7
8
imprimen el lenguaje del Academicismo de ese origen a la obra pública institucional: Francisco Tamburini, con la reforma de la Casa Rosada, y Víctor Meano, con el Congreso Nacional. En 1883 se encarga la nueva Casa Rosada, con el completamiento de la manzana que ocuparan el Fuerte y la residencia de los virreyes y la edificación de
9
las alas norte (3) y este (5). La fachada sobre la plaza consistió en el englobamiento mediante un gran arco triunfal de los dos edificios neorrenacentistas separados por el pasaje que conducía a la Aduana Nueva, construidos por los suecos Carlos Kihlberg –quien proyecta la Casa de Correos en el ángulo sur (1873)– y Enrique Aberg –que diseña a
10
pedido de Roca un edificio público en el lado norte (1882)–. Víctor Meano, discípulo de Tamburini, ganará el concurso del Congreso Nacional (2/4/6/8 a 11) presentado una grandiosa propuesta inspirada en el monumento a Vittorio Emanuele en Roma; entroncada con aquel emblema del Risorgimento italiano, esta apoteosis urbanística
11
clausuraba así entre nosotros el auge de los lenguajes italianizantes ante el triunfo del Academicismo Francés. Las plazas de Mayo y del Congreso han sido declaradas Lugares Históricos Nacionales (1942 y 1997). Sergio López Martínez (Fotos: 1/3/5/6: AGN // 2/4: Biblioteca Gálvez // 7: Archivo Borra // 8 a 11: Sergio López Martínez). URBANISMO / 163