Elizabeth Mendoza Estrada El ámbar es una resina fósil que proviene de árboles que datan de 25 a 50 millones de años y se extrae en diversas minas de Simojovel, estado de Chiapas. Al ámbar se le atribuyen poderes mágicos y curativos y los pobladores de Chiapas lo usan como protector contra el mal de ojo. Por su dureza y calidad es buscada por joyeros y escultores, quienes con un proceso de tallado, corte y engaste, desarrollan finas piezas de joyería. Desde pequeña Elizabeth tuvo contacto con este insumo a través de recorridos por las minas de ámbar. Aprendió luego a trabajarlo de la manera tradicional, cortando con serrucho y puliendo con resina de roble y corteza del árbol de corcho. Ella adquiere el ámbar en bruto, le quita los pedazos de roca que trae y lo remoja; ya limpio y en función al tamaño y el color del ámbar determina la pieza que elaborará. En ocasiones el ámbar viene con elementos incrustados, seres conocidos como inclusiones, se han encontrado abejas, hormigas, arañas, mariposas y libélulas, como también flores, hojas y semillas, y otras especies vegetales. Las piezas con inclusiones son muy cotizadas por coleccionistas y científicos.
México
Simojovel de Allende, Chiapas
Genoveva Pérez Pascual Doña Genoveva lidera un taller para crear juguetes, especialmente muñecas. Empezó su trabajo con diez mujeres y, gracias al interés del mercado por su obra, hoy en su taller trabajan alrededor de cincuenta mujeres. Sus muñecas se distinguen por los coloridos trajes regionales finamente bordados que lucen. A través de las muñecas que este taller produce, los niños y niñas de Querétaro aprenden a conocer y valorar la diversidad cultural que caracteriza a su región. Gracias a la calidad de su trabajo, doña Genoveva y su grupo son constantemente invitadas a ferias y exposiciones en México y en diversos países del mundo. Estamos seguros que los niños y niñas que visitan Ruraq maki, hecho a mano, disfrutarán de estas alegres muñecas.
San Ildefonso Tultepec Municipio de Amealco de Bonfil Querétaro
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