Prospectiva en América Latina, Evolución y Desafíos

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Emilio García Capote y Irene Lezcano Lastre

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mentos que en este plano compartimos, y no enfatizar aquello en que pudiera no haber una coincidencia parcial o, eventualmente, total; En esta esfera, habrá que distinguir al menos entre los ideales referentes al estado final y los ideales referentes a las vías y medios a aplicar para construir ese estado final.17 Por ejemplo, para Juárez “… la tendencia natural a mejorar la condición o el libre desarrollo de las facultades físicas y morales” era una definición de socialismo y esa tendencia resultaba en un estado de la sociedad en que se retribuiría “a cada cual, según su capacidad y a cada capacidad según sus obras y su educación. Así no habrá clases privilegiadas ni preferencias injustas.”;18 Es muy probable que, en cuanto a los rasgos definitorios, un escenario tal pueda ser sostenido como un ideal por un conjunto numeroso de actores sociales, aunque sobre las vías y medios para acceder a ese estado “final” habría todavía una diversidad considerable de opiniones – y hasta una dispersión en sentido estadístico; Para lograr un avance del enfoque prospectivo habrá que proceder entonces a lo que, sin temor a malas interpretaciones, podemos denominar una compatibilización de ideales, sin renuncia a principios y sin pretensiones de hegemonía; Hay que colegiar de manera taxativa las áreas de prioridad máxima para el futuro en el espacio socioeconómico en que nos moveremos. Es evidente que hay “áreas claves” decisivas para la posibilidad de construir futuros productivos con equidad. La salud pública, la educación, la energía, el ambiente natural, los sistemas agrarios, el porvenir de las culturas autóctonas, la soberanía de los estados nacionales, son esferas que se evocan al respecto, y en las que la ciencia y la tecnología se entreveran con una gran variedad de factores y sería necesario reafirmarlas – estas áreas y probablemente otras más – como referencia estable para la concentración de recursos integrados en los esfuerzos prospectivistas;

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Final, naturalmente, solo en el sentido del horizonte temporal convencionalmente acordado para un ejercicio dado, ya que, como señala Salvador López Arnal comentando el pensamiento del filósofo español Manuel Sacristán, no hay un Día del Juicio Final, la sociedad no termina(rá) jamás de transformarse (López Arnal, 2007).

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Citado en Hart, 2006. Armando Hart, nacido en 1930, jurista, ministro de Educación (19591965), ministro de Cultura (1976-1997), es una de las más importantes figuras políticas cubanas de la segunda mitad del siglo XX. Ha publicado diversos libros y ensayos, entre los que deben citarse Cambiar las reglas del juego, 1983; Hacia una dimensión cultural del desarrollo, 1996, y Marx, Engels y la condición humana, 2005.


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