— 4 — tervencion estranjera en esta civilización , no bastan para a se g u ra r la idea de la influencia bien acen tuad a de la cultura peruana. P ara im poner una civilización estranjera a un p u eb lo se n ece sita del trascurso de m uchos años, i no son suficientes setenta i cinco, que fueron los que gobern aron los incas en Chile. So lo uno de los presentes en esa sesión, el señ or T . G u e va ra , disintiendo com pletam ente d e estas opiniones, adujo a lgu n o s hechos que confirm aban la influencia peruan a en el d esa rro llo d e la civilización del p ueblo araucano, co m o eran la form a i lo s dibujos de la m ayor parte de las vasijas de alfarería in díjen a que él h abia encontrado en el pais, los tejidos de lana de h u eq u e o llam a, que aprendieron los araucanos de los indios ch ilen o s del norte, a su vez influenciados p o r los peruanos;
a lg u n o s
adornos, com o el tupo, los aros o p endientes, etc., i la produc ción agrícola, com o la quínua, el m aiz, los p allares, etc., i la s armas, que son en to d o sem ejan tes a los que u sa b a o p ro d u cía el Perú. E studiando estas opiniones, vem os, desde lu ego , qu e no hai duda de que la civilización peruana se hizo sentir-m enos en la len gu a que en los objetos destinados a la vid a ordinaria, lo q u e prueba sim plem ente que jam ás los p ueblos del norte s u b y u g a ron a los chilenos i que ^n el últim o siglo de su existen cia , s o lo lograron los incas llegar con sus tro p as h asta las cercan ías d el rio Maulé. Pero sí la guerra lleva la civilización a otros p ueblos, el c o m ercio salva tam bién las m as difíciles barreras, p o r la n ecesid ad que tienen los hom bres í los países de cam biar sus p ro d u cto s. S i sabem os, entonces, que la civilización p eruana se rem on ta a m uchas decenas de siglos de antigüedad, ¿no será ló jico p re g u n tarse si la influencia de esa civilización h abría lleg a d o a C h ile ántes que las arm as de los incas? N o lo sabem os, e ignoram os to d avía cuán do i p o r quién fué p o blad o el pais. A la llegada de los españoles, los chilenos del norte gozaban y a de los beneficios de la edad de bro n ce i lo s