3 minute read

Hoja Misionera

Vocaciones Nativas: desde aquí para la misión con María

El amparo de la Iglesia es Jesucristo que nos da su inmensa riqueza de salvación de forma ordinaria, es decir, sin duda y segura; por los sacramentos y la predicación, conforme a su promesa y a su vida pública. Pero no hay sacramento sin sacerdote, luego hay muchos desamparados en el mundo que solo tienen al sacerdote cada dos meses o cada año...

Advertisement

La Virgen ve y escucha el desamparo de tantos territorios de misión y responde intercediendo para que Jesucristo eleve al Padre la que ya fue su oración en la tierra implícita, pedid al dueño de la mies que envíe obreros a su mies. ¿Dará el Padre Dios una serpiente a sus hijos que le piden comida? No, Dios es bueno y da lo que piden. Pero a veces parece que pedimos sacerdotes para las misiones y no aparecen sino pastores de sectas evangélicas que dividen a los cristianos. El desamparo es muy grande.

El Señor llama y en muchos sitios hay más respuestas que plazas en el seminario, sobre todo, más que dinero para formarlos, y sus familias no tienen para aportar nada. ¿Dónde está la providencia por la intercesión de la Virgen de los Desamparados? Quizá tú puedes agradecer a Virgen toda su intercesión amorosa por ti ayudándole a que esta petición al Padre se pueda realizar en los seminarios pagando alguna beca para sacerdotes de misiones sin medios pero con vocación, o buscando quien la pague.

El Papa visitó el Congo a principio de febrero, él visita los países más pobres y con más problemas. Este país recibió de Obras Misionales Pontificias, por ejemplo en 2020, gracias a la generosidad de los fieles de todo el mundo, 5.849.713 dólares. Gran parte de estas ayudas (1.626.333$) se destinaron a los gastos cotidianos de las 48 diócesis del país, para asegurar su sostenimiento. También se sostuvo la construcción de 57 nuevas parroquias y conventos, que aseguran la presencia estable de la Iglesia en zonas donde antes no estaba. También se apoyó la formación de 3.700 seminaristas y más de 700 novicios, presente y futuro de la

Iglesia en R. D. Congo. También, por Infancia Misionera, se promovieron construcciones de escuelas en aldeas y la escolarización de niños discapacitados o refugiados.

En Sudan del Sur, cada una de las diócesis reciben cada año 41.000$ para sus gastos del día a día; una ayuda para la formación de los catequistas nativos, que apoyan la evangelización; y para cada uno de los seminarios diocesanos. Además, de forma puntual se apoyan diversos proyectos que van equipando las diócesis (construcciones, medios de comunicación, instalaciones eléctricas, gasolina...). Y se sostiene la alimentación, educación y atención sanitaria de los niños a través de Infancia Misionera. En 2020, OMP envió a Sudán del Sur 731.378$.

Todo esto es gracias a tu donativo para el Domund, tu suscripción a esta Hoja Misionera, las ayudas a Infancia Misionera y las becas para la Obra de san Pedro que permiten que no cierren los seminarios en África. Las plazas para el seminario menor en África y Asia son limitadas, suele haber niños esperando para entrar de cada parroquia pero no pueden porque no les adjudican plazas, igual ocurre con los mayores, en Burundi, como en muchos otros, no todos los que tienen vocación pueden ingresar en el seminario pues no hay medios económicos para recibirlos, a pesar de que los seminaristas en África ademas de rezar y estudiar su deporte es más bien trabajo en el campo y la granja del seminario, criando los animales que van a comer y cultivando el campo y la huerta, cada uno tiene asignado su terreno que ha de cuidar.

Si puedes ayudar buscando otra suscripción, aumentando las que ya tenemos, dando un donativo para una beca, animando a dejar un legado para Obras Misionales Pontificias... Es Dios Padre quien recompensa nuestra generosidad, a un interés del ciento por uno, es buen pagador, si te animas, o convences a alguien, no le estás perjudicando, al contrario le harás un gran favor del que gozará toda la eternidad. Como bautizados somos corresponsables de la Misión, ningún bautizado debería no ser suscriptor de misiones aunque sea con la cuota mínima, cada uno según su generosidad y capacidad. Nos unimos en oración a la Virgen de los Desamparados y pedimos por estas iglesias pobres en todo para que reciban el amparo de su intercesión, que siempre es escuchada, y nos mueva a la fe y la generosidad para rezar por la Misión, para que Jesús sea conocido y así creyendo en Él se salven por la fe, para que los seminarios puedan acoger todas las vocaciones, podamos enviar muchos más misioneros y que nuestra generosidad crezca hasta la medida de las necesidades.

¡Dios quiera y la próxima guirnalda de Becas que ofrezcamos a la Virgen de los Desamparados sea una corona generosa por el centenario de su coronación!