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CONOCIENDO A GETTING TO KNOW

Hay que aprender a quererse

Diana Navarro. Cantante y actriz

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Decir que Diana Navarro Ocaña (Málaga, 21 de abril de 1978) es una cantante española, es posiblemente quedarse corto, porque esta artista malagueña además de subirse a los escenarios a cantar, lo ha hecho también para interpretar, con actuaciones que le han hecho desplegar todo su poderío para dejar al público rendido a su arte. Aunque su faceta de actriz le ha dado algunas alegrías, sin duda es su trabajo como cantante la que le ha abierto las puertas del éxito.

Fue en 2005 cuando su voz asombró al público con su mítico tema “Sola”, cuyo disco consiguió ser doble platino por el número de ventas alcanzado. Sin embargo, para llegar hasta ese momento, hubo mucho trabajo detrás, prácticamente desde los 9 años, cantando en un coro folclórico, después en una banda pop y en otro grupo de corte folclórico, años de actuaciones sin parar, de participar en proyectos y de dar forma a ideas y discos propios. Tras su gran éxito musical, vendrían nuevos trabajos, muchos conciertos, giras, espectáculos, colaboraciones musicales, programas de TV, interpretaciones en el cine, teatro.

Fotografía: Iuliana Dragoi Agradecimientos: Abadía del Sacromonte Harley Davidson Granada Portago Moda Gustavo Martín Estilista

A veces la vida nos pone delante de situaciones complejas, a las que enfrentarse con valentía, determinación y arrojo. Hace poco más de diez años se produjo un punto y aparte en la vida de la artista, llegó un momento en el que tuvo que replantear sus prioridades y en el que comenzó un trabajo intenso y profundo para recomponer su vida interior ¿Cómo

se encuentra ahora Diana Navarro?

Puedo decir que ahora me encuentro en un momento muy bonito de mi vida, tanto desde el punto de vista personal como artístico, pero ha sido un trabajo de muchos años para llegar hasta aquí. En 2010 sufrí, metafóricamente, mi propia muerte. En esa época me encontraba inmersa en una relación terrible, donde no era valorada, ni respetada, algo que me hizo entender que el fondo de la cuestión era que yo misma no me quería.

Mi vida artística me salvaba, porque trabajaba mucho y disfrutaba del éxito y el cariño del público, sin embargo, mi vida personal no estaba bien, así que decidí dar un cambio, un giro en mi vida que me permitiese reencontrarme conmigo misma.

Un camino que suponemos no habrá sido fácil y que le habrá deparado momentos buenos y momentos malos ¿Cómo se fue realizando ese cambio?

A nivel personal me han ayudado muchas terapias alternativas como el Reiki, trabajando una energía que todos tenemos y que, si sabemos encontrarla, puede sanarnos, hacernos sentir mejor, o el Hemi-Sync, que es la sincronización de los hemisferios del cerebro mediante una frecuencia, también conocida como sincronización de ondas cerebrales. Terapias que entraron en mi vida para ayudarme mucho y que hoy en día las sigo utilizando.

“Aunque parezca que no hay salida, siempre la hay”

Tras ganar un premio ondas, dos premios de la Música, estar nominada en varias ocasiones en los Grammys latinos, tras cientos de conciertos a sus espaldas y actuaciones en Londres, Nueva York, Miami, Washington y un sinfín de lugares más ¿necesitaba Diana Navarro un cambio también en el terreno

artístico?

Una cosa me llevó a la otra, en 2011 publiqué mi trabajo “Flamenco”, que también supuso para mí una catarsis, necesitaba en ese momento, poder romperme cantando, volver a mi origen. Aunque yo lo doy todo con todos los géneros, con el flamenco me entrego mucho más. Luego llegaron “Género Chica” (2012), una revisión de la zarzuela y “La Esencia” (2013) un recopilatorio de grandes temas, que me sirvieron para seguir creciendo también en mi carrera y tomarme un tiempo que realmente necesitaba.

Tras varios años sin publicar, llegó en 2016 el disco “Resiliencia” que supuso la superación de Diana Navarro, su reencuentro consigo misma, su aceptación. El vocablo que da título a su disco era entonces una palabra casi desconocida, sin embargo, hoy es un término muy presente en nuestra vida. ¿Qué significa

resiliencia para Diana?

Todo ese camino que inicié en 2010, toda esa catarsis personal me llevó, seis años después a “Resiliencia”, una palabra que me encontré en esa época y que me puso en ese nuevo camino de crecimiento personal. Ese disco supuso mi aceptación, superar una fase complicada para quererme tal y como soy, fue el momento en que, por decirlo de algún modo, aprendí a quererme y me casé conmigo misma. Y después de todo lo bueno que le trajo ese disco, llegó “Inesperado” (2019), un trabajo muy importante para la artista, a nivel creativo y a nivel personal. La gira correspondiente se vio interrumpida por la pandemia, aunque poco a poco, van saliendo de nuevo fechas para próximos conciertos y nuevos encuentros con su público. ¿Fue “Inesperado” un broche a todo ese cambio?

Fue un momento muy bonito, porque al final todos los procesos de cambio personal son maravillosos, pues son cambios a mejor, aunque parezca que no hay salida, siempre la hay. Este trabajo fue muy especial para mí, llegó en una etapa muy especial e importante de mi vida, en un momento en el que ya me había casado con el amor de mi vida, con un granadino que me ha dado mucho.

Aunque esta terrible pandemia nos hizo tener que transformar la gira, hemos decidido sacar la parte positiva, ahora solo canto con piano y guitarra, hago un recorrido por toda mi carrera musical y aunque se echa de menos a toda la banda, con los aforos tan reducidos que hay ahora, por temas de seguridad sanitaria, es una manera más fácil, íntima y bonita de llegar a más gente.

Precisamente en su último disco ”Inesperado” hay fusión de Copla, Flamenco y Zarzuela con estilos tan dispares como el Pop Sinfónico o la Electrónica, pero lo que ha levantado alguna crítica de los más puristas ha sido la versión Trap que ha realizado de Encrucijada de Marifé de Triana ¿Cómo afronta esas críticas?

Aunque la gente piense que me he vuelto loca mezclando a Marifé de Triana con el Trap, yo siempre intento hacer las cosas con mucho respeto y con un sentido. Cuando veo que mis sobrinos, que son los integrantes más jóvenes de mi familia, escuchan trap con esas letras que horrorizan a cualquiera, pues la verdad es que me causa tristeza, me hacen entrar en cortocircuito. Muchas veces pensaba en hacer trap con letras poéticas que pudieran llegar a la gente, a los más jóvenes, hacer su música pero con letras trabajadas.

Imitando a Marifé de Triana en “Tu cara me suena” (2017), se me ocurrió la idea de versionar una copla suya con una base trapera, de ahí surgió “La encrucijada”. En la copla, en general, se habla de homosexualidad, de prostitución, de rupturas, de amores, con textos creados de una forma que solo grandes como Rafael de León podían escribir.

Así que con el objetivo de hacer las cosas bien, realicé un curso de composición con los nuevos productores de trap y aprendí mucho con ellos. Me enseñaron a ver estos temas como si de una broma se tratase, como un juego, como una ficción. Así que ¿por qué no aprovechar este estilo tan bailable, tan chulo para combinarlo con letras poéticas y con toda la riqueza del castellano?

Suena casi a encrucijada personal también ¿lo ha vivido asi?

Claro, la encrucijada era matar dos pájaros de un tiro, volver a recuperar la copla, algo que para mí es una cruzada personal para que ese género no se pierda, y hacer que mis sobrinos y la gente de su generación, pudieran disfrutar de esta música, pero, usando su lenguaje, más chula, más moderna, bien hecha y con una letra poética.

En otras épocas, hubo artistas que se atrevieron a llegar donde nadie había osado, ahí está el caso de Rocío Jurado que cantaba en “Lo siento mi amor” frases tremendas, como esa que decía: “hace tiempo que no siento nada al hacerlo contigo”. ¿Se puede ser más transgresora? ¿Más feminista que esa mujer, cuando aparecía en los años 80 con ese escotazo? Aunque algunos se escandalizaron, eso era poesía, y lo decía espectacularmente bonito.

¿Se inspiró en la reina del trap, en Rosalia?

No, la verdad es que no, a mi Rosalía me parece un portento, la respeto muchísimo y me parece un magnífico ejemplo de que, con cariño, talento y una buena producción, un artista español puede comerse el mundo y ser una estrella internacional. Ya lo son también otros artistas a los que yo admiro y quiero mucho como son Alejandro Sanz y Pablo Alborán. Para este tema de “Encrucijada” me inspiré en dos pedazos de artistas y de mujeres como son la Mala Rodríguez y Beatriz Luengo.

Antes ha mencionado un programa de televisión del que se recuerda bastante su participación. En “Tu cara me suena” Diana Navarro tuvo que interpretar temas y artistas tan dispares como Marifé de Triana, Pastora Soler, Aretha Franklin, Lana del Rey, Maria Callas o el mismísimo Antonio Molina. Conforme avanzaba la edición, la artista fue creciendo y desplegándose hasta comerse el escenario cada vez que lo pisaba. ¿Cómo recuerda esa experiencia?

Fue una locura maravillosa que me llevo en mi corazón. Detrás de lo que los espectadores veían cada noche desde sus casas, hay muchísimo trabajo de muchísima gente. En mi caso fueron seis meses de desplazamientos, los domingos por la noche volaba de Granada a Barcelona, se trabajaba en el programa de lunes a miércoles, luego los jueves y viernes a Madrid o Málaga a trabajar el siguiente tema con logopedas, después los viernes o sábados me volvía a Granada y el domingo por la noche comenzaba otra vez la ruta y así durante medio año. Gracias a las logopedas, pude trabajar tesituras muy dispares sin hacerme daño, Tina Charles que era muy aguda, María Dolores Pradera que era más grave, Mónica Naranjo, Maria Callas, Pastora Soler, Aretha Franklin y así hasta 20 personajes maravillosos.

Sus colaboraciones musicales también son muy extensas y variadas, Vanessa Martin, Pablo Alborán, Cómplices, David de María, María Dolores Pradera y Armando Manzanero. Sorprende, sin embargo, sus trabajos con Mago de Oz y resulta realmente bellísimo uno de los temas que canta junto al grupo gallego Luar Na Lubre “Romeiro Ao Lonxe” donde su voz es portentosamente hermosa cantando en galego. ¿Con quién le ha hecho especial ilusión cantar? A mí los retos me ilusionan y me motivan, de ahí salen temas muy especiales y preciosos. Ahora acabo de grabar con Enrique Ramil “El Perdón” y me ha encantado. Soy muy afortunada por haber tenido la suerte de haber podido cantar con todos esos grandísimos artistas y con otros como Antonio Orozco y Mariola Cantarero.

En noviembre Diana comienza un nuevo proyecto que le llena de ilusión, relacionado con el teatro: va a interpretar a Doña Concha Piquer en la obra “En tierra extraña”, escrita y dirigida por Juan Carlos Rubio. Estará en escena con dos grandes actores como son Alejandro Vera y Avelino Piedad.

Y es que, además de cantante, Diana estudió un Master de interpretación para Cine y Televisión y ya ha participado en algunos proyectos cinematográficos, como “Yocasta” (2012), “Las pesadillas de Alberto Soto” (2017), “Padre no hay más que uno” (2019) y “Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra” (2020). ¿Sigue evitando definirse también como actriz?

Yo soy una persona muy trabajadora y los retos que se me ponen delante los afronto con mucha disciplina. Mi trabajo en “Yocasta” lo preparé con especial ilusión, pero para mí una actriz es Concha Velasco, Lola Herrera, entre otras y un actor es Antonio Banderas… Yo sé que puedo hacerlo bien, pero me da pudor por la admiración que le tengo a los actores y actrices de verdad. Después de este próximo proyecto, en el teatro, posiblemente ya se me quitará ese pudor de considerarme actriz. Al final será el público el que decida si soy buena o no, pero ya no me dará vergüenza decir que soy actriz.

Ya está acostumbrada a actuar ante el gran público desde un escenario, ese es un camino que usted ya ha recorrido ¿le produce vértigo enfrentarse a este

nuevo reto del teatro?

Yo intento comparar las películas con los discos y el teatro con los conciertos. En un teatro o en un concierto, cuando estás ante el público estás sola ante el peligro, así que, aunque siempre hay nervios, estoy muy confiada y estoy trabajando muy duro para que salga bien.

La vida de un artista lleva detrás un trabajo muy duro y constante, no todo son luces, brillos y glamour ¿Cómo lo ha llevado Diana Navarro?

Siempre digo que en “Resiliencia” (2016), me casé conmigo misma, me casé con la artista. Digamos que la persona y la artista se pusieron de acuerdo, la artista salvó a la persona por esos aplausos del público, por cantar, por liberarme. Porque, efectivamente, no todo es alegría, hay muchos sacrificios detrás.

Yo ahora he crecido como persona y eso me permite equivocarme, saber que tengo que tener tiempo para mí, para los míos, para salir, hacer deporte, comer y disfrutar. Hubo un momento en que llegué a pesar 80 kilos, me gustaba mucho comer y no hacía deporte, yo me sentía bien, segura, pero por cuestiones de imagen, decidí empezar a adelgazar.

Hace 16 años no se llevaban para nada las caderas, eso era un problema y con 24 años la personalidad aún no está fuerte, así que fue duro.

¿Sigue condicionando hoy en día la imagen del artista?

La imagen es importante, pero no lo es todo. Afortunadamente en todo este tiempo, hemos avanzado bastante, se ha fomentado mucho la autoestima personal, la diversidad, cada vez se trabaja más el respeto al cuerpo, sea el que sea. Es cierto que las niñas salen más y se muestran mucho más a través de las redes sociales, pero con la diferencia de que si hay celulitis, pues no pasa nada, ¿cómo no va a haber celulitis? Aunque no lo parezca, se está aprendiendo a respetar la realidad y la normalidad. Sin embargo, en la época en la que yo salí no era así.

A eso le añades que muchas veces te rodeas de gente que gestiona tu carrera, que saben cual es tu talón de Aquiles y se aprovechan, abusan de ti, literalmente, provocando que al final todo sea como un cóctel molotov. De todo se aprende y a mí esto me ha hecho muy fuerte. De hecho, ahora estoy en mi mejor momento.

¿Hay gente que busca sacar provecho del talento de los demás?

Todos los cantantes, tanto mujeres como hombres, tienen puntos débiles que nos hacen vulnerables, que son aprovechados para dispararnos. Posiblemente las mujeres, por mi experiencia personal, quizá lo sufran más. En cierto modo, una parte de la industria está construida para engañarte, aunque suene fuerte, es así. Afortunadamente cada vez menos, porque la gente ya está más preparada y es más fuerte mentalmente, con mayor autoestima, con muchas herramientas, lo que hace que no sean un blanco fácil.

Siempre me acuerdo de la frase de Mónica Naranjo, que dijo a los concursantes en una edición del programa Operación Triunfo: “cuando salgáis buscaros un buen abogado”, a lo que yo añadiría, un buen psicólogo que te arme de realidad y que te enseñe a quererte mucho. Siempre hay que ser realista, hay que estudiar, aprender y esforzarse siempre, pero por encima de todo, hay que quererse mucho.

Hay artistas que no consiguen estar cómodos en el mundo de las redes sociales, no les gusta, pero entienden que es el peaje que hay que pagar para poder trabajar en lo suyo, para poder seguir adelante, pues ahora todo se mide en función del número de visualizaciones, de reproducciones o de followers ¿Qué

tal se lleva con las Redes Sociales?

Reconozco que soy de una generación a la que le cuesta desenvolverse con soltura. No me paro a pensar mucho, yo soy de publicar cosas que me salen muy espontáneamente, orgánicas, aunque reconozco que son herramientas muy importantes para nuestro trabajo, por tanto, me tengo que llevar bien con las redes sociales. Me tengo que poner las pilas en esto, pero es que entre cantar, componer y estudiar, pues la verdad que no me queda mucho tiempo, así que intento subir cosas que creo que son interesantes, sobre todo de mi trabajo. Su voz es su auténtica joya, al igual que su familia, pero ¿A qué joyas le tiene

especial aprecio?

Le tengo mucho cariño a una pulsera de oro que me regaló mi madre, en mi boda. Tiene dos medallas, con los horóscopos de ella y de mi padre. Y me encanta, es muy especial para mí. Lo mismo que un reloj de oro Omega que me regaló mi cuñada, también para la boda, que perteneció a mi suegra Y el mundo de la joyería me gusta mucho, cada vez más, para cantar y lucir muy espectacular me apasionan los corales, cuanto más grandes mejor, también los aros de oro, aunque también me gustan las cosas más finas, una gargantilla bonita, por ejemplo.

Al igual que Miguel Muñoz Joyeros, sabemos que colabora con el Banco de Alimentos. ¿Hay otras organizaciones con las que colabora?

Es muy importante la labor social que realizan todas y cada una de estas organizaciones, además del Banco de Alimentos colaboro con la Fundación Cudeca, que ofrece atención especializada a personas con cáncer y otras enfermedades en estado avanzado, y apoyo a sus familias de forma completamente gratuita. Podría mencionar a muchas, pero siempre que puedo colaboro también con Las Hermanas Filipenses, en Málaga, también con Cáritas y con Niños con Alma. Todo lo que podamos ayudar para ellos es mucho.

Diana Navarro es una malagueña granadina, residente en la ciudad de Morente y Lorca, dos de los maestros que han sido fuente de inspiración para ella, dos andaluces universales y granadinos ¿Qué hay de Granada en Diana Navarro?

Granada está muy presente en mi vida. Granada me lleva llamando desde el 2005, cuando empecé con mi primer gran éxito “Sola” que es una medio granaína. Antes de ser una artista conocida, allá por 1997, yo solía venir a la Peña de la Platería con la Casa de Álora para cantar copla. Después en 2011 antes de sacar el disco de “Flamenco”, yo quería examinarme de flamenco con mi adorado Antonio Campos, un granadino que para mí es el mejor cantaor del mundo mundial, y con José Antonio Suárez Cano en la Peña la Platería. Les pedí que me dieran su aprobación

y me examiné de flamenco con ellos cantándoles todo mi disco, una experiencia maravillosa cantarles a ellos los temas antes de que saliese al mercado, fue precioso. Y el broche de oro de mi unión con Granada lo puso en 2013 un granadino que fue el que me trajo aquí para siempre. Así que de Granada solo tengo palabras de amor.

¿Algún rincón especial de Granada?

El Parador de Granada, la Alhambra, el Mirador de San Nicolás, la Plaza de la Trinidad. Granada es que me encanta. Irme a tomar un cuscús a los Arrayanes o tomarme una tapita en La Tana, eso es un regalo del cielo. Vivir en Granada es como estar de vacaciones, siempre se disfruta. A veces vivimos en unos sitios de los que no somos conscientes de la categoría que tienen.

“De Granada solo tengo palabras de amor”

Categoría es tener a esta gran artista como vecina de Granada, que sea por muchos años y que siempre nos permita ver esa sonrisa tan suya por nuestras calles y escuchar esa voz en los escenarios de todo el mundo. Diana Navarro, desde MMU Magazine le deseamos mucha suerte y muchos éxitos en su vida personal y artística. •

Colaboración Especial:

Localización: Parador de Granada Vestuario: VO (Versión Original) Zapatos: Calzados Sierra Joyas: Miguel Muñoz Joyeros Fotografía: Iuliana Dragoi

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