La Declaración Universal de los Derechos Humanos otorga a todas las personas la condición de sujetos de derechos, es decir, que las personas, por su sola condición de seres humanos, ya tienen derechos y deberes. Por lo tanto, pueden opinar, decidir, participar y elegir, sin que medie ningún tipo de discriminación, ya sea por su condición etárea, sexo, religión, grupo étnico, color de piel, nacionalidad, idioma, filiación política o ideológica, opción sexual, estado civil, nivel educativo, lugar de residencia, etc. (ONU, 1948).
Formas de expresión de la democracia
Forma de gobierno
Forma de vida
Maya Ediciones - Flavio Muñoz
Hubo épocas en la historia de la humanidad en que para ser ciudadano se necesitaba cumplir la mayoría de edad, poseer una determinada cantidad de dinero o riqueza material, haber nacido dentro de un hogar legalmente constituido, ser varón, haber estudiado, haber nacido en el país, tener un linaje correspondiente con la clase dominante o haber hecho méritos, ser militar y tener cierto credo religioso como se puede observar en la Constitución de 1830. Si no se cumplían estos requisitos, no se podía gozar de los derechos de un ciudadano.
Los indígenas, cuyos ancestros han vivido en su país desde hace miles de años, antes del siglo XX no podían ejercer todos sus derechos.
Interdisciplinariedad Ciudadanía e historia Requisitos que debían cumplir los ciudadanos ecuatorianos en 1830 para gozar de sus derechos: Artículo 12.- Para entrar en el goce de los derechos de ciudadanía, se requiere: 1. Ser casado o mayor de veintidós años. 2. Tener una propiedad raíz, valor libre de 300 pesos o ejercer alguna profesión o industria útil, sin sujeción a otro, como sirviente doméstico, o jornalero. 3. Saber leer y escribir. Constitución del Ecuador de 1830 www.mayaediciones.com/1ciu/p57.
Fuente: Maya Ediciones, 2016.
Desde otro punto de vista, el significado radical de la democracia moderna implica básicamente la inexistencia de títulos naturales para gobernar como el principio de filiación, el buen nacimiento, el linaje, la riqueza, la edad o la meritocracia.
Tomada de: Archivo editorial
Así, una democracia radical está basada en los principios de respeto total al otro, a sus formas de pensar o actuar, a la opinión ajena, a las diferencias; así como en valores como la libertad, la igualdad, la tolerancia, la participación, la justicia, la pluralidad, la interculturalidad, la solidaridad y la reciprocidad.
Hoy, en países donde se vive la democracia, los pueblos históricamente excluidos pueden gozar de sus derechos y sus miembros se consideran ciudadanos y ciudadanas.
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