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Huellas Jurídicas. El peso de la

HUELLASJURÍDICAS

Por. René Sención • Foto. Fuente externa El autor es abogado

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El peso de la libertad

Nuestros Símbolos Patrios: La Bandera Nacional y El Escudo, unidos conforman el más bello gesto de valor de nuestros libertadores. En el centro de la bandera el escudo, en el centro de este la Biblia, y en la parte superior tres palabras: Dios, Patria y Libertad. El Himno Nacional, dice: «es escudo invencible: el derecho; y su lema: ser libre o morir».

Nuestra Constitución consagra, en el artículo 39, Derecho a la igualdad. Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las instituciones, autoridades y demás personas y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades, sin ninguna discriminación por razones de género, color, edad, discapacidad, nacionalidad, vínculos familiares, lengua, religión, opinión política o filosófica, condición social o personal;

Pero el derecho y la libertad dependen de tres instituciones que, lejos de resguardarlo, «lo atropellan». De un lado tenemos al Poder Judicial, representado por un magistrado, y el cual debe velar por la tutela judicial efectiva, pero lamentablemente proviene de un sistema, donde impera el pensamiento ajeno, pues en los juzgados, y casi, siempre otros deciden por el juzgador; y ellos dicen que por meter preso no cancelan a nadie;

Del otro lado el Poder Ejecutivo, representado por el Ministerio Público, que en muchas ocasiones nombran personas que desde el día de su nombramiento se embriagan de poder y no son capaces de realizar una investigación por sí mismos, ya por falta de capacidad, de voluntad o simplemente no cuentan con los mecanismos de investigación, pero la embriaguez de poder les lleva abusar y atropellar el derecho y la libertad de las personas.

Y el tercero es el mismo Poder Ejecutivo, pero representado por civil armado llamado Policía y es quien maneja desde el principio la escena del crimen, la evidencia, la investigación y ejerce la custodia del prevenido y entre los tres han construido la empresa más perversa de todos los tiempos, pues quebrantan los derechos, abusan del poder y rompen todos los esquemas de ética. En contubernio han hecho de nuestra sociedad un estado inseguro, frágil y temeroso, temor que es el que hace de los pueblos serviles.

La fiscalía arma un caso y aún sin medios de pruebas persiste y hasta las inventas para seguir delante, y peor aún: son supuestamente independientes, pero cada departamento tiene un líder y no se toma decisión hasta que el líder no decida qué hacer, aún el que está a cargo de la investigación reconozca la falta de prueba para procesar, procesa, trabajan con formulario preelaborado, no estructuran una investigación, y no aportan al proceso más que lo que la policía le ha entregado, la experticia media son formularios de un funcionario bajo cargo del mismo investigador y que regularmente trabaja en el departamento. Una muestra es Violencia de Género, que tiene sus propios médicos, sus propios psicólogos y profesionales de la salud y de la conducta, bajo el mandato de los mismos directores, y el INACIF que de igual manera es una dependencia de la fiscalía,

La policía: la Constitución establece art. 255.- Misión. La Policía Nacional es un cuerpo armado, técnico, profesional, de naturaleza policial, bajo la autoridad del presidente de la República, obediente al poder civil, apartidista y sin facultad, en ningún caso, para deliberar. La Policía Nacional tiene por misión: 1) Salvaguardar la seguridad ciudadana; 2) Prevenir y controlar los delitos; 3) Perseguir e investigar las infracciones penales, bajo la dirección legal de la autoridad competente; 4) Mantener el orden público para proteger el libre ejercicio de los derechos de las personas y la convivencia pacífica de conformidad con la Constitución y las leyes.

Como sabemos, la policía vive atropellando a los ciudadanos, inculpándolos y fabricándoles evidencias; la fiscalía apoyando eso, creando expedientes y los jueces apoyando eso sobre la base de que ellos hablan por sentencia, y, de que por meter preso no botan a nadie.

Como vemos, nuestra libertad carga pesada, pues tiene que luchar, contra quienes están obligados a resguardarla, garantizarla y tutelarla; nuestro Estado necesita una transformación y es en estas tres instituciones que debe iniciarse la mutación del desarrollo de la sociedad

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