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[New] Página del lector
Estimados Misioneros de Guadalupe:
Con nuestros deseo de paz y amor, les escribo para compartir un poco sobre la vida de mi hermana, la señorita Irene G.C., quien fue llamada a la Casa del Padre el 2 de marzo de 2020.
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Mi “flaca”, como le decíamos de cariño, fue su Madrina desde 1990 hasta la fecha, porque, a pesar de su partida, me dejó el legado de seguir apoyando con una beca completa para la formación de los sacerdotes Misioneros de Guadalupe.
Desde pequeña, en su camino estaba seguir la Palabra de Nuestro Señor, ya que perteneció al Colegio del Verbo Encarnado, y en su adultez, siguió predicando el amor de Dios, siendo Ministro Extraordinario de la Sagrada Comunión, la cual llevaba a los hospitales y asilos de la ciudad de Puebla.
Mi flaca, a sus 80 años y padeciendo dificultades de salud, seguía manifestando su testimonio de fe y amor en sus actividades diarias, como acudir a misa y llevar la comunión, las cuales atendía con mucho amor y un respeto ejemplar, dedicándoles lo mejor de sí; por supuesto, en sus oraciones incluía a los Misioneros de Guadalupe.
Se quedó en nuestro corazón, dejando un gran vacío que jamás podremos llenar.
Le agradezco a Dios por permitirme tener a mi flaca por muchos años, inculcándome muy buenos valores con amor y fe.
Toda la familia la recordamos con mucho amor. Atte. Cándido G.C.
¡Este espacio es suyo! Cuéntenos brevemente sus experiencias de fe y ayuda a las Misiones, y aquí las compartiremos. Contáctenos a través de los medios de la contraportada de la revista o al correo: difusion@revistaalmas.com.mx
