Isaac Asimov - Hacia la Fundación

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enorme, privándole de cualquier posibilidad de seguir trabajando personalmente en la psicohistoria..., y, aparte de eso, él no poseía el tipo de temperamento necesario para imponer aquella clase de disciplina. Seldon lanzó un suspiro. Tendría que hablar con Amaryl. 10 Seldon entró en el despacho de Amaryl sin anunciarse. -Yugo -dijo sin más preámbulos-, la entrevista con el general Tennar se ha retrasado. Después tomó asiento y puso cara de estar bastante enfadado. Como siempre, Amaryl necesitó unos momentos para apartar su mente del trabajo. -¿Qué excusa te ha dado? -preguntó cuando por fin alzó la vista hacia Seldon. -No ha sido cosa suya. Algunos de nuestros matemáticos se encargaron de retrasar la entrevista una semana para que no interfiriese la celebración del cumpleaños. Todo esto me resulta extremadamente irritante. -¿Por qué lo permitiste? -No se lo permití. Actuaron por su cuenta y lo arreglaron todo ellos solitos. -Seldon se encogió de hombros-. Supongo que en cierta forma es culpa mía... Llevo tanto tiempo quejándome de que voy a cumplir sesenta años que todo el mundo cree que tiene que animarme con fiestas y conmemoraciones. -Esa semana extra no nos vendrá mal, naturalmente -dijo Amaryl. Seldon se irguió inclinándose hacia delante. -¿Hay algún problema? -No. No creo, pero examinarlo todo con más atención no nos hará ningún daño. Mira, Hari, es la primera vez en casi treinta años que la psicohistoria ha llegado al punto en el que realmente puede hacer una predicción. No es gran cosa, apenas un puñado de polvo en el inmenso continente de la humanidad, pero es lo mejor que hemos conseguido hasta el momento. Bien... Debemos explotarlo al máximo, averiguar cómo funciona y demostrarnos que la psicohistoria realmente es lo que creemos: una ciencia predictiva. Por tanto, creo que asegurarnos de que no se nos ha pasado nada por alto no puede hacernos ningún daño. Incluso una predicción tan insignificante como ésta resulta complicada, y agradezco disponer de otra semana de tiempo para estudiarla. -De acuerdo, Yugo. Te consultaré sobre el asunto antes de ver al general para estar al corriente de cualquier modificación que deba hacerse en el último minuto. Mientras tanto no permitas que ninguna información concerniente a esto se filtre a los demás..., a nadie, ¿entendido? Si la cosa sale mal no quiero que el personal del proyecto se desanime. Tú y yo absorbemos el impacto del fracaso y seguiremos intentándolo. Una de sus raras sonrisas iluminó el rostro de Amaryl. -Tú y yo... ¿Te acuerdas de cuando todo se reducía a nosotros dos? -Lo recuerdo muy bien, no creas que no echo de menos aquellos días. No teníamos mucho con qué trabajar... -Ni siquiera disponíamos del primer radiante, y mucho menos del electroclarificador. -Pero fueron días felices. -Sí, fueron felices -dijo Amaryl, y asintió con la cabeza. 11 La universidad había cambiado, y Hari Seldon no podía evitar que le complaciera. Las secciones centrales del complejo del proyecto se habían llenado repentinamente de colores y de luz, y los sistemas holográficos saturaban el aire con imágenes tridimensionales que mostraban a Seldon en lugares y tiempos distintos. Se podía ver a Dors Venabili sonriendo y un poco más joven, a un Raych adolescente sin experiencia de


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