MANUAL DE CAPACITACIÓN POLICIAL EN EL USO RACIONAL DE LA FUERZA
Repliegue táctico Ante situaciones en las cuales la intervención policial pudiera resultar en el agravamiento del conflicto o en un incremento injustificado de la violencia, o cuando el personal esté en condiciones tácticas desfavorables, la opción adecuada puede ser un repliegue táctico. Esta decisión puede ser tomada en cualquier momento de la intervención policial. La opción por este camino responde a una evaluación en la que la intervención que se está realizando pone en peligro la vida de terceros y/o la propia del agente, y por ello la única manera de resguardo posible es el repliegue. Sin embargo, el repliegue no implica “no intervenir”, sino desde la posición del repliegue realizar todas aquellas medidas que estén al alcance para alcanzar una posible resolución. Estas medidas incluyen: la comunicación con autoridades policiales locales, la recolección de pruebas como identificación de rostros y características de los sujetos, particularidades de los vehículos intervinientes, solicitud de apoyo, entre otras opciones útiles a los fines legítimos que la policía persigue. El repliegue táctico no mella la autoridad de la policía. Si bien en apariencia puede ser percibido como una “pérdida”, en ciertas ocasiones es preferible ganar distancia y fortalecer con ello intervenciones posteriores. Hay intervenciones que podrían resolverse mejor mediante el repliegue, y de ninguna manera el repliegue debe ser considerado como otra cosa que una intervención: replegarse también es intervenir.
Como puede advertirse, tanto la presencia policial (mediante el patrullaje, la guardia, la custodia, los controles preventivos) como la comunicación (órdenes verbales –pare, circule, alto!–, señales con las manos y brazos con ese mismo sentido, ayudados, por ejemplo, por medio de balizamientos y cercos de seguridad) si bien son algo distinto al empleo de la coacción directa (arresto, detención, uso de armas de fuego), también constituyen niveles de fuerza.
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Planificar qué tipo o nivel de fuerza el efectivo va a utilizar es una de las actividades de mayor profesionalismo de la policía. Algunos especialistas en doctrina y formación en el uso de la fuerza por parte de las Fuerzas Policiales y de Seguridad hablan de un uso “progresivo y diferenciado de la fuerza”. Esto quiere decir, en pocas palabras, que la fuerza debe utilizarse con proporcionalidad y moderación, en distintos grados o intensidad coactiva, conforme los retos que plantea la situación; buscando la menor