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Por las víctimas de abusos

P. Francisco Trujillo Zepeda, mg ▶ Subdirector de la Dirección Corporativa mg

Oremos por los que sufren a causa del mal recibido por parte de los miembros de la comunidad eclesial: para que encuentren en la misma Iglesia una respuesta concreta a su dolor y sufrimiento.

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La comunidad eclesial debe ser el lugar del encuentro con Dios y con el hermano. Es ahí donde buscamos encarnar la presencia de Dios en nuestra realidad. Sin embargo, nos encontramos con situaciones que contradicen todo esto. Recordemos que somos seres humanos quienes conformamos la Iglesia y somos falibles, cometemos errores, pecamos. ¿Cuántas veces no hemos escuchado: “yo me alejé de la Iglesia porque fulano me hizo esto”? El Santo Padre nos invita a orar por quienes han sufrido un mal por parte de la comunidad eclesial, y nos recuerda, como dice la carta a los Gálatas: “no nos cansemos de hacer el bien, porque, si no desfallecemos, cosecharemos los frutos a su debido tiempo. Por tanto, mientras tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos, de modo especial a los hermanos en la fe” (Gal 6, 9-10).

Pidamos a Dios que nos dé la fuerza para ayudar a nuestros hermanos que han sido lastimados en el trato eclesial, y busquemos, con nuestras acciones, atraerlos de nueva cuenta a la familia que todos formamos.

Padrinos y Madrinas, los invitamos a escuchar esta reflexión en voz del P. Trujillo escaneando el siguiente código.

Ejemplar gratuito. Prohibida su venta. Año LXXIV • Núm. 879 Marzo 2023

DIRECTORIO

Director: Sergio A. Martínez Sánchez Diseño editorial: Lourdes Reyes Esquivel Redacción: Cynthia F. García García El Instituto de Santa María de Guadalupe para las Misiones Extranjeras fue fundado en 1949 por el Episcopado Mexicano y la Pontificia Unión Misional del Clero para formar y enviar misioneros a los países no cristianos que le señale el Santo Padre. El Papa Pío XII aprobó sus Constituciones. El Primer Superior General fue Mons. Alonso M. Escalante. El Instituto es sostenido por los católicos mexicanos.

Almas es editada por Editora Escalante, sa de cv, Córdoba 17, pb, local 1, Col. Roma, Alc. Cuauhtémoc, cp 06700, cdmx; editor responsable: P. Juan Francisco Torres Ibarra, mg. Distribuida por Misioneros de Guadalupe, ar, Cantera 29, Col. Tlalpan, Alc. Tlalpan, cp 14000, cdmx Certificado de Licitud de Título y Contenido Núm. 16831. Impresa en Reproducciones Fotomecánicas, sa de cv, Duraznos 1, esquina Ejido, Col. Las Peritas Tepepan, Alc. Xochimilco, cp 16010, cdmx Tel. 5334 1750. Registro Postal Publicaciones Núm. PP09-0298 autorizado por Sepomex.

Sitio web: www.misionerosdeguadalupe.org/almas/ f/misionerosdeguadalupe t@misionerosmg

Línea Misionera: 800 00 58 100 marzo 2023

En diversas partes del mundo hay muchas personas que sufren por el abandono, el despojo y la discriminación, así como por los abusos.

Unámonos en oración y también, como cristianos católicos, acojamos a las personas que sufren toda clase de tribulación; que seamos mensajeros de amor y misericordia en un mundo lleno de injusticias y desigualdades.

En este tiempo de Cuaresma, ofrezcamos nuestra oración, ayuno y generosidad; les pedimos que nos envíen sus intenciones y peticiones de oración, ya que en nuestras Eucaristías pediremos por todos ustedes y sus familiares, así como por todos los que han sufrido abusos de cualquier índole.

Los invitamos a ser misioneros del amor y misericordia en su casa, trabajo y escuela; la tarea evangelizadora es de cada uno de nosotros.

Seamos misioneros evangelizadores e invitemos a más personas para que se sumen como Padrinos y Madrinas de Misioneros de Guadalupe.

“Con María de las misiones, Misioneros de Guadalupe”

Me es grato platicarles sobre mis papás, Alfredo C.G. y Ma. Lourdes C., un matrimonio ejemplar que estuvo siempre apoyado por su gran fe en la santísima Virgen de Guadalupe y en Nuestro Señor Jesucristo.

Mi papá nació el 23 de diciembre de 1925, en la Unión de Guadalupe, Jalisco, y mi mamá, originaria de Puebla, nació el 25 de julio de 1926. Se conocieron en Guadalajara y se casaron el 1 de mayo de 1952; de esta unión nacimos 8 hermanos, 5 mujeres y 3 hombres. Mis papás trabajaron duro para darnos educación y, al mismo tiempo, ayudaron a sus padres y hermanos.

Mi mamá fue la primera en colaborar con la obra misionera (durante 40 años), además, perteneció a grupos de oración e impartía clases de Biblia junto con mi papá. Se caracterizó por ser muy compasiva y positiva, ayudando a quien se acercara; nos dio ejemplo de gratitud a Dios. Falleció con mucha serenidad a sus 84 años. Mi papá falleció el 24 de enero de 2022, a sus 97 años; fue contador público, además de buen proveedor, padre y esposo amoroso, siempre apoyó la obra misionera y a mi mamá en sus grupos de oración; ambos tenían un apostolado en el templo de San Jorge Mártir, donde descansan sus restos. Llegaron a cumplir sus bodas de oro matrimoniales. Ambos nos inculcaron el rezo del rosario en familia. Hoy, mis hermanos y yo continuamos apoyando a los Misioneros de Guadalupe. Muchas gracias y que Dios los bendiga.

Atte. Patricia C.C.

Cuéntenos sus testimonios de fe y ayuda a las Misiones. Escríbanos a: difusion@revistaalmas.com.mx

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