4 minute read

Monreal garantiza que no habrá abucheos contra Sheinbaum, Ebrard y Adán Augusto en reunión plenaria

El líder parlamentario informó que hay un acuerdo avalado por todos los integrantes del grupo mayoritario

Evodio Madero

Advertisement

El coordinador de Morena en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, garantizó respeto y que no habrá abucheos para Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno; Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores y Adán Augusto López Hernández, durante su participación en la X Reunión Plenaria de Morena en el Senado, que se realizará el próximo 31 de enero. En entrevista, el líder parlamentario informó que hay un acuerdo avalado por todos los integrantes del grupo mayoritario, para tratar en igualdad de circunstancias a Sheinbaum, a Ebrard y a López

Hernández, pues las y los senadores de Morena “tienen un alto nivel político y no se va a alterar en esa reunión”.

“No va a haber ni abucheos, ni gritos, ni consignas, todos vamos a ser tratados con respeto, a todos los vamos a tratar con respeto y escuchar la propuesta sobre su responsabilidad, o incluso, sobre su aspiración”, aunque sí podrá haber “aplausómetro” y “el que quiera aplaudir más de la cuenta lo puede hacer”.

Ricardo Monreal aseguró que la invitación a Claudia Sheinbaum para participar por primera vez en la plenaria fue una idea y un gesto de cortesía política que él propuso y que avaló el grupo parlamentario. Adelantó con la jefa de Gobierno no habrá temas vedados y uno de ellos podría ser la situación actual del Metro.

Sobre el caso de la ministra Yasmín Esquivel y el plagio de su tesis profesional, el coordinador de la bancada de Morena en el Senado señaló que “yo no soy juez, no soy Ministerio Público y no soy Torquemada. Vamos a esperar que los procedimientos administrativos y jurisdiccionales se lleven a cabo, porque no me gusta hacer leña del árbol caído ni sumarme a juicios de linchamiento de nadie ni contra nadie”.

Dijo que lo que le interesa es que este hecho se aclaré. “Me entristecen hechos como este, pero siempre busco la verdad”, reconoció, pero subrayó que “una golondrina no hace verano, la UNAM está por encima de este tipo de circunstancias esporádicas que se presentan”. M

La reforma de pensiones es una de las medidas clave que Emmanuel Macron prometió durante la campaña que llevó a su reelección, tras un primer proyecto que tuvo que abandonar por la pandemia

Trenes parados, escuelas cerradas, cientos de miles de manifestantes en las calles. Francia vive este jueves una jornada de protestas masivas contra el impopular retraso de la edad de jubilación a 64 años, que ponen a prueba el crédito político del presidente Emmanuel Macron.

“¡Nos están tomando el pelo! No saben lo que es trabajar hasta los 64 años en estas condiciones y bien podrían encontrar el dinero en otra parte, sobre todo gravando el capital”, aseguró a la AFP Manon Marc, animadora escolar, en París.

La reforma de las pensiones es una de las medidas clave que el mandatario francés, de 45 años, prometió durante la campaña que llevó a su reelección en abril, tras un primer proyecto en 2020 que tuvo que abandonar por la llegada de la pandemia de Covid-19. Pero tras años de crisis (protesta social de los chalecos amarillos, pandemia, inflación), representa una “prueba decisiva” para Macron sobre su mandato y sobre “la huella que dejará en la historia”, según el diario Le Parisien.El presidente, que este jueves está en Barcelona para una cumbre hispanofrancesa, intentó la víspera debilitar el frente sindical, considerando que hay sindicatos que “llaman a manifestar en un marco tradicional” y otros que quieren “bloquear el país”. Aunque su intención era retrasarla de los 62 a los 65 años, acercándose así al resto de países europeos, su primera ministra Élisabeth Borne planteó 64 años, pero adelantando a 2027 la exigencia de cotizar 43 años para cobrar una pensión completa. El gobierno la considera necesaria para paliar un futuro déficit en la caja de las pensiones. M

La ola de protestas que recorre Perú llega a su capital en medio de un clima de creciente tensión

La ola de protestas en Perú llega este jueves a su capital. La ciudad de Lima no ha visto hasta ahora los incidentes tan intensos y violentos como los que se han vivido en otros lugares del país, donde son ya 52 los muertos y más de un millar los heridos. Pero eso puede cambiar este jueves con la convocatoria a “la toma de Lima”, lanzada por las diversas organizaciones y colectivos que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y la convocatoria inmediata de elecciones para renovar el Ejecutivo y el Congreso.

Manifestantes llegados de diferentes puntos del país se congregan ya en diferentes puntos de Lima, principalmente, la plaza San Martín, la plaza Dos de Mayo y el campus de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde se les da cobijo, alimentos y otra asistencia.

El clima en la ciudad es de tensión. Muchas clases universitarias han sido suspendidas y el gobierno ha recomendado a las empresas que faciliten el teletrabajo durante todo el día. Además el Ministerio de Salud declaró en alerta roja a todos los centros sanitarios en todo el país, ante la previsión de que las protestas en la capital se repliquen en otros lugares. La crisis comenzó con la detención y destitución de Pedro Castillo el pasado 7 de diciembre. El entonces presidente fue detenido y luego destituido por el Congreso tras anunciar por televisión la disolución del mismo y el establecimiento de un gobierno de emergencia en Perú.

De acuerdo con la Constitución, asumió entonces el cargo su vicepresidenta, Dina Boluarte, y pronto surgieron manifestaciones de protesta. Varios departamentos del país, principalmente en el sur, se llenaron de bloqueos de carreteras y se produjeron ataques a edificios públicos e intentos de tomar aeropuertos. La violencia se desbordó en el sur, especialmente en el departamento de Puno, donde 19 personas murieron en la ciudad de Juliaca el 10 de enero.

Las denuncias de que la policía utilizó munición letal indiscriminadamente contra los manifestantes desbordaron la indignación y resolvió a muchos a trasladar la protesta a la capital, pese a que las autoridades aseguraron haber actuado en defensa propia y de una manera proporcional. M

This article is from: