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EL VALOR DE LA HONESTIDAD EN LOS NEGOCIOS
La honestidad es un valor importante para crear valor a largo plazo en una empresa. Si eres una start-up, puedes no darte cuenta cuando estas prometiendo más de lo que realmente eres capaz de ofrecer, y no hablo necesariamente de fraude, sino de espectativas.
Para la mayoría de nosotros, es evidente que engañar para obtener un beneficio propio, aparte de ser un delito inmoral y estúpido, hace daño a la sociedad porque todos pierden. Aunque haya personas que no lo vean, es importante que haya muchas otras capaces de conseguir crear empresas con éxito de manera legal. Muchos lo arriesgan todo y se arruinan. Algunos lo consiguen, y con ello también se benefician el resto de personas que pagan sus gastos e hipotecas gracias a que trabajan para esas empresas. Quien asume riesgos y crea puestos de trabajo, merece una serie de privilegios mayores al que no lo hace. Su iniciativa hace que el mundo se mueva.
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Ser honesto al 100% requiere más esfuerzo y trabajo que si no lo eres, y por esta razón, contar siempre todas las verdades suele ser más complicado. Si detectas que estás evitando tener que ver a más clientes porque encuentras que algunos ya te contratan sin tener que contarles toda la realidad, entonces tienes un problema cuyo alcance es impredecible. Si te reconoces en alguna de las próximas situaciones, algo no está bien: Lo que nos interesa como sociedad, es crear negocios honestos, y esto es lo que tal vez nos está costando más. Se ha vivido durante mucho tiempo bajo la ley del mínimo esfuerzo y esto nos ha vendido la falsa realidad de que sin honestidad, se puede tener una buena vida. Ahora nos estamos dando cuenta que hay que ser muy honesto y trabajar mucho para sacar adelante nuestras vidas. Es normal que esto no le guste a nadie. Hay que parar de quejarse ya y darse cuenta de una cosa muy sencilla: las opciones la genera la honestidad y no la mentira.
Cuando estas iniciando tu start-up haces cualquier cosa para captar clientes. Tienes tantas ganas de vender, que no te das cuenta de cuando no estás siendo 100% honesto. En la mayoría de los casos, te llevas un baño de realidad cuando le comentas a tu director técnico lo que has prometido y te responde “tu flipas ” . Es entonces cuando te despiertas y te das cuenta que estas corriendo el riesgo de no salir demasiado bien de la historia con el cliente. Para no tener que pasar por esto, lleva a cabo estas prácticas:
Rechaza a un cliente cuando no le puedas dar buen servicio. Es importante decirle “ no ” si de antemano ya sabes que no podrás cumplir con sus expectativas. Rechazar un ingreso parece difícil pero en la mayoría de los casos, te puede ayudar a ganar reputación, algo que es dificil pagar.
Evitar una respuesta clara cuando te preguntan si tienes experiencia con el tema.
Prometer más de lo que realmente eres capaz de hacer para cerrar una venta.
Callarte cuando en realidad ya sabes que no vas a poder cumplir con lo acordado. No escondas las limitaciones de tu producto, porque esto no te hará ganar un cliente nuevo. La competencia probablemente no la hará y a corto plazo te lo robará. En la mayoría de los casos ellos cometen los mismos errores prometiendo más de lo son capaces de dar. La primera empresa defrauda contactará con aquellos para reclamar y no a ti. Si has cometido el error, trata de aportar soluciones: las gestiones de crisis se solucionan mejor cuando no hay excusas, no se esconde nada y se aborda el problema de manera inmediata. La “ cagada ” es un hecho en la mayoría de los casos así que no intentes echarle la culpa a nadie. Explica de manera transparente lo que ha ocurrido y trata de arreglar la situación. Piensa que todos aprendemos las lecciones de la vida con el tiempo. Ser honesto en las situaciones presentadas te hace perder un potencial cliente a corto plazo, pero generarás confianza para que con el tiempo, puedas hacer negocio con él.
Texto:Carlos Martinez L. Fotos: Promo

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