenes gemelos del río. Un mensajero pasó sobre mí (eran las 11:43). Lavé los últimos platos, vistos con mis ojos alterados en el vidrio fracturado, encontré compañía en una polilla moteada de oro, y arranqué ciertas páginas. Un mensajero pasó sobre mí (eran las 11:58). Miré la lluvia filtrarse por el techo, conté las gotas, pensando en Li Po. Un mensajero pasó sobre mí (eran las 11:58), pasó sobre las aguas del cálido mundo, pasó a través las cornisas, los muros, las páginas de esta casa, y supe que tarde o temprano me convertiría en un fósil de pájaro o una piedra diorita.

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Encounter

nelle parole che incontra non trova che frammenti

Together we walked beneath a field of stars effaced in a city strange to both We spoke a third language not knowing the other’s first Our nearness

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such as it was grew thus in a shared distance a dome of limbs net of tongues We apportioned each to each the mild night the random calls the thread of thought Among the shuttered bookstalls by he embankment we passed hand to hand the halves of broken coins


Encuentro

nelle parole che incontra non trova che frammenti

Juntos caminamos bajo un campo de estrellas eclipsadas en una ciudad extraña para ambos Hablábamos un tercer idioma sin conocer antes los que ya sabíamos Nuestra proximidad tal como era creció así en una distancia compartida un domo de ramas red de lenguas Nos repartimos uno a otro la tenue noche las llamadas casuales el hilo del pensamiento Entre los puestos de libros cerrados por el dique pasamos mano a mano las mitades de monedas rotas

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the one from the future one the past and the one coin unmoored from time the last

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la del futuro la del pasado y la otra moneda desanclada del tiempo la Ăşltima

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Perfezione della neve Teach me the secrets of that language you speak I entreated her

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Perfezione de la neve

Enséñame los secretos de ese lenguaje que hablas le supliqué a ella

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“There´s no more to say” Inger Christensen

There’s no there’s no there’s no more to say There are the minutes the hours the pulses of the day There are day lilies, cormorants, fretted clouds There are the sweet smells of baking, apples tart and mild along the way

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There is a chair of solid oak you sit on it to write You get up and pace and it is late, the light is gone, there’s a drunk muttering by the curbside about eyes, Why so many eyes ancient, babling child, swollen, tattered, rheumy-eyed once hazel perhaps, hazel-eyed, why so many hours, so manye yes There’s no there’s no there’s no more to say, there’s a chair of solid oak, a desk where you sit to write, scent of night jasmine, memory of a face, a voice, body taut, short of breath, desperate dancer


“No hay más que decir” Inger Christensen

No hay no hay no hay más que decir Están los minutos las horas los pulsos del día Están lirios de día, cormoranes, nubes inquietas Está el dulce aroma de hornear, manzanas ácido y leve a lo largo del camino Hay una silla de sólido roble te sientas en ella a escribir

13 Te levantas y caminas y es tarde, la luz se ha ido, hay un borracho en la banqueta murmurando sobre ojos, Por qué tantos ojos ancestrales, niño balbuceante, hinchados, raídos, de ojos legañosos, alguna vez quizás avellana, ojos avellana, por qué tantas horas, tantos ojos no hay no hay no hay más que decir, hay una silla de sólido roble, un escritorio donde te sientas a escribir esencia de jazmín nocturno, recuerdo de un rostro, una voz, un cuerpo tenso, corto de aliento, desesperada danzante


grasping for air, never, not ever quite enough, actias luna, luna moth, desperately dancing toward light, not ever quite enough and the page upon the desk is white, the desk, as it happens, the improvised desk also white the plum blossom and the night sky at times almost White and as to the children erased this day beneath a placid sky

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beneath a phosporus rain a rain white as night along the sandy shore where they’d slipped away top lay for a time (Can you tell us the time, Venus-Phosphor, Morning Star?) they will be long forgetten by tomorrow We will remember to forget them We will be certain to forget them since it’s necessary that there be no more to say


ansiosa por aire, nunca, nunca suficiente, actias luna, polilla nocturna, desesperadamente revoloteando hacia a la luz, nunca suficiente y la página sobre el escritorio es blanca el escritorio, como sucede, el escritorio improvisado también blanco el retoño del ciruelo y el cielo de la noche a veces casi Blanco y como para los niños

borró el día bajo un plácido cielo bajo una lluvia fosfórea una lluvia blanca como la noche a lo largo de la orilla de arena donde se escaparon a jugar por un tiempo (¿Puedes decirnos la hora, Venus-Fósforo, Estrella de la mañana?) ellos serán mañana olvidados nos acordaremos de olvidarlos estaremos seguros de olvidarlos ya que es necesario que no haya más que decir

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Un poeta en búsqueda: Giorgio Caproni * Selección, notas y traducción de Roberto Bernal La siguiente entrevista fue realizada por Cesare Cavalleri en el año 1983, en casa de Giorgio Caproni, ubicada en la calle Pio Foà, en la ciudad de Roma, Italia, y apareció públicamente bajo el título: “Un poeta en búsqueda de su alma”. Agradezco a Cecilia “Ayotl”, quien hizo posible este trabajo. ¿Qué es la gracia? Es una pregunta que, sinceramente, no puedo responder. No soy un santo… Replantéenosla así: ¿por qué comenzó a escribir y continúa escribiendo? Desde joven dije que comencé a escribir para buscar, llamémoslo así, mi alma. Quería ver quién soy: era una forma de aclararlo ante mí mismo. ¿Y lo logró? Ah, no sabría decirlo. Si tuviera la certeza que lo he logrado, no seguiría intentándolo. Quizá una pista de esta tarea sea también su interés -o necesidad- por la antología. Me refiero a que ha retomado diferentes temáticas de distintas épocas a través de colecciones sucesivas: Cronistoria (1943) y Stanze della funicolare (1952), así como Confluite ne Il passaggio d’Enea (1956); L’ultimo borgo (1980), con la excelente introducción de Giovanni Raboni, resume lo mejor de su trabajo, además de los poemas que aparecieron en Almanacco dello Specchio no. 6 (1977) y que después se recuperaron en su último libro, Il franco cacciatore (1982).

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Tomado de https://lapresenzadierato.com/2014/05/21/cesare-cavalleri-intervista-giorgio-caproni-1983/


En Franco cacciatore no se trató de poemas recuperados. Algunos fueron adelantados en Almanacco, pero son parte del libro; se trató de antelaciones, no de una recuperación de poemas. ¿Cómo nace hoy el cuerpo de un libro? Los primeros libros fueron, antes que cualquier cosa, reuniones de poemas. Tenía pocos materiales, por eso reuní lo ya trabajado y lo incorporé a lo nuevo. Más tarde, en cambio, surgió la idea de hacer libros que fueran uniformes, al menos en el tema central, a partir de Il seme pinagere hasta hoy. Las antologías surgieron también por una necesidad de revisión de lo ya hecho. Por ejemplo, si se comparan las últimas redacciones de Passaggio d´Enca con los originales, se encontrarán variaciones considerables. Esto lo mencionó muy bien, en el homenaje que me hicieron en Génova*, el profesor Mariani, quien lo señaló puntualmente. También hay una necesidad de reordenación cronológica. Es una manía que todavía mantengo. Está también Opera Omnia, rescatada en Fieri… Opera Omnia me desagrada muchísimo, por todo este orden. La cualidad que más atrae de la evolución de su poesía, aparece justo sobre el camino formal, en la presentación de los versos. Hay un intento progresivo que va descarnando las palabras hasta llegar a la condensación “cristalina” de los los últimos poemas, con una delicadeza vertiginosa, pero también con una fuerza desbordante. Hay un movimiento, si se puede decir, fundido, “derretido”; pero a partir de una descarnadura de carácter impresionística, macchiaiola**, que poco a poco se amplifica o inflama en el poema, en el endecasílabo, en el soneto; más adelante, quizá también por el trauma de la guerra, sentí la saturación de estas formas, demasiadas amplias, de ahí la necesidad de volver a la máxima sencillez posible. En algún punto, el ruido de la palabra comenzó a molestarme terriblemente, tanto que ahora querría escribir poemas de tres, cuatro palabras a lo sumo.

* Este homenaje fue recogido en el cuaderno de poesía Genova e Giorgio Caproni, a cura di Giorgio Devoto e Stefano Verdino, Edizioni S. Marco dei Giustiniani, Génova, 1982. [Nota del entrevistador.] ** Macchiaiola: lo que nace, vive en el campo; en realidad Caproni alude al movimiento Macchiaiolo, perteneciente a la escuela pictórica toscana de la segunda mitad del siglo XIX, que utilizó una técnica basada en la impresión inmediata de la imagen a través de manchas de color contrastantes.

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Su poesía, en efecto, es “engañosamente” cantable… Tiene formas de una canción endurecida. Si uno lee fluidamente, siempre es una canción. No una canción de Cavalcanti (excepto por “Seme del piangere”), sino una canción de los primitivos, una canción dura, como en la escuela siciliana, como en los primeros toscanos, semejante a la de Giacomino Pugliese. La lengua italiana no tenía más: sólo había esta dureza. Quizá de esto deriva el hecho de que en la biblioteca de mi padre había una antología precisamente de esos poetas, hasta Cavalcanti. Un nombre que figura en boga del año pasado, en razón de su bicentenario, y que todavía espera una plena revalorización, es Metastasio. ¿No le dice nada? Metastasio me dice muchísimo. Pero creo que mi poesía está bastante alejada de aquella de Metastasio, aunque merece un reconocimiento más allá de las modas. En todo caso, ha leído a Mestastasio, lo ha estudiado… Sí, sí. Me gusta su musicalidad. Pero yo busqué, en cambio, otro tipo de música y que encontré más frecuentemente en la lírica de Tasso y de Poliziano. En su búsqueda poética destaca la evidente alegoría, la coincidencia de lo opuesto: el viajero que no parte, el cazador que resulta presa, la existencia e inexistencia de Dios. ¿Qué incidencia tienen estos temas, y sobre todo el último, en su vida personal? Me resulta muy complicado decirlo de modo distinto a como lo he dicho en los versos. Claro, no es un tema que asuma literariamente. Es un tema atormentado —si la palabra no es exagerada— en la vida, en la existencia. Hay una necesidad de búsqueda, de búsqueda continua.

20 Pero, por ejemplo, ¿usted reza? Yo rezo, pido mucho. Pero a la manera del “sacerdote ridiculizado”.*

* Caproni alude el poema “Lamento (o boria) del preticello deriso” o, en nuestra lengua, “Lamento (o arrogancia) del sacerdote ridiculizado”, que escribió a finales de la década de los años cincuenta y que pertenece al libro Congedo del viaggiatore cerimonioso (1960). El poema reza: Non so più agire/ e prego; prego non so ben dire/ chi e per cosa; ma prego:/ prego (e in ciò consiste/ – unica! – la mia conquista)/ non, come accomoda dire/ al mondo, perché Dio esiste:/ ma, come uso soffrire/ io, perché Dio esista, ma, come uso soffrire/ io, perché Dio esista. [No sé actuar /y rezo; rezo, no sé decir bien / a quién o por qué / pero rezo: / rezo —¡y en esto consiste / mi única conquista!— / no como le acomoda decirlo / al mundo, porque Dios existe / pero yo uso el sufrimiento / para que Dios exista.]


¿No existe el riesgo —y esta es quizá una pregunta maliciosa— que esta indagación sobre temas tan elevados, culminen en un especie de precioso sofismo? El peligro sería si estos temas los convirtiera en pretextos literarios, pero no creo que sea mi caso ni dispongo del tiempo para hacerlo… Y luego está también el manejo crítico, la consciencia de haberlos llevado al límite y, por lo tanto, tener que abandonarlos. En consecuencia el peligro ha evitado el cobro biográfico que preside la investigación literaria… Exactamente. ¿Cuál es su actitud respecto al valor de la vida, hoy tan a la baja en la consideración social? Creo que todo surge de venir a menos desde algo: de una ley, de una regla, ya sea cristiana o incluso pagana. Es una crisis, se puede decir, de religión. Y el cúlmen más alarmante de esta crisis consiste, me parece, en el desprecio por la vida desde su nacimiento. Así es. La vida, una vez que es dada, no se la puede quitar. Quien no la desea, no la da. Tanto más si consideramos que, al dar vida, no se está dando, desde el punto de vista no-cristiano, un gran regalo. Porque la vida es más sufrimiento que alegría: por lo tanto, hay mayor razón para no despreciarla; si acaso, hace falta tratar de ayudarla. Usted tiene una actividad muy intensa y apreciada como traductor. Además tradujo, muchos años atrás, Querella de Brest, de Jean Genet. ¿Por qué? Aquello fue un encargo, no una elección. Fue una cosa profesional. La elección la hizo Giacomo Debedetti. No es que me atrajera lo obsceno, al contrario. Incluso en el caso de Cèline, del que traduje Mort à Crédit, lo que me atrajo, paradójicamente, fue la bondad. Era un buen hombre, Céline. El grueso de sus traducciones se han orientado principalmente hacia la poesía: Char, Frénaud, García Lorca, Apollinaire. ¿Y los autores de lengua inglesa?

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Es una lengua que no domino, por lo tanto son autores que frecuento muy poco. Conozco muy bien a Robert Lowell, en parte también porque lo traté personalmente. Mantengo un recuerdo bastante curioso: alguna ocasión Lowell vino a Pisa, y me invitaron a conocerlo, junto a Mario Luzi. En un cierto momento, después de la reunión del convivio, alguien dijo: “Cada uno lea al otro su poesía”. Todos leyeron y cuando vino mi turno leí Lamento (o arrogancia) del sacerdote ridiculizado, donde, en un punto del poema, dice: “rezo, no sé decir bien / a quién o por qué / pero rezo: / rezo —¡y en esto consiste / mi única conquista!— / no como le acomoda decirlo / al mundo, porque Dios existe. / Pero yo uso el sufrimiento / para que Dios exista”. Al día siguiente, en la manaña, volví a encontrarme con Lowell, ahí en el Hotel Catedral, quien me dio un libro suyo con una dedicatoria: “Esperemos que Dios exista al menos en nuestros ruegos”. Decía no entender italiano (de hecho nos hablábamos en francés), pero comprendió claramente el lamento del sacerdote. Entre sus amistades literarias, ¿qué sitio tiene Sbarbaro? El primer sitio. Tengo un estante con todos sus libros, y ahí tengo sus textos mecanografiados, también las cartas que le escribió La Vivante* y que él me dejó antes de morir. Lo nuestro fue una fraternidad auténtica. Lo conocí de la manera más simpática: reseñé, no recuerdo dónde, alguno de sus libros, y él me escribió para decirme que por primera vez leyó algo puntual sobre su poesía. “Otros —dijo— han escrito textos bellísimos, pero no les entendí nada”. A mi vez, emocionado, le escribí una carta dirigiéndola al “Ilustre poeta Camillo Sbarbaro – Sportono **”. Entonces él tomo una tarjeta postal, ilustrada, y la dirigió “Al ilustre señor Giorgio Caproni”. Las líneas en la postal decían: “Iguales y empate. Venga a verme”. Lo fui a ver, con Angelo Barile. Aunque nos encontramos muy poco, mantuvimos una correspondencia muy espesa. Me escribió muy a menudo. Yo no lo iba a ver porque siempre he sido un poco apartado; no por timidez, sino por pudor. Y en Sbarbaro había ciertas sutilezas. Recuerdo que una vez me llevó

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*

Elena De Bois Vivante (Roma 1905-Siena 1963), fue un personaje influyente de la cultura italiana alrededor de los años de la Segunda Guerra Mundial. En relación con la cartas que menciona Caproni, pueden ser consultadas en el libro Autoritratto (involontario) di Elena De Bois Vivante da sue lettere, Fondazione Giorgio e Lilli Devoto, en la colección “La biblioteca ritrovata”, Italia, 2014, que reúne toda la correspondencia que Elena De Bois Vivante sostuvo con Camillo Sbarbaro. ** Sportono es una localidad que pertenece a la provincia de Savona, dentro de la región italiana de Liguria, y donde Camillo Sbarbaro fijó, desde el año 1951, su residencia de forma permanente.


a una fonda, siempre con Angelo Barile (eran amigos, lo que se dice amigos amigos), y de repente, ya en la mesa, sin más, lo noté sombrío. Yo me pregunté: “¿Habré dicho alguna tontería?” Pero después, a la salida, Barile me indicó el nombre del comedor: “Mira, Fonda de Rina”. Es el nombre de mi mujer, no lo había notado, pero a Sbarbaro sí lo tomó por sorpresa. Estamos a veinte años de la Neovanguardia. El grupo del 63 hoy sería el grupo del 83. ¿Cómo vivió aquella época? Siento mucho frío de laboratorio en esa poesía. Es como poesía dentro de un frasco. No logra, para mí, pasar la tapa, tampoco supera el escenario para llegar al público. Sin embargo fue el último movimiento, en cierto modo, vivo. Pero, volviendo a su pregunta, quiero decir que el poeta no es un hombre superior a otros, al contrario: es una cualidad casi fisiológica, como tener la nariz aguileña o grande. El poeta no es alguien especial, como tal vez pensaba Saba. Saba se mimaba mucho: “El poeta, el poeta...”. A mí esa palabra me molesta; es ridícula. Yo siempre he pensado que en la vida hay muchas cosas que hacer, además de los versos. Luego, si vienen los versos, uno los escribe. Ahora quisiera no haberlos escrito jamás. Quisiera haber gastado mejor lo que Machado llamó la monedita del alma .*

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Caproni cita el verso de Machado en español.


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Condición

Un hombre solo, encerrado en su habitación. Con todas sus reflexiones. Con todos sus tropiezos. Solo —con los muerto— en una habitación vacía de conversación.

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Condizione

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Un uomo solo, chiuso nella sua stanza. Con tutte le sue ragioni. Tutti i suoi torti. Solo in una stanza vuota, a parlare. Ai morti.

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De Il muro della terra, 1975.


Epilogo

Annina è nella tomba. Annina, ormai, è un’ombra. E chi potrà più appoggiare l’orecchio al suo petto, e ascoltare come una volta il cuore, timido, tumultuare?

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Epílogo*

Annina en la tumba. Annina, ya, a la sombra. ¿Quién podrá acomodar su cabello detrás de la oreja, y quién escuchará cómo alguna vez su corazón —tímido— fue alborotado?

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De Il seme del piangere, 1952.


Marzo

Después de la lluvia, la tierra es un fruto recién cortado. El aliento —agrío— de la hierba humedece, pero la claridad del sol sobre los prados de marzo sonríe para una muchacha que abre la ventana.

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Marzo *

Dopo la pioggia la terra è un frutto appena sbucciato. Il fiato del fieno bagnato è più acre - ma ride il sole bianco sui prati di marzo a una fanciulla che apre la finestra.

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De Come un’allegoria, 1936.


Robo

Se robaron a Dios. El cielo está vacío. El ladrón aún no ha sido -ni será nunca- detenido.

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Furto *

Hanno rubato Dio. Il cielo è vuoto. Il ladro non è ancora stato (non lo sarà mai) arrestato.

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*

De Versicole del contro, 1969.


Experiencia

Todos los lugares que he visto, que he visitado, ahora sĂŠ -estoy segurono estĂĄn, nunca han estado.

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Esperienza *

Tutti i luoghi che ho visto, che ho visitato, ora so - ne sono certo: non ci sono mai stato.

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*

De da Il muro della terra, 1975.


Porque yo...

…porque yo, que habito solo en la noche, también yo, de noche, froto un cerillo sobre la pared y enciendo, cauto, una llama blanca en mi mente —abro una vela tímida en la tiniebla, y la pluma chirría, me estremece, mientras escribo y reescribo en silencio y a lo largo del llanto que me moja la mente...

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Perch’io *

...perch’io, che nella notte abito solo, anch’io di notte, strusciando un cerino sul muro, accendo cauto una candela bianca nella mia mente - apro una vela timida nella tenebra, e il pennino strusciando che mi scricchiola, anch’io scrivo e riscrivo in silenzio e a lungo il pianto che mi bagna la mente...

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*

De Il seme del piangere, 1950-1958.


Hojas

Cuántos se fueron… Cuántos. ¿Qué quedó? Ni siquiera el aire.

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Ni siquiera el razguño del rencor o el mordisco de la presencia. Todos se fueron sin dejar rastro. Como no deja rastro el viento en el mármol por donde pasa. Como no deja huella la sombra en el concreto. Todos dasaparecidos en el polverío confuso de los ojos. Un murmullo de voces afónicas, casi de hojas respirando detrás de los cristales. Hojas que sólo el corazón ve y que la mente no cree.


Foglie *

Quanti se ne sono andati‌ Quanti. Che cosa resta. Nemmeno il soffio. Nemmeno il graffio di rancore o il morso della presenza. Tutti se ne sono andati senza lasciare traccia. Come non lascia traccia il vento sul marmo dove passa. Come non lascia orma l’ombra sul marciapiede. Tutti scomparsi in un polverio confusi d’occhi. Un brusio di voci afone, quasi di foglie controfiato dietro i vetri. Foglie che solo il cuore vede e cui la mente non crede.

*

De Il franco cacciatore 1973-1982.

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Recuerdo

Recuerdo una iglesia antigua, perdida, a la hora que el viento palidece y las voces astillan bajo el arco del cielo. Estabas cansada, y nos sentamos en un escalĂłn como dos mendigos. En cambio, la sangre fluĂ­a de maravilla, al ver cada ave en el cielo convertirse en estrella.

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Ricordo *

Ricordo una chiesa antica, romita, nell’ora in cui l’aria s’arancia e si scheggia ogni voce sotto l’arcata del cielo. Eri stanca, e ci sedemmo sopra un gradino come due mendicanti. Invece il sangue ferveva di meraviglia, a vedere ogni uccello mutarsi in stella nel cielo.

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*

De L’opera in versi (1998).


El gibón Para Rina

No, este no es mi país. Aquí —entre tanta gente que viene y tanta gente que va— yo estoy lejano y solo (extranjero) como ángel en la iglesia donde no hay Dios. Como gibón en el zoológico.

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En mis huesos hay una ciudad que me consume. Allá está. La he perdido. Ciudad gris de día y, de noche, todo un destello de fuego —una lumbre para cada vivo, como aquí en el cementerio, una lumbre para cada muerto. Ciudad que nada, ni siquiera la muerte, me devolvera.


Il gibbone * a Rina

No, non è questo il mio paese. Qua fra tanta gente che viene, tanta gente che va io sono lontano e solo (straniero) come l’angelo in chiesa dove non c’è Dio. Come, allo zoo, il gibbone. Nell’ossa ho un’altra città che mi strugge. È là. L ‘ho perduta. Città grigia di giorno e, a notte, tutta una scintillazione di lumi - un lume per ogni vivo, come, qui al cimitero, un lume per ogni morto. Città cui nulla, nemmeno la morte mai, - mi ricondurrà.

*

De Congedo del viaggiatore cerimonioso & altre prosopopee, 1965.

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Atque in perpetuum, frater

Atque in perpetuum, frater… Cuántos inviernos, cuánta nieve he cruzado, Piero, para venir a saludarte. ¿Qué me ha recibido?

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El frío de tu muerte, y toda esta nieve blanca de febrero - y lo negro de tu fosa. Ya hice el rito de mis oraciones. Tan solo, Piero, para decirte adiós, adiós para siempre, yo, que tuve en ti al único y verdadero amigo, mi hermano.


Atque in perpetuum, frater

*

Atque in perpetuum, frater… Quanto inverno, quanta neve ho attraversato, Piero, per venirti a trovare. Cosa mi ha accolto? Il gelo della tua morte, e tutta tutta quella neve bianca di febbraio – il nero della tua fossa. Ho anch’io detto le mie preghiere di rito. Ma solo, Piero, per dirti addio e addio per sempre, io che in te avevo il solo e il vero amico, fratello mio.

* De Il franco cacciatore, 1982. El título, en latín, lo podemos leer en español como “Para siempre, hermano”. En una nota al pie, Caproni agrega: “Estos versos son dedicados a mi hermano Piero Francesco, que murió el día 12 Febrero de 1978 y fue enterrado en una helada mañana, bajo la nieve, en el cementerio de San Siro en Génova-Struppa”.

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Loco abandonado

Partieron todos. Apagaron la luz, cerraron las puertas y todos —todos— se han ido uno tras otro. Sólo quedaron los árboles, el puente, el agua que aún canta y las mesas del hotel todavía con el pescado —en el desierto, el foco de carbón quedó encendido bajo el sol del desierto.

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Y yo, ahora yo, aquí, qué me quedará hacer, aquí donde incluso Dios se fue de la iglesia donde incluso el velador del panteón (uno de los compañeros más alegres y sabios) abandonó el portal, y ahora -de tantos- ¿no hay nadie con quien amorosamente poder discutir?


Lasciando Loco

*

Sono partiti tutti. Hanno spento la luce, chiuso la porta, e tutti (tutti) se ne sono andati uno dopo l’altro. Soli, sono rimasti gli alberi e il ponte, l’acqua che canta ancora, e i tavoli della locanda ancora ingombri – il deserto, la lampadina a carbone lasciata accesa nel sole sopra il deserto. E io, io allora, qui, io cosa rimango a fare, qui dove perfino Dio se n’è andato di chiesa, dove perfino il guardiano del camposanto (uno dei compagnoni più gai e savi) ha abbandonato il cancello, e ormai –di tanti– non c’è più nessuno col quale amorosamente poter altercare?

*

De Poesie 1932-1986.

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Poemas Santiago Vera

Bruma de comer bien, alimentarse y crecer Bruma de comer mal, decrecer y ser un ĂĄngel amarillo Bruma de los alimentos en ausencia absoluta de los hombres ÂĄMagnĂ­ficos alimentos sin los hombres! Estruendosos alimentos que sin hambre propio caen Pero nadie los ve caer Plano enrevesado por la lluvia De no poder participar de esto

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Trapos orbitales de azul incandescencia

Casa y calle al que sin color iluminaron Invisible rumbo en que reposan al de mano en mano estar ausentes: Las personas que los usan y en silencio los olvidan al mirarlos Invisible rumbo en que reposan al de mano en mano estar ausentes: Las personas que los piensan sin mañana entre las manos al frotarlos contra el mueble El rumor que los envuelve está callado Corsos de sílabas domésticas Trapos orbitales sus fantasmas contra el mueble

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Busco un lugar para tirar en serio. Con los perdones de mi novia Pero ni al más secreto rinconcito de este mundo considero apto para tirar en la febril desemejanza Piedra , que antes de ser fibra fuiste sabor, y tienes subtexto para dar a montones Pulpa de mi fruta dura como casco impactas y vuelves a tocar este deseo que sobre sí derrama nunca hecho, solo noción y nociones Hijo hijo que saldrás del vientre para mí y serás un tiempo para todos y te sabrás más tarde de ninguno Hijo, que si busco el sexo pleno tengo la mirada puesta en que te alcance el pan, el trabajo, sea todo por comunicarte la justicia y el aliento Hijo, para el mundo necesitarás vigor y es Salud lo que persigue tu padre Piedra tú que gozas de subtexto y sin saberlo amas, y sin saberlo evocas universos para los que necesitan amor, hazme fuerte, hazme tuyo en el momento clave del demiurgo, con tu potencia ciega de mañanas

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De qué sirven las franquicias para los papeles

Gancho, piel, pared, ubre, manta, sobre, cárcel, lluvia, tres, cuatro, Hortensia, fertilidad de la madre, esterilidad de las ocasiones, surco virtual, chau y capacidad de destrucción de los páramos preciosos [También precioso rumbo] De qué sirven las franquicias para los papeles Esta es la demostración de que para los papeles la distancia no es un problema Me refiero a la contradicción de que en virtud del papel como materia sea posible implementar Algo tuyo Una cadena de venta de papeles Y distribuirlos por doquier por un montón de casas y oficinas Nuestras Arco, rubia, estampa, faja intermitente, enfermedad como consecuencia, rato, ferocidad de a tres, esterilidad de los campos devastados, arte, agacharse para llevar, institucionalidad en crisis y transferencia de mobiliario lleno a mobiliario vacío Esta es una cadena escrita desde lejos Los papeles sirven para registrar y caer O de homenaje de situación real a situación ficticia

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*¿Cuánto me demoro en construir una casa? ¿Cuánto me demoro en decir voy a construir una casa? ¿Cuál es el nombre de la diferencia entre estos dos eventos? Una tiene primero que medir el tiempo que ocupa dicha diferencia. Luego, calzar un nombre adecuado al trayecto de ese tiempo, que capture su realidad no en magnitud numérica, sino en magnitud cualitativa, como duración y proceso. Finalmente ponderar si la palabra poesía califica para ocupar dicho rango. Y solo entonces: escribir con responsabilidad.

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Ganas un montón

Pese al vínculo geográfico el Anfitrión no Puede cambiar de planes Como esa franqueza De los labios húmedos los Unos a los otros y un desborde Bastará Pliegue tras pliegue de demencia A través Del agua que corre Ganas, en el sentido del silencio Importamos todo

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Eso no es importante servilletas alquiladas por el anfitrión de turno pa reciera inútil pero no lo es pareciera arte y es modelo apenas Tal Como lo están de depender Agobiadas Esa franqueza que ilumina el lenguaje


Por el contrario un hombre

A decir de valentía decir Miedo A la familia, ni fe, ni voluntad La voluntad – hablo de turistasQuiero decir, ni por azar ni Por la fuerza De qué clase de contextos qué evaluación de fama qué! semejante sur de aquel premonitorio “Hablo de turistas”. Pero lo que vemos está allá Por no decirlo, Tan lejos Insoportable beatitud No volverá jamás hacia nosotros

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Público bendito: ¿Cuántas gaseosas te debo? ¿Qué tienes que me crispas y en un idioma ajeno En español me mimas y me expulsas cuando te digo que te amo en portugués y en italiano no Lo sé decir tan bien quante bibite ti devo? ¿Cuánta plata mi querido habrá De ser de todos una inmensa cantidad de gente te adminitra El mobiliario y en ayunos hasta Te colocan el pantaloncito a la altura en que lo exiges con tu Miel de voces y comparsas y “en ayunos”, dije No es un tema interesante que prometa Inteligencia? di que no bendito magma que acosas de reves al occident Yo De niño siempre quise ahogarme Siempre quise ahogarme en una aureola de gas

60 En una aureola de gas por Cuya repetición mi música doliera por definición y sea al tacto de infecta coyuntura hazme de una vez el favor insigne y plástico de definición palasitika plastik plastikosko Hazte el favor de devolverme para sí y para mí y para no lo que Nos te ha dicho y te he vivido Y te he sabido pero no- bendito público te quiero tantoLo que Nos en una aureola que al oriente tenga el humor de Ellos y que al sur incognito tenga el humor de un pueblo que sin saberlo se parezca a mí Di que no bendita audiencia dime que no se parece y ahora firme usted esta cartita que le he escrito con la mayor de las misericordias de la que es capaz su devoto más intransigente hablarte así me he dicho


Todo esto es reportaje.

El periodismo y la historia Y la historia y la repetición y la narración y las anécdotas Ya ni siquiera lo que la evolución hizo del pie ha resultado suficiente Para en tropel huir hacia un lugar que no se preste de ocasión para labrar mentiras Tempestad o bombardeo Todo es reportaje Ya nos ocurre que en ningún lugar asociación alguna hace imposible la destrucción entera del planeta Una profundidad, una amplitud que apenas desespere a la medida – lo digo en serioDe un vericueto común El personaje del tiempo ido es el reportero del futuro Alza su casa en los rincones de las fiestas, celebraciones de muchachas En las que muele de prisa unas semillas que lo engordan Todo lo hace a la vez sin acabar molesto Una llanura, músculo enhebrado de anécdotas insulsas, Demasiadas casas demasiados matrimonios demasiados pobres demasiadas fechas Ay, ¡tan numerosos! Todo esto es reportaje También los números apestan y hay demasiado peso inconmensurable de narración que nadie quiere contar y demasiados alimentos perforados a causa de un lenguaje extinto

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Se ha dicho siempre que es por los viejos tiempos que se desea morir De ser tan numerosos una inmensa ola nos arrebata el sueño de ser jóvenes. Y una luz de enfermedad nos cuece la energía que la muerte deposita en nuestras fichas técnicas Demasiada muerte, demasiada historia demasiado livianos en el aire- lo digo en serio, demasiadas vidas individuales estremecedora luz, faldas hermosas demasiado mecidas por el viento Hemos llegado al punto que ninguno imaginó en los comienzos al decir ya, mira, vamos a ser hombres, ¿qué me dices? El reportero del futuro ha devenido el visionario de las pestes ordinarias Muele esas semillas preñadas de todos los silencios todos los silencios se descuelgan de los aulladores y gimnastas todos los cuadrados y gimnastas de los paralelos y los ortogonales gimnastas del espíritu se deslizan como imanes del abismo fulminados por la altura Una flojera cósmica nos ilumina sin saber qué oscurece al hacerlo Jugueterías actuales de inmensas proporciones, demasiado tristes para jugar a la guerra La infinitud se ha aburrido de nosotros Ay, ¿somos tan numerosos? y la estupidez en un tinco nos desarma

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Ruma de sismógrafos en venta: todo esto es reportaje Los tendones perfectos bajo la piel, la vida perfecta y una voluntad femenina por ocultar al dios más evidente arrastrándose por la ceguera El sol, las campanas, los árboles, las imágenes del sol, las imágenes de las campanas, las imágenes de los arboles


Infinitas escalas y posibilidades con que proyectamos esto. Las resbaladeras, los criterios a la hora de juzgar, las banderas a la saga de los hitos, las galaxias, mecidas por el viento, esas inmensas bolas de acero que pueblan nuestra imaginación cuando nos hallamos frente a una encrucijada, la banqueta, la luz, el último soplo, tú, estos, nunca mejor dicho, eso, yo, el último escalón previo a ninguna nada Todo esto es reportaje Un universo ficticio se infla y se desinfla alternativamente. Es mentira. Se desalma Hoy Nos damos cuenta

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Variaciones de un texto para leer, cantar, mirar y contar* 1 Anudamiento de un texto para leer Haga pedacitos la oración: “ceremonia solitaria en compañía de tu cuerpo” Haga pedacitos la palabra: compañía Haga pedacitos la palabra: compañía Tome este rectángulo de papel impreso Prolifere este rectángulo Maestro Y sepúltelo a los pies de una balanza en llamas

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* Este poema fue presentado en el Festival de la palabra: abcde…z, evento realizado en el marco de la exhibición Eielson, celebrado entre el 16 de noviembre del 2017 y el 4 de marzo del 2018 en el Museo de Arte de Lima (Mali). A los poetas participantes del evento se les pidió componer un poema en base a determinadas restricciones. En este caso la restricción consistió en que para la escritura del poema solo se podría utilizar las palabras que aparecen en los índices del conjunto de libros de J.E. Eielson, contando la obra poética, narrativa y ensayística. No hay una sola palabra de este poema que no haya respetado tal condición.


Anudamiento de un texto para cantar

Haga pedacitos la oración: “los hombres de negocios no respiran” Sople la lectura del rectángulo “negocios” (¡saluden su concierto!) Alguien dice: “multiplicado pasajero de los vientos En compañía de sí mismo late” Hombres de negocios pasajeros: las banderas ya no son sillas de maderas ni Rectángulos de trapo. Al revés la situación es esta: las palabras y las cifras no respiran (¡oh, laberinto!) porque se han vuelto locas

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Anudamiento de un “texto para mirar”

Puede ser / que Dios sea una esfera azul Y que la tinta (azul) Bajo la luz nocturna de una pirámide infinita, Sea amarilla, celeste, amarilla, amarilla, naranja, blanca o al revés Luz y transparencia, leche anudada de banderas superficie: no para leer, no para cantar, no para contar, para mirar definitiva leche bajo la luz de la luna

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Desenlace para contar leyendo Haga pedacitos los rectángulos: - La tierra es redonda en 1948 - La manzana, roja en 1963 - El viento, sopla en 1969 - El pájaro, amarillo en 1970 - El cuerpo, secreto en 1966 - La sombras, posibles en 1980 Una manzana roja sobre la yerba verde, solo posible

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La actualidad de Vallejo, posible La pasión según Sologuren, posible Los poemas para leer de pie en el autobús entre la puerta flaminia y el tritone, posibles Los poemas para destruir de inmediato sobre la poesía, la infancia y otras metamorfosis, posibles Las elegías blasfemas para los que viven en el barrio de san pedro y no tienen que comer, posibles Los hombres de negocios negros, los objetos y las personas en autobuses blancos, los genitales latiendo (grandes laberintos melancólicos), muchas cosas de la vida, mutilada vida horripilante de neón, de arriba a abajo en el Perú posibles -pero solo de día La primera exposición de Fernando de Szyslo, la pintura contemporánea, Paris, octubre de 1968, Paris, enero de 1969, el paisaje infinito de la costa del Perú, posibles -pero en forma de pájaro Este rectángulo de papel en el verano, este rectángulo de papel en el otoño, este rectángulo de papel en el invierno, posibles -pero en forma de teatro El dos de nudos, la tica de plástica, el nos de Reinos, el po del cuerpo , el tu de impromptu, el mi de pirámide de trapo, milan, compañía de mí mismo, el un del universo sobre la vertical celeste, posibles, posibles, posibles noticias de deleite inmóvil -La tierra es redonda en 1948 -La tierra es redonda en 1987 -La tierra es redonda en 1993 -La manzana es roja es en 1962, 1969, 1985 y 1990 Ayúdame, oh laberinto Cielo de tinta azul, reinas de cenizas Inventario en ruinas para cantar para leer, para mirar, para contar Acto final (pero en forma de entrada, Jorge): hoy, mañana, siempre


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Diez poemas Ivan de Monbrison Traducción del francés por el autor. dénué de peau elle me demande si je veux manger un morceau elle rit les mains attachées dans le dos forment un tube elle rit encore et sous la peau quelque chose bouge mais cesse de me ressembler

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le voyage à l’envers mort mer mort mère on se coupe la tête tout seul l’ivresse de déchirer un cri le nuage fait de peau enveloppe le monde et la nuit dans la manche a la couleur perdue d’un rêve oublié hier au milieu de la rue comme un enfant sans dents

’ombre gèle le cri parle tout seul deux bras n’en forment plus qu’un et le sol craque sous nos pieds digérés par l’oubli nous sommes sans visages

la nuit éteinte sous la lampe quelque chose bouge encore dans l’obscurité tu te lèves décapité et les deux mains enfoncées dans la gorge tu n’arrêtes pas de crier que tu veux être dessiné à la craie sur un chemin à peine oscillant

le rêve est sans désir et le chemin perdu emporte un tronçon de mon corps tous les moignons brûlés qui rallument les nuages ne servent plus à rien les désirs nocturnes nous laissent un goût amer et un soleil défunt


sin piel me pregunta si quiero comer un pedazo ella ríe las manos atadas a la espalda forman un tubo ríe de nuevo y debajo de la piel algo se mueve pero ya no se parece a mí

el viaje al revés muerto mar muerto madre nos cortamos la cabeza solos la ebriedad de arrancar un grito la nube hecha de piel envuelve al mundo y la noche en la manga tiene el color perdido de un sueño olvidado ayer en medio de la calle como un niño sin dientes

71 la sombra se congela el llanto habla por sí mismo dos brazos forman uno solo y el suelo cruje bajo nuestros pies digeridos por el olvido no tenemos rostro

la noche apagada bajo la lámpara algo se mueve en la oscuridad te levantas decapitado y ambas manos clavadas en la garganta pero sigues gritando que quieres ser dibujado con gis sobre un camino que apenas oscila

el sueño carece de deseo y el camino perdido se lleva una parte de mi cuerpo todos los muñones ardiendo reavivan las nubes ya no sirven de nada los deseos nocturnos nos dejan con un sabor amargo y un sol difunto


on découpe le ventre posé sur la table nocturne mais plus rien ne suffit à nous rassasier les mains cousues aux yeux on n’arrive plus à voir sa propre ressemblance on se cherche étrangement chaque reflet remonte à la surface et se met à fondre dans ma main comme un morceau de nuit

on décolle le sang mais une main ramasse un orifice au sol pour le mettre sur sa bouche chaque soleil déclenche un nouvel été abondamment vêtu tu ne saurais pleurer avant d’avoir cueilli les yeux restés ouverts dans ta mémoire de papier

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crève cramoisi algue les sphères sont ouvertes et saignent à bout portant ton image recule dans le miroir perdu tu mords cette surface sanglante mais tu n’arrives plus à parler sans me cracher tes mots au visage

le centre à peine disséqué n’appartient à personne et si l’on pose à terre le reflet qui se brise il se met à saigner comme une corde tressée par le temps sans mesure

linceul passe le terme fuit il faut bien déconstruire chaque chose à sa place pour laisser le vide à l’oubli


rasgamos el vientre colocado sobre la mesa de la noche pero ya nada es suficiente para saciarnos las manos cosidas a los ojos ya no logramos ver su propia semejanza nos buscamos de manera extraña cada reflejo vuelve a la superficie y se derrite en mi mano como un pedazo de noche

despegamos la sangre pero una mano recoge un orificio del suelo para ponerlo en su boca cada sol origina un nuevo verano vestido en abundancia no podrías llorar antes de haber cosechado los ojos abiertos en tu memoria de papel

muere alga carmesí las esferas están abiertas y sangran a quemarropa tu imagen retrocede en el espejo perdido muerdes esta superficie sangrienta pero ya no puedes hablar sin escupirme tus palabras en la cara

el centro diseccionado apenas no le pertenece a nadie y si ponemos en el suelo el reflejo que se rompe él comienza a sangrar como una cuerda trenzada por el tiempo sin medida

la mortaja pasa el término huye hay que deconstruir cada cosa en su lugar para dejar el vacío al olvido

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De música de muertos Mauro Reis llegaste a mí a rastras, tú, dulzura en el desierto, con tu palabra aterradora te acercaste yo lavaré las manchas de mi vestido, lavaré la caída de cada día lavaré nuestra reentrada juntos en la sangre te veo mirarte también en el festín, mirarte a los ojos en los grandes exteriores, bailar por encima de la cena como una santa con las vírgenes dementes palabra aterradora tu reino, tu gloria aquí me desconozco tus ojos, tu reino, mi lámpara de aceite, tú, la presa de mis enemigos, la curación de esta tierra, así buscas la santidad tendiendo trampas. lavaré, sentaré con nosotros las tinieblas. cortaré la sal, lo lúbrico del pan, la penitencia, bailarán las locas y yo bailaré como una santa la noche espera por mí. no me retengas en lo alto. déjame en tu rostro luminoso. en tu gloria de trampa (algo falta aquí, algo importante) libérame: yo lavaré el fin de los tiempos. una vida sangra inútilmente tu amor es un campo de tiro en la nieve

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tú y yo inventamos la carne una tediosa tarde me acuerdo por los primeros animales que sacudían la cabeza en tu voz y movían la hierba pero se te ocurrió el dolor y la mirada recuerdo que un cachorro se perdió entre los días de la semana. quién pensó entonces en el agua? fuiste tú quien colgó el deseo a escurrir su baba entre nosotros ese día el ejército reventó la manifestación matando a 7 de esos 7 sólo quedamos vivos un gorrión una espada y un frijol el día que inventaste la carne, se levantaron los nuevos edificios y se lanzaron dos o tres naves espaciales fue un año de sequía en lisboa pero en la clase de historia, a nuestra espalda, abrían ya las sepulturas

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el día que inventaste la carne, yo lloré tanto, te acuerdas? después del desayuno tu madre se había ido ya detrás de las palomas, había sido una visita muy larga ese día tu hermana y su marido pelearon como siempre sobre las posibilidades del espanto tu odio es dos pelotas azules una la colgué en la puerta para que la vieran todos la otra se la di para jugar a nuestro hijo me contó que el otro día la perdió en el patio de la escuela cuando cogía con una compañera


yo había comprado el jardín para matar al pollo y había trabajado toda mi vida para poder pintar el fuego en sus bardas. mi abuelo puso ahí la puerta, ‘el edén’, lo llamó un hombre desnudó a su mujer y le dio de comer pequeños niños y agua y un elote oscuro la sed nos hizo correr a otra ciudad a buscar granos en las minas. el más afortunado encontró corrientes subterráneas y las vendió al señor de la mujer desnuda otro camello vendió también sus tierras y se clavó una aguja en uno de los ojos. se hizo famoso por haber conservado siempre el otro ojo quiero ir a la ladera a buscar alguna casa donde haya una ventana iluminada miro hacia arriba, en la cima veo las antenas de la estación repetidora alguien derrumbó la barda una tuna es una historia un almacén son 100 años de vida una bolsa es un divorcio y un coche es una niña su menstruación es un arcabucero metido a confesor en las entrañas que solo abre la ventanilla los domingos en las fuentes por si fuera poco la madre empeñó ya sus joyas todas a la salud de los enfermos con los granos de maíz que sacamos de las minas rompimos las ventanas del palacio y compramos los ojos de la reina. a cambio del acceso al horizonte uno de nosotros le ofreció pan seco y la morralla

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la reina rechazó a dos gatitos y también a cuatro días después porque los bordes estaban ya amarillos me gustan los ojos castaños del fornicio, dijo y le crecieron pelos en los dedos y en el ruido a la calle se le cayeron las uñas a mí el hambre me estragó el carácter el bufón se había divorciado de sus moscas pero conservó a la favorita amarrada en un zapato el príncipe no era tampoco idiota: desarrollaba aplicaciones, mantenía sistemas operativos y compraba votos los viernes en una plaza púrpura nadie podía creer la poca tierra que juntaba en las rodillas cuando el país un decapitado orinaba en las palmeras yo apenas con un anillo calculaba el fulgor del cielo hay mucha vida en la mentira, repetían los pobladores

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cada mañana cuando sales abandonas roces diminutos en las cosas, lo que queda en ti de tus juguetes de niña regados por la casa. la promesa diaria de tu vuelta, un falo o un vórtice marino. en breve salgo yo también. prometo mi regreso echando llave al silencio de las cosas que tú viste o que tocaste. y ya no miro atrás hacia la luz que llama desde adentro. en el resplandor de esa oración que no conoces se consume el día. los cardúmenes resultan inservibles a cierta altura de la vida como a esta altura sin ventanas ven pues, amante, y dispara a todo lo que ves porque, como alguien dijo, nosotros moriremos antes

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no hay tiempo para que el bufón asome y chupe. la tu verga, el tu pito, la pica, la riata, la tu gruesa. hay espacio, sí, para que le tú abras las sus tetas y para el intercambio de los bienes. poca cosa qué pensar de la glándula de Descartes ahora que chupas tú la verga a ella. quién entra en esa vulva, poco tiempo para que las tú salgas las aguas de tu río. mas un error ahora que el codo anda olfateando el traje colorido –ponlo al sol, abre bien tus muslos para que no caigas, que el tufo tuyo guárdenos. se acerca un contador desde los cerros con un hijo colgado en un anillo. su saludo de ternera parda merece un beso. ay. lo mucoso te desborda las agujeras se constelan y giran cambiando la disposición de los planetas. el hijo llora una pierna desnuda dos clítoris surcan las sienes de papá, otro clito se moja y crece como higuera. tus huevos, tus huevos descansan atrás formando el horizonte.

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me duele el lado derecho de la vida tenerlo donde pasé tantos recuerdos feo como un niño muerto ese lado existe unilateralmente pocas cosas más dolorosas que una hormiga, sin embargo, es como pensar de este lado, quiero contar una historia bailemos del lado que duele que haya un solo lado expresa la inexistencia del dios, la ecuación torcida, el sol amarillo irracional me pregunta la vieja emilia por el lado izquierdo. ese que los niños pusieron a secar colgado sobre el río suspendido y yo no sé si el ano tendrá cielos y yo no sé si la vieja sufre de eso pero responderle es sentarnos a tomar té a la orilla de su jardín sobre la barca en el derrame de este lado están me dice todos los muertos y las cuerdas rotas mientras yo pienso que nieva en un filme

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8 POEMAS Nurit Kasztelan De mi boca

Es rara la forma, uno puede acostumbrarse al sonido extraño, pero no. Padre, papi, tate las palabras no suenan son huecas tu capricho de hablarme en una lengua muerta Oyfn pripetchik brent a fayerl ¿de la chimenea sale el fuego? ¿eso quiere decir? ¿eso me cantabas de chica para que durmiera? Es rara la forma, uno puede acostumbrarse al sonido extraño pero no.

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Después de ver el monte Fuji Te preguntás para qué sirve la experiencia, en qué franja del cerebro se guardan los momentos acumulados. Ciudades son imágenes. Las viste, las pisaste, y después ¿qué? Vos que querés entenderlo todo te fuiste al país donde no se entiende nada. Todavía no descubriste qué pasó ahí qué le pasó a tu cabeza con este viaje cuál es el yo que dejó atrás cuál sigue igual atado de rodillas a su infancia, su presente y su pasado como un nudo, cuál es el próximo viaje que te toca. Recordás el verso de Bishop para negarlo rotundamente “¿deberíamos habernos quedado en casa pensando en ese lugar?”.

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Cada vez hay más distancia entre lo que contás y lo que en realidad querés decir. Allá todo tenía el mismo olor las voces el mismo tono, la preocupación por la moda cuando las necesidades están cubiertas, la neurosis de la gente que lo tiene todo. Vos a tus dos años


con un cuarto para dormir y otro lleno de juguetes, ibas a un restaurante y te traían cinco gaseosas porque ninguna te gustaba. Y ahora volvés a esa niña de rodillas que no sabe qué hacer con un no frente a las cosas. Hundís los ojos en un lago en la montaña que asoma arriba del lago en la perfección simétrica de esa montaña con las miles de leyendas que la incluyen. Sos una más de los tantos que se rindieron frente a su belleza, decir majestuoso en este caso no es un anacronismo, es una superstición que tal vez hagas tuya. Podrías haberte quedado allá pero volvés a la casa y a las plantas, un exceso de territorialidad. ¿Qué queda de un viaje? ¿qué pasa después? Quizá una parte de tu cabeza se quedó allá para siempre. Quizá la parte que volvió es la que todavía sigue sin encontrarse.

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Una luz atravesando el espacio Sin objeto, sin imagen y sin objetivo, ¿qué es lo que miras? Te miras a ti mismo James Turrell Entramos a ciegas, de la mano una especie de fila india de desconocidos a los que los une algo que sobrepasa la curiosidad. Nos cuentan que este lugar era antes un santuario santuario, enfatizan, para que no corramos el riesgo de confundirlo con un templo como si hablásemos de peras y manzanas. Nos obligan a permanecer en silencio, a tantear la pared para que sea el tacto el que guíe el camino, hasta que la curva nos indique dónde sentarnos a esperar. El arte de la paciencia: algo más que iba a aprender en ese viaje. Al lugar lo llaman “la parte de atrás de la luna”, es la última de las siete casas intervenidas por artistas, que visitamos. En la oscuridad, recién a los cinco minutos de no ver distinguimos distintos matices de negro. Ahí es cuando nos paramos y vemos aire pesado que se vuelve color blanco, el efecto óptico se devela pero sigo sin entender del todo qué vimos al principio. En ese estado de mareo que provoca el cansancio el hambre un viaje mis ojos saturados de estímulos se llenan de blanco.

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El amor era otra cosa

Las cosas en su lugar: cierto orden, una sensación falsa de bienestar, una tarde en la que suceda algo. La manía doméstica de convertir deseos en hechos productivos. Esa tarde perdida ordenando fotos viejas. Saltearse la siesta. Decido vivir menos intensamente las escenas, una manera disléxica de soportar el presente. Escucho insistentemente el mismo disco, la misma canción como si repetir lo mismo encerrase un significado oculto. Saber retirarse a tiempo me repito como mantra.

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El agua en todas partes

Esto es real: llueve adentro de la casa. Las junturas mal selladas, el agua que gotea del vidrio, los trapos, los baldes, las palanganas, baldear, un mínimo acto para que desagüe. Recién mudada entre cajas a medio desembalar pero no me quejo estoy en la edad en la que una camina hacia sus mitos. Espero una revelación que venga del agua.

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La vara Insisto en que el jazmín se trepe a la vara y crezca usándola de apoyo. Pero necia como toda planta trepadora se suelta y ya invadió el cedrón, la cretona y el palo borracho. Delicadamente los separo con cuidado de que no se rompan pero es inútil soy lenta para aprender las penas de las plantas.

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A la vera

Iberá quiere decir “agua que brilla” me contabas, yo estaba triste y cantaste Ara berá ara berá. Te veo en la orilla a un costado la luz de la realidad en esa playa tenía otro color. Me gusta estar de nuevo acá, me decís ahora pero yo ya estoy del otro lado.

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Quiero escribir pero me sale espuma

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Dejo atrás una vieja forma una manera terca de poner todo en suspenso. Pero encuentro algo transitorio que todavía me queda incómodo. Es como si esa incomodidad se plegara en pedazos que se acumulan unos sobre otros. Tres poetas de mi generación publicaron versos que me hubiera gustado escribir: “una explicación para todo” “qué vamos a hacer con esta lucidez” “espero lo grande y sucede lo pequeño”. Parece que lo que quiero decir lo dijo otro mejor. Pero no me preocupa, soy lo que leo. Nada de lo que escribo parece ser real. Nada va a serlo y sin embargo a veces sueño cosas que me pasan.


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Breves líneas sobre mi trabajo León Plascencia Ñol

Desde hace años, cuando escribo poemas, intento seguir una idea de John Ashbery, aquella que propone distintos niveles de densidad en el poema. Es decir, escribir por capas; escribir a través de distintas transparencias, a veces una más delineada que otra. Pasa lo mismo cuando pinto, dibujo, hago collages o intervengo fotografías: trabajo con distintos niveles de transparencias para crear diversas capas y tonalidades. Me gusta guiarme por el azar, lo imprevisto, los accidentes, lo no visible. En realidad, lo pienso así, no encuentro ninguna diferencia entre mis diversas actividades: lo único que hago es cambiar de respiración pero los mecanismos a los que me enfrento son, de alguna manera, los mismos. Siempre, en las obras visuales o los poemas o los textos narrativos busco que haya un elemento discordante, un elemento que genere tensión, que sea distinto a la aparente monotonía de las transparencias. Que funcione como sorpresa, como tensión. Me gusta verme como un creador que utiliza diversos soportes para intentar llegar al mismo punto. Parto siempre de una imagen y de un ritmo insistente. Lo que busco es un diálogo con la poesía, así, en minúsculas.

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