Red queen victoria aveyard (La reina roja #1)

Page 236

Lo qué se siente como un centenar de nombres estallan de mí, recitando de tirón todos los perdidos. No significan nada para Cal, pero todo para mí. Y sé que hay miles, millones más. Un millón de errores olvidados. Cal no contesta y espero ver la rabia que siento reflejada en sus ojos. En cambio, no veo nada más que tristeza. Él susurra de nuevo y las palabras me dan ganas de caer y nunca levantarme de nuevo. —Me gustaría que las cosas fuesen diferentes. Espero las chispas, espero un rayo, pero nunca llega. Cuando siento unas manos frías en el cuello y el metal encadenando en las muñecas, sé por qué. El Instructor Arven, el silencioso, el único que puede hacernos humanos, está detrás de mí, empujando hacia abajo todas mis fuerzas hasta que no soy más que una chica llorando de nuevo. Me lo ha quitado todo, toda la fuerza y todo el poder que pensaba que tenía. He perdido. Cuando mis rodillas renuncian esta vez no hay nadie para sostenerme. Vagamente, oigo a Maven gritar antes de que él también sea tirado al suelo. —¡Hermano! —ruge, tratando de hacer ver a Cal lo que está haciendo—. ¡Ellos la matarán! ¡Me matarán! —Pero Cal ya no nos está escuchando. Habla con uno de sus capitanes, y no me molesto en escuchar las palabras. No podría incluso si quisiera. El suelo debajo de mí parece temblar con cada ronda de disparos muy por debajo. ¿Cuánta sangre manchará los túneles esta noche? Mi cabeza es demasiado pesada, mi cuerpo demasiado débil y me dejo desplomar contra el suelo de baldosas. Se siente frío bajo mi mejilla, suave y lisa. Maven se lanza hacia adelante, su cabeza aterriza a mi lado. Recuerdo un momento como este. El grito de Gisa y la destrucción de los huesos se hacen eco débilmente, un fantasma dentro de mi cabeza. —Llévenlos dentro, a donde el rey. Él los juzgará a los dos. Ya no reconozco la voz de Cal. Le he convertido en un monstruo. He forzado su mano. Le he obligado a elegir. Estaba ansiosa, he sido estúpida. Me he dejado tener esperanza. Soy una tonta. El sol empieza a subir detrás de la cabeza de Cal, enmarcándole contra la madrugada. Es demasiado brillante, demasiado fuerte y demasiado pronto; tengo que cerrar los ojos.

236


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.