el número de estudiantes, decidieron presentar el proyecto a las autoridades municipales de Yokohama (Kanagawa), quienes entendieron la necesidad de los niños extranjeros de reunirse y que tengan un lugar en donde puedan compartir sus problemas y fortalecer su identidad, es así como les permiten utilizar un espacio dentro del colegio primario público Negishi Shogakko, en el distrito de Isogo; desde entonces vienen trabajando en dos ambientes de este centro, el único requisito es el cumplimiento de las normas pero, como nos cuenta Patricia, ha sido un trabajo duro pero se han ganado el respeto de la dirección del plantel y de las autoridades respetándolas: “El apoyo de las autoridades ha sido importante, tenemos un lugar adecuado para trabajar, no pagamos servicios de ningún tipo y ese apoyo cabe resaltarlo, el compromiso de padres y de los alumnos es básicamente mantener y cuidar la limpieza y el orden del local”, afirma.
que los apoyan, la escuela no es un negocio. Hay niños de varias nacionalidades, peruanos, colombianos, bolivianos, dominicanos y también japoneses; según sus padres es una oportunidad de que el niño aprenda otro idioma y conozca otras culturas. Participan niños desde los 2 años, en lo que es el prekinder, hay un grupo de 5 y 6 años, con los que se trabaja a profundidad el tema de lecto-escritura, grupos de primaria y secundaria que tienen como guía los materiales del PEAD (Educación a distancia). El Colegio Hispano de Yokohama no reemplaza a la escuela japonesa, es un apoyo, un lugar en donde se les enseña español, se les da clases de refuerzo en japonés y en los cursos del PEAD, hay talleres de danza folclórica, entre otros; es un espacio en el que junto a otros niños pueden compartir sus problemas y experiencias, en donde de manera divertida y amena aprenden a conocer y entender la cultura de sus padres.
Metodología entretenida
Los maestros no son docentes egresados de una universidad, por lo general son los mismos padres que colaboran en la educación de sus hijos; conversamos con alguno de ellos y nos comentan que los niños no han sido los únicos que han salido beneficiados, ellos como padres y adultos han encontrado una forma de sentirse útiles, reconocidos y aceptados. Preparar las clases, capacitarse, investigar, leer, aprender son algunas de las cosas que han ido ganando en estos meses en los que vienen apoyando la escuela. La Embajada del Perú ha donado textos de todos los grados y una computadora que servirá para acceder a mejores y nuevos contenidos en las clases, apoyo que agradecen.
Las clases son sólo los días sábados a partir de las 10 de la mañana, dependiendo de las actividades y el grupo, algunas de ellas se extienden hasta las 3 de la tarde. Actualmente el CHY cuenta con unos 25 alumnos, la mitad de los que hasta hace unos meses asistían debido a la crisis, a pesar de que en algunos casos se les exoneraba del pago de la mensualidad. Son 3 sábados al mes que tienen un costo de 3,500 yenes mensuales y una matrícula anual de 5,000 yenes; Patricia nos afirma que para los maestros y personas
En mi escuela tengo amigos, pero aquí es diferente; siento que todos nos queremos, hay bromas y risas pero no se burlan, a la mayoría nos han molestado por ser diferentes (extranjeros) pero aquí somos iguales y lo mejor es que ahora hablo más español 56
Enero 2010
La voz de los más chicos Nos acercamos a preguntarles a los alumnos para saber si les gusta la escuela latina, todos me respondían que sí, algunos afirmaron que era mejor que su colegio japonés, nos alegraba ver cómo se comunicaban y conversaban en español. Una de las alumnas más grandes nos dijo: “En mi escuela tengo amigos, pero aquí es diferente; siento que
todos nos queremos, hay bromas y risas pero no se burlan, a la mayoría nos han molestado por ser diferentes (extranjeros) pero aquí somos iguales y lo mejor es que ahora hablo más español”. Algunos padres que acompañaban a sus hijos comentaron que desde que asisten al CHY sus niños son más desenvueltos, antes tenían miedo de expresarse y decir lo que pensaban, pero ahora no, lo más importante es que tienen una mejor comunicación entre ellos. Los padres también pueden estudiar japonés Por la tarde en un ambiente contiguo, voluntarios nipones llegan a dictar clases de japonés a los padres, al mismo tiempo que los maestros y colaboradores del CHY dictan clases de español para un grupo; es interesante ver como el tiempo puede aprovecharse al máximo en este centro, no sólo aprenden los hijos sino los padres tienen la posibilidad de practicar e ir aprendiendo japonés.
Puertas abiertas Actualmente los alumnos están de descanso por obras de infraestructura que se vienen realizando en el local, en marzo se reiniciarán las clases y la directora del Colegio Hispano de Yokohama hacen una invitación: “Durante todo el mes de marzo pueden venir de manera gratuita a participar de las clases, para que observen y conozcan nuestro trabajo”. La matrícula es a partir de Abril, para mayores informes pueden escribir al mail patriciafloresakimoto@hotmail.com o llamar al 090-8316-9002 (Después de las 6:00 pm) Fabiola Oshiro Mercado Latino