Semanario punto 305

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El argumento se refería a la Revolución Mexicana y, como era natural, se hacía destacar en ella, la vida de nuestros hombres del campo y la del aristocrático hijo de un hacendado de polendas, dado al vicio y a la perdición. No podría darle detalles de dicho argumento; pero, lo que sí puedo decirles es que Llamas de Rebelión fue sin lugar a dudas la película precursora del cine nacional en aquel año de gracia de 1919 año

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305 J ueves 06 / Febrero / 2014

Cine Silente Mexicano

Llamas de rebelión (1922) (segunda y última) Luis Recilla Enecoiz / foto Archivo

Junto a esos hombres lucía sus habilidades de artista Alfonso Labat que se unió más tarde a la compañía teatral de la tan mentada Josefina Noriega

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ale la pena retomar el escrito sobre la filmación de Llamas de rebelión en Toluca a principios del siglo XX. Se debe considerar que fue escrito varios lustros después del evento. De eso trata el siguiente breve escrito tomado de Estampas Toluqueñas de Ramón Pérez, Ediciones Gobierno del Estado de México, 1977, pp.161-163: Han transcurrido ya años, muchos años, el entrante nos dará el increíble número de Cincuenta. ¡Cómo pasa el tiempo! ¡Cómo pasa la vida! Muchos de los personajes que aquí vamos a mencionar han desaparecido ya del mundo de los vivos. Es casi seguro que muchos de los lectores ni lo recuerdan siquiera. Y sin embargo, el suceso tuvo lugar. Allá por el año de 1919, todavía en plena revolución, un joven toluqueño, lleno de inquietudes y permanentemente abierto a la vida, el desaparecido amigo q.e.p.d. Fernando Medina, perpetuo amante de las cosas del arte: música, pintura, tuvo la luminoso idea de financiar la elaboración de una película filmada totalmente en Toluca, con actores toluqueños y pagada centavo a centavo de sus propios recursos. El título de la cinta cinematográfica llevaba el nombre de Llamas de Rebelión. El argumento se refería a la Revolución Mexicana y, como era natural, se hacía destacar en ella, la vida de nuestros hombres del campo y la del aristocrático hijo de un hacendado de polendas, dado al vicio y a la perdición. No podría darle detalles de dicho argumento; pero, lo que sí puedo decirles es que Llamas de Rebelión fue sin lugar a dudas la película precursora del cine nacional en aquel año de gracia de 1919. Fernando Medina aparecía en su papel de galán joven, acompañado de la señorita Isabel Ordoñez, hermosa empleada de gobierno, que lucía con donaire y gentileza y con cierta ingenua sencillez tan apartada de la artificiosa actuación de nuestras primeras estrellas. Junto con Chabela Ordoñez aparecían igualmente las estimadas señoritas Carmen Gutiérrez y Josefina Zepeda que bien podían, por su esmerada actuación, estar al lado de tantas celebridades que llenan en la actualidad los sets de nuestros estudios vernáculos. Los hombres malos, los villanos de la cinta, montaban caballos muy hermosos, eran entre otros: Macario Álvarez, charro bien puesto en aquel entonces y don Jesús Bravo que quizá ni sea recordado con precisión por los

entonces asistentes a su representación. Junto a esos hombres lucía sus habilidades de artista Alfonso Labat que se unió más tarde a la compañía teatral de la tan mentada Josefina Noriega. El sastre Francisco Rodríguez también se improvisó artista junto con Eduardo González Pliego que por muchos años actuó como locutor en la X.E.Q. El fotógrafo del film fue Luis Santa María de la ciudad de México, autor además del argumento. Tomó parte igualmente Eduardo García Moreno, hermano del licenciado Roberto de los mismos apellidos. La cinta cinematográfica se desarrollaba en Zinacantepec, en la Hacienda de San Pedro, propiedad de la familia Medina, en la Villa Ferrat por el rumbo del paseo Colón, en la Hacienda de Atenco y en Metepec. Aquellas personas que asistieron a su exhibición recordarán seguramente la habilidad de Macario Álvarez y la estupenda fotografía en que Jesús Bravo, en una parte de la película daba una vuelta completa con el caballo, en caída aparatosa, en la que nada había de truco ni artificio. Llamas de Rebelión toda hecha por personas ajenas al arte profesional, recorrió casi todo el país. Se exhibió en Zitácuaro, Morelia, Zacatecas, Tampico, la ciudad de México y le produjo mucho dinero a un señor de apellido Martínez y que, aparte de recibir las ventajas del film, le cobró al bueno de Fernando Medina algo más de cinco mil pesos. Sobre su calidad artística nada podemos decir nosotros sobre el particular, colocados como estamos a tantos años de distancia y por no haber asistido a las funciones que se daban en aquel vetusto Teatro Edén ubicado en la hoy avenida Morelos en donde los señores Sánchez de la Ford acaban de levantar un suntuoso edificio. Según informes obtenidos, fue tanto el éxito que, noche a noche, es teatro estaba lleno de bote en bote y por no caber la gente que se presentaba, el empresario, para dar gusto a todos los que querían ver en la pantalla a las personas tan conocidas de los vecinos tuvo que repetirla en el Teatro Principal, hoy cine Rex. Fernando Medina, toluqueño ciento por ciento y uno de los hombres de corazón sencillo y ánima párvula, recibió en esa ocasión las felicitaciones más calurosas por ese gesto tan desinteresado y por su gran cariño a su ciudad natal. ¡Cuántas mujeres envidiaban la suerte de Chabela Ordoñez y cuántas otras no la censuraban por haberse

prestado a figurar como la dama joven al lado del señor Medina quien aparecía de galán joven, personaje de gran mundo, dueño de una hermosísima Villa, rodeado de otros jóvenes que jugaban al tenis y bebían espumoso champagne en compañía de elegantes damas. Con la ñoñería de algunos espectadores timoratos, hacía gran contraste el alboroto del pueblo que reía a mandíbula batiente en las escenas jocosas y se sobresaltaban cuando los revolucionarios Macario Álvarez, Alfonso Labat y Jesús Labastida asaltaban la diligencia que gentilmente había facilitado el conocido hacendado, don Antonio Barbabosa. Nada importa para nosotros saber la calidad de la película en cuestión: pero nos conformamos con saber que ya gastada y maltrecha la copia, según el saber de algunas personas, se apartaron muchas escenas de charros y se usaron más tarde en otras películas; lo que expresa que fue muy meritoria la labor de los artistas campiranos, auténticos charros de provincia. Fernando Medina q.e.p.d. el amigo de tantos años, el hombre bueno y cabal, con su cabellera blanca y su sonrisa juvenil, fue indudablemente, lo repetimos con orgullo toluqueño, el hombre que, sin escatimar dinero y esfuerzo debe ser considerado como el precursor del cine nacional, como lo fuera más tarde en su calidad de artista incomparable, Elena Valenzuela, por ejemplo, en su principal papel de “Santa” la famosa novela de don Federico Gamboa. Al escribir estas líneas, me siento verdaderamente emocionado, al estar recordando nombres de los vivos y de los muertos que, con entusiasmo y calidad en el trabajo y venciendo prejuicios, figuraron en ese film toluqueño que ostentaban orgullosamente, el título de Llamas de Rebelión. (1) Federico Dávalos Orozco y Esperanza Vázquez Bernal, Filmografía general del cine mexicano (1906-1931), Universidad Autónoma de Puebla, Colección Difusión Cultural 4, Serie Cine, México, 1985, pp. 95. (2) Gabriel Ramírez, Crónica del cine mudo mexicano, Cineteca Nacional, México, 1989, pp. 270. (3) Ídem. p. 193. http://cinesilentemexicano.wordpress.com/

Educación, Palanca de Desarrollo: Enrique Mendoza

El diputado hizo un llamado a participar en jornadas de trabajo a favor de las instituciones educativas. Entregó pintura para la rehabilitación de una escuela primaria en la Colonia Héroes 5 de Mayo.

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urante su visita a la escuela primaria “Olga Soto de Chuayffet”, de la colonia Héroes 5 de Mayo de la capital mexiquense, donde entregó pintura para la rehabilitación y mantenimiento del plantel educativo, el diputado Enrique Mendoza

Velázquez (PRI), representante popular por el distrito I de Toluca, se refirió a la educación como “palanca del desarrollo”. El también presidente de la Comisión de Asuntos Electorales destacó el trabajo del Secretario de Educación, Emilio Chuayffet Chemor, para la “mejora de la enseñanza, a través de una nueva etapa que propone un mejor rumbo para el país”, ya que él lleva la batuta de la transformación del proceso enseñanzaaprendizaje a nivel nacional. Acompañado de Isidro González Esquivel, director de la escuela primaria, el legislador entregó el material para el mantenimiento y reacondicionamiento del plantel, y convocó a la comunidad estudiantil, padres de familia, representantes populares y autoridades educativas a realizar jornadas

de trabajo comunitarias a favor de las instituciones educativas. En presencia de Valdemar Raymundo Valdez, representante de la supervisión escolar; Pamela González Méndez, presidenta de Encuentro con Movimientos Vecinales; autoridades educativas y representantes de la sociedad de padres de familia, manifestó que, en la medida de las posibilidades y una vez que se lleven a cabo los estudios de mecánica de suelos, se podrá proyectar la ampliación de las instalaciones educativas, “sumándonos con lo que corresponda”. Previamente, a fin de preservar las tradiciones, Pamela González, en representación de Enrique Mendoza, convivió con vecinos de la delegación de Cacalomacán, con motivo del Día de la Candelaria. INSTITUCIONAL


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