ESTE RETIRO FORZADO

Por el P. Bob Dueweke, O.S.A.

El mundo entero está en un retiro espiritual. Esto no es un retiro ordinario; es un retiro “forzado” nos guste o no. La propagación del coronavirus ha transformado a todas las sociedades de adentro hacia afuera. La obligación de refugiarse en los hogares, mantener el distanciamiento social y ponerse las mascarillas es la nueva normalidad. Los negocios, las escuelas y los lugares de culto están cerrados. Algunos están reabriendo, sin embargo, hay temores de un resurgimiento. Este retiro forzado es "espiritual" en el sentido de que cuestionamos nuestros "espíritus" o nuestros valores más profundos. Tenemos la oportunidad de examinar nuestras relaciones primordiales con nosotros mismos, con los demás, con Dios y con el planeta Tierra. Nuestros espíritus están reflejando lo que más importa en estas relaciones.

Como personas de fe, ¿cómo enfrentamos los desafíos de las relaciones que se han alterado debido a la pandemia actual? ¿Cómo leemos las señales de los tiempos, los indicadores de la presencia de Dios irrumpiendo en la historia humana? Una vez que entendamos esas señales, ¿cómo responderemos y contra qué criterios? Estas son preguntas difíciles porque tenemos la libertad de aceptar o ignorar los desafíos.

Si tenemos que soportar esta alocada pandemia, el primer paso en cualquier retiro es tener una comprensión clara de nuestra situación. ¿Cuáles, preguntamos, son las señales? Si se da tiempo al silencio y a la conversación, entonces la niebla de suposiciones y malentendidos se puede alejar. Las ilusiones de progreso y grandeza se pueden identificar y verificar. Algo que la pandemia ha hecho fue el exponer las grietas en las estructuras económicas y políticas. Descubrimos que la desigualdad y el racismo son los verdaderos virus que brotan de la economía injusta y la ceguera política. Somos capaces de ver los efectos de la injusticia: • Desempleo y atención sanitaria inadecuada • Hambre y violencia • Auge del autoritarismo y el populismo • Violaciones de los derechos humanos • Difusión de información falsa

Para complicar las cosas, experimentamos los efectos de la perturbación climática. La ciencia es clara sobre el impacto de la actividad humana y la quema de combustibles fósiles. La Tierra se está volviendo menos habitable y demasiado caliente para la especie humana. Por primera vez, el permafrost en Siberia se está derritiendo en temperaturas superiores a los 100 grados Fahrenheit.

Los bosques se destruyen a un ritmo tremendo. El hábitat de la vida silvestre se reduce creando condiciones para un mayor contacto con los humanos. Los virus animales se controlan en condiciones normales y con amplia tierra y espacio. Una vez que estas tierras desaparecen y la vida silvestre se “ajusta” junto a los espacios de la civilización, estos virus tienen el potencial de “dispararse” en la biología humana; este proceso se llama “transmisión zoonótica.” El COVID-19 es el resultado de tal transmisión de los murciélagos salvajes. La actual pandemia es un resultado directo de la actividad humana. La pregunta es ¿vamos a cambiar?

Un nuevo problema está surgiendo en la sociedad estadounidense que no se ha visto antes. La policía federal anónima está operando con una brutalidad, común bajo dictaduras, contra manifestantes pacíficos en Portland, Oregon. Un veterano de la Armada, que se encontraba cerca como un observador neutral, fue golpeado en la espalda y abandonado con una mano rota por agentes federales sin ninguna razón. Se dijo que actuaron como una "pandilla con porras" mientras se dirigían hacia el grupo de manifestantes. Trump planea enviar más policías federales a "ciudades liberales", como la ciudad de Nueva York, Chicago y Detroit, tal parece que los cimientos de la democracia se están agrietando. ¿Cómo debemos, como comunidades de fe, responder a las nuevas ideas de este retiro forzado? Mientras tanto, el Papa Francisco, a través de su escritura y predicación, ha estado guiando al mundo entero en un retiro. La encíclica Laudato Si afirma que la creación material es buena y que todo está interconectado. Lo que tenemos que hacer es leer, estudiar y orar sobre este documento.

Los pasos concretos para realizar el asesoramiento del Laudato Si (#167-169) se encuentran en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, aprobados por 193 naciones en 2015. Estos objetivos pueden servir como un examen global de la conciencia acerca de dónde estamos y lo que debemos hacer para crear un mundo más saludable, mejor y más hermoso.

Un virus microscópico nos revela cómo todo, incluyendo la injusticia, está conectado. Este retiro nos da opciones concretas, especialmente el programa descrito en Laudato Si.

Nuestra respuesta es aceptar o rechazar la invitación a cambiar nuestros estilos de vida. El planeta no puede sostener la dirección en la que nos dirigimos. Pero no todo está perdido. Tenemos opciones. ¡Lea y ore sobre el Laudato Si!